¿Cómo te afecta la dolarización desde abajo y cómo podés aprovecharla para cuidar tu plata?

¿Cómo te afecta la dolarización desde abajo y cómo podés aprovecharla para cuidar tu plata?

¿Qué es la dolarización endógena y por qué está en el centro del nuevo modelo económico?
Por un especialista en economía financiera

La economía argentina atraviesa un proceso silencioso pero profundo que algunos aún no comprenden del todo: la “dolarización endógena”. A diferencia de una dolarización plena o legal —donde el dólar reemplaza formalmente al peso como moneda de curso legal, como en Ecuador o El Salvador—, la dolarización endógena es un fenómeno espontáneo, que surge desde abajo, impulsado por el comportamiento de individuos, empresas y mercados que ya eligen el dólar como unidad de valor, ahorro, inversión o contrato, incluso sin que esté legalizado como moneda oficial.

El artículo de Derecha Diario que refiere a la apuesta de Milei y Caputo por una “dolarización minorista” ilustra cómo el actual gobierno busca acelerar esta tendencia, permitiendo la apertura de cuentas en dólares, el uso creciente de criptoactivos y stablecoins, y desregulando controles que históricamente limitaban el acceso al billete verde. La idea no es imponer el dólar desde el Estado, sino permitir y fomentar que las personas lo adopten voluntariamente en su día a día.


📌 ¿Qué implica la dolarización endógena?

  1. Unidad de cuenta: las personas piensan y calculan precios en dólares, aunque paguen en pesos. Ej: “¿Cuánto vale el alquiler? 300 dólares”, aunque se pague en pesos al tipo de cambio del día.
  2. Medio de ahorro y reserva de valor: se guarda dinero en dólares (billetes, cuentas, criptodólares) porque el peso no ofrece confianza a mediano plazo.
  3. Medio de intercambio creciente: plataformas, comercios online y hasta inmobiliarias ya operan con precios en dólares. En algunos lugares, los pagos con stablecoins (como USDT o USDC) son cotidianos.

🧠 Hipótesis: ¿Qué busca Milei?

Con esta dolarización minorista o endógena, el gobierno pretende que la confianza y la estabilidad vengan de abajo hacia arriba, sin necesidad de anclar formalmente la economía al dólar ni gastar reservas. Si los individuos adoptan voluntariamente el dólar y usan menos el peso, la demanda de pesos cae, pero también el Estado se obliga a ser más austero, ya que no puede emitir una moneda que nadie quiere.

Además, atrae capitales que hoy están en el colchón o en el exterior, al permitir que se “blanqueen” a través de usos cotidianos o inversión formal.


💼 ¿Qué implica para el pequeño emprendedor?

Si sos comerciante, productor o tenés un microemprendimiento, esta tendencia no es una amenaza, sino una oportunidad. Acá algunas ideas prácticas:

  1. Empezá a pensar en precios duales: pesos y dólares. Aplicaciones como Lemon, Buenbit o Belo permiten operar con cripto-dólares. Muchos clientes ya están habituados.
  2. Guardá parte de tus ganancias en dólares digitales (stablecoins). No hace falta tener cuenta afuera. Con $5.000 podés empezar a comprar y resguardar valor sin perder acceso ni liquidez.
  3. Negociá alquileres o contratos de servicios con cláusulas en dólares, para no quedar atrapado en la erosión inflacionaria del peso.
  4. Invertí en herramientas que permitan cobrar en dólares: crear un e-commerce que opere en moneda dura, usar plataformas como Payoneer, Binance o Wise, y tener presencia en mercados globales.

🌎 ¿Y para el ciudadano común?

Para quienes no son emprendedores, pero desean resguardar su ingreso o dar pasos hacia un modelo más seguro:

  • Educación financiera: aprendé a operar con criptoactivos simples. El dólar digital (USDT, USDC) es estable, seguro y fácil de usar con apps como Belo o Lemon.
  • Pequeños ahorros mensuales en cripto-dólares: con $10.000 podés comenzar. Es más seguro que guardar pesos.
  • Cuidá tus ingresos futuros: pedí que los incrementos salariales o pagos se ajusten por dólar oficial o libre, para no perder poder adquisitivo.

📉 ¿Hay riesgos?

Sí. Como todo proceso de transición, puede haber baches, volatilidad y barreras legales. El sistema financiero argentino aún es limitado y muchas personas no tienen acceso pleno a herramientas digitales. Además, si el dólar se vuelve dominante y no hay disciplina fiscal del Estado, la economía puede terminar dolarizada, pero igual de desigual.


🧭 Conclusión

La dolarización endógena es un síntoma de la falta de credibilidad en el peso, pero también una alternativa práctica en contextos de alta inflación. Si el Estado no puede garantizar estabilidad, los ciudadanos toman el control. Lo interesante del modelo de Milei y Caputo es que no obliga, sino que permite.

Para los emprendedores, inversores y ciudadanos comunes, este cambio puede representar una vía para proteger su esfuerzo, planificar mejor y hasta crecer. En un país donde todo sube y todo se devalúa, dolarizarse —aunque sea desde abajo— puede ser un acto de defensa, pero también de estrategia.

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