El grito sindical que anticipa el colapso de las oportunidades: Juan Carlos Martínez y el futuro que Jujuy no está viendo
En un momento histórico donde el mapa económico de Sudamérica se redibuja al ritmo del corredor bioceánico, una voz con peso, la de Juan Carlos Martínez, secretario general de UTHGRA Jujuy, alerta con lucidez y crudeza: “Estamos quedando fuera del juego grande por desidia, improvisación y ausencia política”. Desde su rol sindical, pero con mirada estratégica, Martínez advierte que si Jujuy no reacciona a tiempo, el desarrollo pasará por nuestras narices, una vez más, sin dejarnos beneficios duraderos.
Martínez, que participó recientemente en una mesa internacional en Brasil sobre el corredor bioceánico junto a referentes de Paraguay y Chile, regresó con una certeza tan incómoda como reveladora: Jujuy estuvo ausente. Ni el ministro de Producción ni el de Turismo asistieron a los paneles clave donde se discutió el futuro logístico, económico y turístico del norte del continente. En cambio, países vecinos y estados subnacionales de Brasil ya planifican trenes, rutas, nodos logísticos y centros turísticos integrados. Chile y Paraguay avanzan con celeridad. Argentina, y particularmente Jujuy, parecen todavía estancadas en la retórica.

Turismo y producción: una sinergia estratégica ignorada
Desde su sector, el gastronómico y hotelero, Martínez vislumbra el potencial transformador que el corredor puede tener. Un flujo estimado de más de 1.200 camiones diarios atravesando la región, sumado al interés creciente del turismo brasileño por la Quebrada, implica una oportunidad formidable para la reactivación del empleo, las inversiones, el desarrollo local y la profesionalización de oficios turísticos. Pero la falta de planificación, infraestructura y legislación acorde amenaza con desperdiciar ese impulso.
“El brasileño se desespera por venir a conocer nuestra quebrada. ¿Y nosotros qué hacemos? Rutas rotas, cartelería ausente, cero integración real al corredor”, dispara Martínez, señalando también la informalidad creciente del sector hotelero y gastronómico por ausencia de controles. La informalidad –recalca– no sólo perjudica al trabajador registrado, sino que desincentiva la inversión y precariza el futuro.
Una dirigencia ensimismada, un pueblo sin horizonte
Con su estilo directo y sin medias tintas, Martínez también plantea una crítica a la dirigencia en su conjunto: “Argentina no tiene un problema económico, tiene un problema dirigencial. No pensamos en el futuro, no preparamos a los jóvenes, no enseñamos valores, sólo se juega al poder por el poder mismo”. Su advertencia resuena más allá del sindicalismo: es un llamado a la conciencia ciudadana y a una nueva cultura de la planificación.
Mientras los países vecinos desarrollan nodos energéticos, zonas francas, escuelas técnicas en zonas mineras y corredores integrados por turismo, salud, educación y cultura, Jujuy sigue esperando que las oportunidades se presenten sin construir las condiciones para recibirlas. Martínez lo resume de forma lapidaria: “Vivimos en una sociedad donde se premia al mediocre y se castiga al que quiere hacer las cosas bien”.
Un Congreso regional como oportunidad final
De cara al Congreso pro tempore que se realizará en octubre, el dirigente sindical apuesta por la participación de verdaderos actores del desarrollo: productores, empresarios, cámaras, universidades y sindicatos. “No podemos seguir marginando a quienes saben”, reclama, y exige un cambio de paradigma donde el Estado deje de obstaculizar y comience a convocar.
La propuesta de Martínez es clara: nodos logísticos en Libertador o Perico donde los camiones brasileños dejen su carga y carguen productos locales; universidades técnicas impulsadas por la minería; legislación moderna para facilitar el comercio y el turismo regional. Ideas concretas, visión estratégica y sentido común.
Conclusión: la hora del NOA es ahora, o nunca
El corredor bioceánico no es solo una ruta: es la vía de ingreso al mundo multipolar que se está formando. Juan Carlos Martínez ha dado la señal de alerta. Si la provincia de Jujuy no se sube al tren ahora, lo verá alejarse para siempre. Y esta vez, la historia no aceptará excusas.