Perico Noticias // En un giro sorprendente dentro del Partido Justicialista de Jujuy, la reestructuración interna se vuelve determinante de cara a las próximas elecciones provinciales del 11 de mayo. La reciente suspensión de las elecciones internas, programadas para el 9 de marzo de 2025, y la consiguiente delegación de competencias a los interventores, ha abierto la puerta a una reorganización sin precedentes. Según la resolución de la Junta Electoral del PJ en Jujuy, la actual intervención es la única autoridad facultada para definir la participación del partido en la contienda electoral provincial, especialmente ante la inminente expiración del plazo para la constitución de alianzas el 11 de marzo.
Ante este escenario, se anticipa que la organización del Frente Unión por la Patria podría tomar un cariz nacional, liderado por la figura de Cristina Kirchner. Al tratarse de un partido de distrito con una estructura regida por la carta orgánica nacional, la ausencia de una dirección local robusta –o «acefalo» – podría favorecer que la líder histórica del peronismo tome las riendas para asegurar una lista competitiva y coherente con las directrices del Frente.
Esta medida, además de evitar la pérdida de la oportunidad política de constituir un frente electoral con fuerzas afines, responde a la necesidad de reorganizar y consolidar el espacio peronista en Jujuy, en un contexto donde la reprogramación de los comicios internos se pospone hasta el tercer domingo de noviembre del presente año. Con el cronograma electoral marcando plazos perentorios para la formación de alianzas, la intervención se erige como la única entidad con la potestad de definir la estrategia para el 11 de mayo, en un esfuerzo por no quedar excluido del escenario político provincial.
La inminente toma de decisiones por parte de los interventores y la posible centralización del proceso organizativo por parte de Cristina Kirchner reflejan la urgencia de evitar desarticulaciones internas que pudieran debilitar la participación del PJ en las próximas elecciones. Este movimiento, interpretado por muchos como una maniobra para preservar la unidad y la eficacia electoral, promete transformar la dinámica interna del partido, convirtiendo a Jujuy en un laboratorio de innovación política que podría marcar el rumbo del peronismo a nivel nacional.