Con una mirada que trasciende lo local y una estrategia que combina identidad, cultura y proyección internacional, el intendente de La Quiaca, Dante Velázquez, logró convertir en realidad uno de los hitos más importantes de la historia cultural de la ciudad: la Manka Fiesta fue declarada por ley Patrimonio Cultural Vivo de Jujuy, en el primer gran paso hacia su inscripción como Patrimonio Intangible de la Humanidad ante la UNESCO.
Lo que ayer fue noticia en la Legislatura provincial es, en verdad, el resultado de una visión política clara y sostenida por Velázquez desde el inicio de su gestión: posicionar a La Quiaca en el mapa global del turismo, la cultura y la integración andina, y hacerlo desde sus raíces comunitarias más profundas.

La sanción de la ley no fue casual ni espontánea. Detrás del acompañamiento unánime de todos los bloques políticos, hubo capacidad de gestión, liderazgo y una estrategia silenciosa pero efectiva del intendente. Fue Velázquez quien convenció al gobernador Carlos Sadir, quien articuló con la Legislatura y quien impulsó el trabajo técnico junto al secretario de Cultura y Turismo de La Quiaca Lic. Dante Dodi y otros profesionales del área.
“Este reconocimiento no es un premio simbólico, es un acto de justicia cultural y un paso firme hacia el desarrollo sustentable de nuestra ciudad”, expresó Velázquez al anunciar su próxima presentación ante las autoridades de la UNESCO.
Una ciudad que se proyecta al mundo desde su identidad
La Manka Fiesta —celebración ancestral que reúne saberes, alimentos, espiritualidad y comunidad en la frontera norte de Jujuy— ya no será sólo patrimonio de los quiaqueños: será parte del legado cultural universal. Pero ese salto no ocurre por inercia, sino por decisión política.
Velázquez entendió que el turismo no es solo infraestructura, sino contenido, relato y emoción. Por eso apostó a visibilizar esta tradición como una joya cultural viva, capaz de articular economía local, orgullo comunitario e integración binacional.
Con la ley provincial ya aprobada, el intendente avanza con firmeza en la presentación oficial del expediente ante la UNESCO, paso indispensable para lograr la declaración internacional. Ese proceso, que otros intendentes imaginaron pero nunca concretaron, hoy tiene nombre y apellido: Dante Velázquez.
Un nuevo horizonte para La Quiaca
Este logro abre puertas estratégicas: acceso a fondos internacionales, circuitos turísticos globales, hermanamientos culturales, movilidad académica y posicionamiento institucional. Pero también genera un nuevo sentido de pertenencia en el pueblo quiaqueño, que ve cómo sus costumbres, sus sabores y sus rituales empiezan a tener el reconocimiento que merecen.
La Manka no es sólo una fiesta. Es una forma de vivir el territorio. Y gracias a esta ley, La Quiaca dejó de ser un punto geográfico para convertirse en un faro cultural del norte argentino.
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