En una tarde fría y de viento puneño, La Quiaca se convirtió en uno de los tantos epicentros de la resistencia popular ante la detención de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien desde este 17 de junio cumple arresto domiciliario por una sentencia judicial que sectores amplios del campo popular califican como parte del lawfare.
Desde la plaza Centenario hasta la sede del Partido Justicialista sobre avenida Sarmiento, la marcha reunió a juventudes, militantes, familias y vecinos que salieron a defender no solo a su líder política, sino también los valores democráticos, sociales y federales que sienten amenazados por el actual gobierno de La Libertad Avanza.
“Perón, Evita, Cristina y nada más”, expresó un vecino en medio del acto, sintetizando el espíritu que recorrió el norte argentino con la fuerza del viento y la memoria colectiva.
El peronismo quiaqueño dijo presente: unidad, convicción y rechazo al ajuste
Desde la convocatoria inicial en la plaza Centenario, la movilización creció a lo largo de las calles céntricas de la ciudad fronteriza, en una jornada en la que la Puna jujeña volvió a decirle al país que la historia no se abandona. Bajo el liderazgo del intendente Dante Velázquez, numerosos militantes se concentraron frente a la sede del PJ para esperar la columna que marchaba con banderas, bombos y cánticos que evocaban el ya mítico “Vamos a volver”.

Velázquez fue uno de los primeros dirigentes del país en rechazar públicamente la sentencia contra Cristina, al considerar el fallo como una “proscripción judicial contra la principal figura del campo popular argentino”, y lo hizo apenas se conoció la resolución. “Es un acto de injusticia y persecución. Tocar a Cristina es tocar al pueblo”, declaró, posicionándose al frente de una línea de intendentes del norte argentino que buscan revitalizar el peronismo desde los territorios.
“Esta movilización no es solo por Cristina. Es contra el ajuste, la entrega, la pérdida de derechos y el intento de silenciar al pueblo”, sostuvo una de las vecinas presentes en la marcha.
Desde La Quiaca a Buenos Aires: una voz nacional que resiste
Mientras miles se manifestaban en Plaza de Mayo y en ciudades como Córdoba, Rosario y Mendoza, la marcha quiaqueña tuvo una impronta propia: pueblos originarios, docentes, jóvenes estudiantes, trabajadores estatales y familias enteras salieron a la calle con el orgullo de representar desde el norte profundo un modelo de país inclusivo, solidario y democrático.
La presencia de juventudes fue particularmente notable, con referentes del PJ local que reafirmaron su compromiso con la conducción de Cristina y denunciaron las políticas regresivas del gobierno de Javier Milei. “Nos quieren resignados, pero van a tener resistencia”, aseguró una joven manifestante.

“El pueblo siempre vuelve”: una consigna que late en cada rincón
La frase que Cristina Fernández de Kirchner lanzó desde su lugar de detención —“Volveremos. El pueblo siempre vuelve”— ya se convirtió en bandera nacional. En La Quiaca, resonó con fuerza en cada paso, en cada canto, en cada abrazo colectivo. La movilización no solo fue un acto político: fue una reafirmación de identidad.
“Nos quieren quitar la esperanza, pero acá estamos, construyendo dignidad desde la frontera”, dijo un dirigente barrial al cierre de la jornada.
Lula vendrá a la Argentina y se refuerza la dimensión internacional del caso
A todo esto, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva confirmó que viajará en julio a la Argentina para visitar a CFK, en un gesto de apoyo que ya generó malestar en el entorno presidencial de Javier Milei. La visita, simbólicamente potente, marca el renacimiento de una solidaridad latinoamericana frente al avance del autoritarismo y la judicialización de la política.
Una marcha, muchas voces, un mismo compromiso
La manifestación quiaqueña —como la de todo el país— dejó en claro que Cristina no está sola y que el pueblo no acepta pasivamente los atropellos institucionales.
Desde el viento fuerte del norte, la memoria histórica se hizo carne, y la consigna se gritó con el alma:
“¡Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés al pueblo de Perón!”