Desde la raíz del país: Jujuy desafía el relato de Milei y expone el verdadero colapso social

Desde la raíz del país: Jujuy desafía el relato de Milei y expone el verdadero colapso social


Mientras el presidente Javier Milei se embriaga de su propia épica en el Congreso, celebrando logros que solo existen en los pasillos del poder, en la profundidad del país una nueva voz se alza para exponer la realidad con crudeza y sin concesiones. El Partido Otra Historia de Jujuy, una fuerza emergente con identidad genuina y liderada por Santiago Seillant y Mercedes «Mechi» Sosa, desnudó punto por punto la falsedad de la narrativa oficial. Desde los gremios y con la sensibilidad de quienes están en la trinchera de la crisis, el espacio criticó con datos duros y sentido común los atropellos de un gobierno que no solo ha destruido el tejido económico, sino que ha golpeado la médula de la estructura social argentina: la educación y la salud.

La imagen de Milei exultante, proclamando que «hoy el país es radicalmente distinto a lo que era hace tan solo un año», choca con la brutalidad de la estadística. 265.308 puestos de trabajo destruidos en seis meses, casi 10.000 pymes cerradas, 37.000 empleados públicos despedidos, y una canasta básica que supera el millón de pesos, dejando a millones de familias en el abismo. El «éxito» que Milei proclama es, en la práctica, un terremoto que sacudió los pilares de la Argentina productiva y trabajadora.

Pero el golpe más despiadado no fue solo económico: el desmantelamiento de la educación y la salud marcan el sello de su gobierno. Durante su discurso, Milei no mencionó ni una sola vez a estos sectores. ¿Casualidad? No. Fue un acto deliberado de omisión que solo confirma su desprecio por el sistema público y la vida de los sectores más vulnerables. Como señala el Partido Otra Historia de Jujuy, las políticas de ajuste han puesto en riesgo a pacientes con VIH, enfermedades oncológicas y terminales, mientras las universidades y hospitales públicos agonizan. ¿Es esto la revolución libertaria? ¿Un país sin educación y sin salud?

Desde el norte, las voces de Seillant y Sosa resuenan con fuerza, no solo denunciando, sino construyendo una alternativa real. «Las calles no se gobiernan con discursos grandilocuentes ni con frases rimbombantes. Se gobiernan con respuestas concretas y con la certeza de que la justicia social no es una mala palabra», sostienen. Y es que, mientras Milei juega a ser el mesías de la austeridad, en Jujuy se gesta una nueva red de resistencia política, que no solo se enfrenta al modelo de la motosierra, sino que impulsa una propuesta política con base en la sociedad civil, los sectores productivos y las expresiones vecinales.

La demagogia presidencial quedó en evidencia con su intento de desviar la atención hacia la baja de la edad de imputabilidad y el endurecimiento de penas. Una cortina de humo previsible en vísperas de elecciones, una receta ya vista para tapar su propia crisis política. Pero lo que Milei no menciona es que, mientras enarbola su discurso de «mano dura», su gobierno está envuelto en el escándalo de la criptomoneda $LIBRA, una trama de corrupción que el presidente pretende esquivar con un relato cada vez más desgastado.

Desde la raíz del país, desde Jujuy, la resistencia ya tiene nombre. No se trata solo de una crítica al discurso de Milei, sino de la construcción de un frente alternativo, una nueva configuración política que, lejos de caer en la trampa del relato oficialista, busca devolverle al pueblo argentino lo que le arrebataron: futuro, dignidad y derechos.


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