Redacción Perico Noticias // La reciente desregulación del mercado de la yerba mate en Argentina ha sumido a los productores en una crisis profunda, evidenciando las complejidades y desafíos que enfrentan las economías regionales ante políticas de liberalización abruptas.
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, promulgado por el gobierno nacional, eliminó las facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para fijar precios de referencia y regular la oferta del producto. Esta medida ha llevado a que los productores reciban pagos significativamente inferiores a los costos de producción, generando una situación insostenible para miles de familias que dependen de esta actividad.
Marcelo Hacklander, productor yerbatero y director por la Producción en el INYM, señaló que actualmente se paga alrededor de 180 pesos por kilo de hoja verde, mientras que el costo de producción supera los 350 pesos. Antes de la desregulación, el INYM establecía un precio mínimo que garantizaba la cobertura de costos y una ganancia razonable para los productores. Además, la eliminación de la regulación de la oferta ha provocado un excedente en la producción, con un récord de 968 millones de kilos de materia prima en 2024, muy por encima del promedio histórico de 790 a 850 millones. Este exceso ha deprimido aún más los precios que reciben los agricultores.
La situación de los productores yerbateros no es un caso aislado. Otras economías regionales en Argentina han experimentado efectos similares tras procesos de desregulación. Por ejemplo, en la industria vitivinícola, la derogación de leyes que regulaban la actividad ha generado incertidumbre y volatilidad en los precios, afectando especialmente a los pequeños productores. De manera similar, la desregulación en el sector algodonero ha llevado a una concentración del mercado, perjudicando a los agricultores más pequeños y debilitando las economías locales.
Estas experiencias reflejan que la liberalización sin medidas de protección adecuadas puede exacerbar las desigualdades y vulnerabilidades en las economías regionales. La falta de regulación tiende a favorecer a los actores más grandes y con mayor capacidad de adaptación, dejando a los pequeños productores en desventaja y poniendo en riesgo la sostenibilidad de comunidades enteras que dependen de estas actividades.
En el caso de la yerba mate, la desregulación ha llevado a los productores a iniciar un paro por tiempo indeterminado y a planificar una marcha federal con epicentro en Plaza de Mayo, buscando visibilizar sus reclamos y revertir una política que consideran innegociable por parte del gobierno. La situación actual no solo afecta a los productores, sino que también tiene implicaciones para los consumidores y la economía en general, al poner en riesgo una cadena productiva esencial para el país.
Es fundamental que las políticas públicas consideren las particularidades de cada sector y región, implementando regulaciones que promuevan un desarrollo equitativo y sostenible. La experiencia de los productores yerbateros y de otras economías regionales en Argentina subraya la importancia de equilibrar la liberalización económica con mecanismos de protección que salvaguarden los intereses de los actores más vulnerables y aseguren la estabilidad de las comunidades locales.
