La ex mandataria brindó su clase magistral «Sigue siendo la economía bimonetaria, estúpido» y recibió la entrega del doctorado Honoris Causa en Merlo. Ante una multitud, la jefa del justicialismo tocó varias aristas, entre ellas la realidad nacional y el rol del peronismo en este duro presente.
Cristina Fernández de Kirchner reapareció en público, este viernes, tras el fuerte cruce en redes sociales que tuvo con el presidente, Javier Milei, a través de un discurso, muy esperado por cierto, que pronunció en el Conurbano bonaerense, en la Universidad Nacional del Oeste, en Merlo, ante un número importante de personas que se acercaron para escucharla.
La jefa del Partido Justicialista (PJ) siempre deja tela para cortar cada vez que hace uso de la palabra: a favor o en contra, despierta todo tipo de emociones y reacciones. No se puede negar que es uno de los cuadros políticos más importantes de la historia del país, sin dudas el más relevante de los últimos 20 años. La única dirigente capaz de cosechar niveles similares de aceptación y rechazo en la sociedad argentina.
«Terminamos nuestra gestión con una universidad pública en cada provincia, algunos mediocres critican las universidades», arrancó su alocución, agradeciendo especialmente a la casa de estudios por la invitación. y reforzando la defensa de un derecho, una conquista, logrado por todos los argentinos.
Además, respecto al tema, agradeció a los senadores y senadoras que aprobaron la Ley de Financiamiento Universitario, este jueves último.
«En febrero advertíamos del problema de la falta de dólares, la verdadera causa del mal argentino, no el déficit fiscal. Algo arrastrado desde la gestión de Mauricio Macri», empezó sobre el asunto que la citó en Merlo.
Especificó las funciones de la moneda en la vida cotidiana y la relación de la sociedad con el dólar. «Si tengo un endeudamiento externo en dólares, como el que tomó Macri, la cosa se agrava».
«Emitimos un nuevo documento hablando sobre el problema de la escasez de dólares, que es lo que genera inflación», indicó.
Recordó lo que fue el escenario macroeconómico al momento de su asunción en el Gobierno, como así también el gran conflicto que tuvo durante su primera gestión, el de «la 125» con el sector agropecuario, el cual insistió que coincidió con la gran crisis financiera del 2008. Todo un repaso de logros durante el mandato.
«Hubo superávit fiscal con crecimiento e inclusión social. La gracia está en que la gente coma y vos puedas administrar el Estado también», remarcó para diferenciarse del modo de gestionar por parte de la administración de Javier Milei.
«No pagando deudas, dejando de lado las provincias, frenando la obra pública ni hacer escuelas, es imposible», lanzó a modo de mensaje contra el presidente.
«De esto se trata gobernar, no es solo ordenar la macro, es ordenar un país. Reestructurar las bases», añadió como aspecto a profundizar sobre Milei.
«Macri levantó el cepo dejando el país en deudas, después pasaron diferentes gobiernos de distintos signos políticos y el cepo sigue», sostuvo sobre otra preocupación actual.
«La novedad más grande es que el modelo austríaco, tan aclamado, chocó con la realidad argentina», deslizó sobre el modo Milei de entender la economía.
También subrayó a modo de consejo al libertario: «Largue el manual austríaco y aplique la receta argentina».
«Liberar precios y desregular es intervenir en favor de determinados sectores de la economía», apuntó.
«El ajuste a jubilados provocó una auténtica tragedia social, se ve en el precio de los remedios, el recorte de PAMI, en salarios deprimidos, pérdida de poder adquisitivo. Esto llevó a Argentina a ser el país más caro de la región, mientras todo el continente avanza», detalló sobre la problemática social actual más acuciante.
«Si estábamos tan bien, ¿por qué vino el peronismo?, deje de mentirle a los pibes Milei. A ver si los gorilas en esta país se avivan un poco», lanzó.
«Si la educación en este país hubiera funcionado bien, no hubiera venido un lunático a decir cosas que no son. No nos metan el perro con los números», reflexionó.
«Ahora la inflación le dio 4,2%, aumentó. Milei no tiene un plan de estabilización», señaló.
«No podemos quedar atados a las demandas del 45′, el mundo cambió. Hay que pensar como hacemos para volver a representar al conjunto de los trabajadores de la Argentina», soslayó a modo de consigna para el peronismo.
«Los políticos somos un problema, pero hay cierto tipo de empresarios que también lo son», subrayó en relación al mensaje que baja siempre como bandera el presidente.
A su vez, celebró el triunfo de la Facultad de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde recordó que el justicialismo no gobernaba desde 1973.
«Lo del miércoles fue un triunfo pírrico, los radicales que se dieron vuelta pegaron a Milei con la casta, les compraron el voto, todo para joder a los jubilados», enfatizó sobre los vergonzosos acontecimientos ese día dentro y fuera del Congreso Nacional, donde se hizo efectivo el veto a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria.
«Los que no son peronistas, sueñan que desaparezcamos. Hay que empezar a aceptar al otro, es un problema de la política a nivel global. No va a desaparecer ninguno», manifestó sobre otro mal de estos tiempos, el querer desterrar al ‘adversario’ político, sacarlo del mapa.
«Hay que ser solidarios con los que más sufren, ayudar a todos, sin pelearnos con nadie. Los problemas del país no se solucionan pisándole la cabeza a los pobres para darle beneficios a los ricos. Necesitamos volver a sentir la cooperación», concluyó la dos veces ex mandatario.
