El cambio de rumbo de Macri no llega y vuelven las internas en el gabinete

Mauricio Macri sabe que debe ganar las elecciones de octubre porque sino se convertirán en una pesadilla sus dos últimos años de presidencia. Para eso se requiere un cambio de rumbo, que por ahora es tímido y apela a viejas prácticas electoralistas. Una es el aumento del gasto, otra el consumo y otra la propaganda. En éste último ítem se criticó mucho la publicidad en las transmisiones de fútbol como hacía Cristina Fernández. Pero hace falta más que eso: la Industria no muestra mejoras, al contrario hubo caídas en casi todos los rubros. Por ende, la economía no sale de la recesión. El consumo no repuntó y la inseguridad tampoco da muestras de morigerarse. En el medio de todo este escenario reaparecieron las peleas en el Gabinete nacional entorno al manejo de la economía.

El puntapié inicial para el análisis lo plantea desde España Carlos Cué en el diario español El País. Él plantea la necesidad del cambio de rumbo, y esboza la diferencia entre el ‘querer’ y el ‘hacer’:

En los últimos meses, con una economía que no remonta tan rápido como se esperaba –a pesar de que ya empieza a tener algunos datos positivos, como la primera reducción leve de la pobreza- mucha gente del entorno de Mauricio Macri le pedía que aprovechara esa posibilidad que le da la ley (la publicidad de actos de Gobierno en la transmisión de partidos de fútbol).

Es el inicio de una gran campaña para tratar de remontar en las encuest as y enfrentar un año electoral muy complicado, que empieza con las primarias de agosto y acaba en octubre con la renovación de buena parte del Parlamento.

El otro elemento fundamental es el gasto público. (…) todo indica que de momento Macri seguirá la tradición, porque ganar las elecciones es el gran objetivo. Por eso el gasto público, según datos oficiales, creció un 64% en febrero comparado con el mismo mes del año anterior, cuando Macri empezó a ajustar después de llegar al Gobierno y paralizó la obra pública.

La gran ventaja política de Macri sigue siendo la división de la oposición, que no logra organizar la sucesión de Cristina Fernández de Kirchner.

El Gobierno intentó hace dos meses reducir esos precios eliminando el concepto de “cuotas sin interés”. Obligó a los comercios a dejar claro cuál era el interés que se pagaba por 18 cuotas. Pero fue un fiasco.

Los precios no bajaron y el consumo se frenó: los argentinos no están preparados para renunciar a ese anabolizante de las cuotas. Así que el Ejecutivo ha decidido dar marcha atrás y de nuevo volverán las cuotas sin interés –con algunas modificaciones- y se ampliarán los programas de ayudas del Gobierno para promover el consumo y relanzar la economía en año electoral.

La realidad está siendo bien diferente al cambio de rumbo que pretende la Administración Macri, al respecto algunos recortes de esta jornada muestran datos negativos en puntos claves.

Sobre la senda del ajute, está el aumento del gas que anunciará el ministro Juan José Aranguren este viernes (31/3), que explica el diario El Cronista:

El Gobierno anuncia un aumento del gas de un 40% en promedi o. Se espera que para transportistas y distribuidoras haya otra actualización en noviembre y otra cuota en abril de 2018.

El Estado pasará de pagar en promedio la mitad del gas en boca de pozo a abonar el 44,6%, mientras los usuarios desembolsarán el 55,4%.

Sin embargo, las categorías de menor consumo tienen mayor porcentaje de subsidios. Los usuarios R1, R2.1, R2.2 y R2.3 tienen en la actualidad un 68,2% cubierto por el Estado (desde mañana será un 61,5%) y las pymes P1 y P2 tienen subsidiado el 86,8% del precio gas mayorista (se reducirá a un 81,5%).

En cuanto a la economía, la recesión no muestra señales de reducción y la Industria sigue en crisis, según el Diario BAE que cita datos oficiales del Indec:

Empresarios nacionales reclamaron medidas urgentes para superar la recesión de la produc ción nacional, que atraviesa el decimotercer mes consecutivo de contracción con una caída del 6% en febrero, según confirmó el Indec. La industria acumuló en el primer bimestre un retroceso del 3,5%, a pesar de los brotes verdes que el Gobierno había festejado a fin de año y con impacto en el primer mes del 2017.

Según las estadísticas oficiales, la mayor caída se observó en la industria textil que mostró una baja de 22,5% interanual en febrero y de 16,8% en el bimestre.

La producción de automóviles, que había sido utilizada como un ejemplo de la recuperación del sector, registró en febrero una contracción de 18,6%.

En tanto, la industria metalmecánica asociada a la producción de autos registró en febrero, respecto de igual mes del año pasado una contracción del 8,5%, y en el primer bimestre la caída interanual alcanza al 5,1%

La producción de acero y aluminio cayó en febrero 9,3%, y la de insumos para la industria de la construcción registró una baja del 7,2%. Y la refinación de petróleo es otro de los sectores con fuerte contracción en febrero del 9,2% y en la producción de artículos de caucho y plástico, la baja llegó al 5,9%, en la medición interanual.

También está la seguridad. Se trata de un aspecto en el que hizo especial énfasis Cambiemos durante su campaña electoral y donde tampoco se nota una evolución. El Diario Popular revela que en los últimos 12 meses, 3 de cada 10 familias sufrieron robos:

“Se estima que el 29.2% de los hogares en 40 centros urbanos del país fue víctima de al menos un delito en los últimos 12 meses. Esto implica un incremento del Indice de Victimización de 0.8 puntos porcentuales respecto de la medición de marzo de 2016”, se manifestó en el informe estadístico elaborado por el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas (Licip), un organismo de la Universidad Di Tella.

El dato alarmante es que la modalidad delictiva de los asaltos cometidos con violencia “tiene una participación relativa de 54% sobre el total de delitos sufridos por los hogares”. De acuerdo a lo indicado por el informe, “el objetivo del Indice de Victimización (IVI) es cuantificar la tasa de victimización de Argentina. Se define como tasa de victimización al porcentaje de hogares cuyos miembros convivientes sufrieron al menos un delito en los últimos 12 meses, sean estos eventos denunciados o no a una autoridad competente”.

El trabajo estadístico presenta los principales hallazgos de las 1.200 encuestas de victimización realizadas entre los días 2 y 10 de marzo de 2017. La medición de marzo de 2017 del estudio estima que el 29.2% de los hogares o familias de Argentina fueron víctimas de al menos un delito en los últimos 12 meses. Esto es, se indica, “0.8 puntos porcentuales por encima del valor observado en marzo de 2016 y 4.8 puntos porcentuales por encima del valor observado en febrero 2017”.

Por último, desde el diario Clarín el periodista Marcelo Bonelli aporta las convulsiones en el equipo económico del gobierno nacional:

Federico Sturzenegger volvió a quedar en el ojo de la tormenta: ahora, un conjunto de ministros critican –en privado– la política monetaria y acusan al BCRA de no contribuir a reanimar la economía.

En la nómina de críticos se encuentran Francisco Cabrera y Ricardo Buraylle, pero quien lanzó nuevos y punzantes dardos fue el ministro de Finanzas, Luis Caputo.

Así, la paz del gabinete económico duró poco: Mauricio Macri echó a Alfonso Prat-Gay y a Carlos Melconián para homogenizar el equipo, pero tres meses después volvieron los fuertes cruces internos.

La pelea refleja lo mal que funciona el gabinete económico, a causa de que está fraccionado en una decena de compartimentos estancos. La decisión de rearmar el Plan Cuotas surgió después del fracaso de los “precios trasparentes”. Un dato fue categórico para todo el mercado: el sistema informático de la firma Visa confirmó que en febrero la venta con tarjetas cayó un 24 %. Así, el plan, en lugar de alentar el consumo, lo volvió a hundir. En marzo siguió el estancamiento.