El complejo productivo jujeño y el comercio afrontarán pérdidas por la suba del dólar

Región Norte Grande //El traslado a precios no será inmediato; habría mejora de competitividad. Pero exportación tarda en reaccionar. Provincias con mucho empleo público, afectadas.

Aunque la fuerte suba del dólar está impactando en la aceleración de la inflación de una forma notoria, hay un consenso entre los analistas respecto a que no habrá un traslado rápido de la devaluación (que ya trepa el 50% desde fines de abril) a los precios. Por lo tanto, esperan que esta mejora de competitividad lograda no se licúe tan fácilmente como ocurrió en las depreciaciones cambiarias de comienzos de 2014 y fines de 2015. En ese contexto, ¿qué sectores ganan con un dólar a $30 y cuáles pierden? ¿Cómo impacta en las economías provinciales?

Según un reciente informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), de la Fundación Mediterránea, las regiones más beneficiadas son las exportadoras, como la Pampeana y varias de la Patagonia, mientras las que pierden con el nuevo escenario son las que tienen un bajo nivel de ventas al exterior, alta participación de la administración pública y son más dependientes de fondos nacionales, como varias provincias del NEA-NOA.

Con las devaluaciones pasadas, la mejora de competitividad se diluyó rápidamente con la mayor inflación. En esas situaciones, favoreció a los exportadores, pero al tratarse de una situación transitoria, no hubo cambios sustanciales en las decisiones de aumentar sus ventas al exterior. «No es la misma situación que en 2014. El consumo está tan bajo que probablemente no convalide traslados a precios de toda la devaluación. El pass-through va a ser más lento», consideró el economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Ariel Barraud.

Con esta hipótesis, los sectores exportadores se verían realmente más favorecidos, en detrimento de los que se concentran en el mercado interno; y con ellos las respectivas economías provinciales. De todas maneras, «es esperable una reducción transitoria inicial de la actividad en el interior porque la reacción de los exportadores es lenta, y las del mercado interno, rápida», dice el informe. Consultada al respecto, la economista de Abeceb, Karina Prieto, manifestó que «este dólar agro economías regionales fiscales reposicionamiento del tipo de cambio da aire a las economías regionales, pero no es inmediato. Hay que generar los flujos comerciales». Hoy, además, hay condiciones internacionales adversas, con bajos precios y mayores controles al comercio.

El informe del Ieral dividió en cinco grupos a las provincias en función de su estructura productiva y en si sus actividades son transables o no.

– En el caso de la ciudad de Buenos Aires, que es gran centro de consumo, su actividad productiva es intensiva en servicios.

Se debería ver perjudicada al depender del mercado interno, aunque compensaría con recursos del turismo receptivo.

– En segundo lugar, el informe ubicó a Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, que son grandes centros de consumo, pero que también cuentan con muchos recursos. Si bien su mercado interno se verá afectado, se beneficiará con mayores ingresos de los exportadores.

– En tercero: las provincias alejadas de los grandes centros de consumo y que cuentan con muchos recursos naturales y, por lo tanto, tienen una estructura productiva más transable. Es el caso de Mendoza, las patagónicas y las mineras.

Las que destinan la mayor parte de su producción a la exportación se verán beneficiadas (petroleras y mineras), pero en muchas de esas provincias hay industria con base agrícola que está concentrada en el mercado interno (vinos), y el vuelco a la exportación no es automático.

En el caso de Santa Cruz y Chubut, cuentan con dos grandes actividades: la petrolera, por la cual tendrán mayores ingresos, y la administración pública, que las complicará. Los salarios perderán contra la inflación y eso generará menos consumo en la provincia.

– En cuarto: Las jurisdicciones alejadas, que cuentan con pocos recursos naturales y que dependen de la recepción de fondos nacionales. En este caso, su matriz productiva es más intensiva en servicios (especialmente comercio) y tienen una

alta incidencia del empleo público en el PBI. Varias provincias del NEA y NOA se ubican en este grupo.

– Por último, las que tienen pocos recursos y están alejadas pero que fueron favorecidas con programas nacionales que brindaron fuertes beneficios impositivos, como San Luis y Tierra del Fuego. El mayor dólar las ayuda a reducir la competencia del producto importado, pero les juega en contra un mercado deprimido.

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