El fastidio social complica el borrón y cuenta nueva propuesto

 El fastidio social complica el borrón y cuenta nueva propuesto
PBI Y EMPLEO COMO CON EL KIRCHNERISMO

“Lo peor ya pasó y lo bueno está por venir” es el mensaje de inicio del segundo término del mandato presidencial que, según interpretan los voceros del gobierno nacional, deja la historia clínica macroeconómica de los primeros dos años.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) informó que 2017 cerró con una suba del 2,8% interanual, recuperando la caída de 2,3% de 2016, y con los 268.000 nuevos puestos registrados que reportó la cartera laboral, la tasa de crecimiento del empleo equipara a las del kirchnerismo. Inflación hay como la que había, y una panorámica benévola indicaría que la herencia se pagó gradualmente.

De modo que lo que arrancaría hoy sería macrismo puro + recuperación brasileña + ilusiones de inversión directa, – condicionamientos externos al endeudamiento, una fórmula de borrón y cuenta nueva que pretende imponer la Casa Rosada,cuyo primer escollo es lograr el ajuste salarial en ciernes con las paritarias, en aras de la mayor competitividad y saneamiento fiscal que reclaman las empresas. Entre las metas fundamentales que tiene el gobierno en carpeta están el ingreso a OCDE, junto a la reforma laboral, la Ley de Defensa de la Competencia, la Ley de Mercado de Capitales y el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.

El aparato productivo resultante de la transición macroeconómica que se tomó Mauricio Macri para asumir el poder despejado de rémoras se cristalizó con el salto del 10,3% interanual que dio la construcción versus el 1,8% de la industria manufacturera, que aún sigue con niveles de empleo muy por debajo de los de 2015. Pesca (14,2%); intermediación financiera (5,1%); y agricultura y ganadería (4,5%) fueron los otros motores de la recuperación.

Pero minería, aún después de las transferencias de ingresos por los tarifazos que recibió, tiene las flechas hacia abajo tanto en producción cuanto empleo, sobre todo de la actividad petrolera. Si se comparan los datos de diciembre de 2015 con los de diciembre de 2017, el aporte al crecimiento del empleo lo hace el cuentapropismo: mientras que los monotributistas aportaron un 36% a los nuevos puestos de trabajo, los trabajadores en relación de dependencia fueron solo un 10%.

RUBÉN CHORNYPeriodista. Columnista de Urgente24.
01/03/2018: De izq. a der., los ministros ‘Pancho’ Cabrera, Luis Caputo, Nicolás Dujovne y Oscar Aguad escuchan a Mauricio Macri. Foto: HUGO VILLALOBOS

La estructura productiva nacional ha venido cambiando en coincidencia con el nuevo milenio: con la crisis del 2001, la “década ganada” por el boom de los commodities, el estallido de la burbuja financiera y su repercusión en el comercio en el mundo, el cepo cambiario con costeo fiscal que aisló al país del mundo y el posterior levantamiento, con reapertura de deuda externa para financiar la metodología gradual elegida.

El inventario estadístico oficial del segundo año del medio término, 2017, que acaba de difundir el INdEC, a través del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), muestra que el PBI regresó al nivel que tenía en 2015, al subir 2,8% y compensar la caída del 2,3% del primer per� �odo de gestión macrista. Y casi simultáneamente el Ministerio de Trabajo dio a conocer el cierre de 2017, con un incremento en el empleo registrado similar al promedio anual de los últimos 4 años de la gestión kirchnerista (los del cepo).

Cuando la Encuesta Permanente de Hogares aporte en breve los resultados del cuatrimestre final del año, el comportamiento que dé el trabajo en negro completará el panorama laboral.

La conclusión a la vista es que la Administración de Mauricio Macri se tomó medio mandato para hacer como si arrancara de cero la macroeconomía, lo cual animó al jefe de Estado a resaltar en su discurso inaugural de las sesiones legislativas de 2018 que la recesión había terminado.

Pero la radiografía estadística deja al descubierto los fuer tes cambios que tuvieron lugar en las entrañas mismas del aparato productivo de los bienes y servicios y, consecuentemente, del empleo, ya que las locomotoras de la recuperación del PBI fueron la construcción y el agro, la industria siguió achicándose y hubo una baja performance del consumo interno que desalentó la apertura de fuentes de trabajo en el sector más generador, el pyme.

01/03/2018: La diputada nacional Elisa Carrio gesticula ante el juez de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda, mientras la jueza Elena Highton de Nolasco dialoga con el ex presidente Eduardo Duhalde. Foto: HUGO VILLALOBOS01/03/2018: La diputada nacional Elisa Carrio gesticula ante el juez de la Corte Suprema, Juan Carlos Maqueda, mientras la jueza Elena Highton de Nolasco dialoga con el ex presidente Eduardo Duhalde. Foto: HUGO VILLALOBOS

Si el indicador del trabajo en blanco dio positivo fue, además de por la invasión en el paisaje nacional de cascos amarillos de la construcción, porque se anotaron el año pasado 98.300 monotributistas, +6,6% que en 2016, que representaron el 49% del nuevo empleo privado registrado durante el año, sobre un total de 192.200 entre asalariados registrados, cuentapropistas y personal de casas particulares (este último contribuyó con 21.100).

El empleo público, en ese lapso, generó 38.500 nuevos ingresos, a contramano de las promesas de reducción de las plantas, sin que sirviera para mejorar la eficiencia ni tampoco bajar el gasto, porque al mismo tiempo las contrataciones se concretaron a un nivel salarial superior al de las desvinculaciones.

La ausencia de la inversión extranjera directa de peso se hizo sentir en la estructura productiva. El gobierno se encargó de disimularla destinándole deuda e inflación a la obra pública, con una parte mínima del blanqueo de capitales orientada a la actividad inmobiliaria privada.

Esta política se reflejó claramente en sectores como la construcción, que tuvo una mejora del 12,7% en el año (con un arranque del 19% en enero de 2018) incluido el movimiento que le dieron a los desarrollos de particulares los créditos hipotecarios, ajustables por Unidad de Valor Adquisitivo (UVA).

Precisamente, dos rubros que destacan las estadísticas de la cartera laboral como más dinámicos en la creación de empleo fue el de actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, que aportó el 17% del total de nuevos trabajadores registrados y creció un 2,1% en la comparación interanual.

En tal sentido, durante 2017, la cantidad de escrituras celebradas fue creciendo mes a mes, y pasó de las algo más de 3.400 en enero, hasta el récord de 7.800 en diciembre, por lo que, comparado con el mes anterior, enero de este año registró una caída en la cantidad de escrituras del 43% en cantidad y del 36% en pesos.

01/03/2018: El presidente Mauricio Macri, inaugura las sesiones ordinarias legislativas 2018, en el Congreso de la Nacion (a esa hora él ya conocía los problemas de Gustavo Arribas, el jefe de la inteligencia). Foto: HUGO VILLALOBOS01/03/2018: El presidente Mauricio Macri, inaugura las sesiones ordinarias legislat ivas 2018, en el Congreso de la Nacion (a esa hora él ya conocía los problemas de Gustavo Arribas, el jefe de la inteligencia). Foto: HUGO VILLALOBOS

El multiplicador de la construcción

Asimismo, la inversión pública tuvo incidencia en otros rubros del PBI, como el acero crudo (18,0%); minerales no metálicos, con aumentos en cemento (17,4%) y otros materiales de la construcción (15,7%).

Contribuyeron a la mejoría del indicador metalmecánica (4,9%) y sustancias y productos químicos (3,7%), un rubro en el que sobresalen fibras sintéticas (111,4%), y plásticos y caucho sintético (53,4%).

Otro buen desempeño correspondió a la producción agropecuaria, que trasladó sus efectos a maquinaria agrícola, fertilizantes y agroquímicos. Aunque paradójicamente, alimentos y bebidas fueron en conjunto 0,7% atrás, aunque con buen desempeño en carnes rojas (9,1%) y lácteos (10,9%).

En cambio, actividades y servicios sociales (3,7% interanual), intermediación financiera (2,3%), comercio mayorista y minorista, y hoteles y restaurantes exhibieron una buena performance. A este marco se agrega que comercio y reparaciones explicaron el 12% de las nuevas contrataciones, con un aumento de 12.300 trabajadores (o un 1,1% interanual).

El gran chasco macrista de sus dos primeros años fue la extracción en minas y canteras, en el que habían cifrado grandes esperanzas, pero que recién en el último trimestre de 2017 empezó a revertir la caída.

Principalmente, el sector petrolero, que bajó 6,1% el año pasado, dejó el tendal de despidos: ya acumula alrededor de 8000 trabajadores menos en el medio término de presidencia de Macri.

La industria manufacturera transcurrió el año mirando más hacia el proceso de recuperación del Brasil que a los propios estímulos domésticos. La industria automotriz, terminales y autopartistas, afrontaron la paradoja de que se vendiera al nivel de los mejores años de la década, pero que, de ese movimiento, 7 de cada 10 productos, fueran piezas o vehículos terminados, se originen en Brasil.

De modo que el panorama de la industria manufacturera se presenta muy heterogéneo. Aportó en el año el 82% de la destrucción de empleo: 17.600 trabajadores menos que en 2016, versus 42.600 nuevos trabajadores registrados en la construcción.

01/03/2018: Gobernadores para escuchar a Mauricio Macri: Gerardo Morales (izq), María Eugenia Vidal, Alfredo Cornejo, Horacio Rodríguez Larreta, Gustavo Bordet, detrás cuchichean Juan Manuel Urtubey y Sergio Uñac. Foto: HUGO VILLALOBOS01/03/2018: Gobernadores para escuchar a Mauricio Macri: Gerardo Morales (izq), Mar� �a Eugenia Vidal, Alfredo Cornejo, Horacio Rodríguez Larreta, Gustavo Bordet, detrás cuchichean Juan Manuel Urtubey y Sergio Uñac. Foto: HUGO VILLALOBOS

Desde que asumió el gobierno de Macri, la cantidad de despidos fabriles ronda los 66.100, número en el que se mezclan los caídos por la menor actividad tanto de la exportación como del consumo interno y la disrupción tecnológica en industrias mano de obra intensivas como la metalmecánica, donde la automatización de procesos destruye empleos.

Un dato estructural que aporta a El Cronista Comercial el director del CEPED/UBA e Investigador del CONICET, Javier Lindenboim, es que a lo largo de los primeros 7 años de registro (2009 a 2015 inclusive) se creó un importante volumen de empleo, claro que concentrado casi en un 80% en 2010 y 2011, ya que en 2009 y 2012 hubo pérdida y en 2014 la variación fue casi nula.

El promedio de 11 mes es de ese lapso arroja unos 80 mil empleos, de los cuales casi la mitad fueron de comercio y transporte aportando un quinto los servicios de enseñanza y salud y menos del 20% la industria sumada a la construcción.

Los 11 meses disponibles de 2017 muestran cifras similares y quizás más atractivas, ya que el peso del empleo creado en la industria y la construcción fue más importante y, en general, las diversas ramas crecieron algo más armónicamente.

Concluye en que si la dinámica económica de modesto crecimiento continuara en 2018, podría preverse una absorción de empleo similar a la del año último, aunque no es claro que ello se verifique de ese modo, habida cuenta de los nubarrones que se observan en el horizonte que han determinado que las proyecciones conocidas vayan siendo modificadas a la baja.

 

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