“El mundo ya no habla de ‘si’, sino de ‘cuándo’: la OTAN se alista para la guerra y Trump fracasa como garante de la paz”

“El mundo ya no habla de ‘si’, sino de ‘cuándo’: la OTAN se alista para la guerra y Trump fracasa como garante de la paz”

Por un analista geopolítico internacional

1. El nuevo lenguaje de la OTAN: ya no hay lugar para condicionales

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, lo dijo sin ambages: «tenemos que estar preparados para cuando nos ataquen». En apenas una frase, la organización defensiva más poderosa del planeta dejó atrás décadas de discurso diplomático preventivo para abrazar abiertamente una narrativa de inminente confrontación. La alianza transatlántica, liderada por Estados Unidos, exige a todos sus miembros elevar el gasto militar al 5% del PBI, una cifra sin precedentes desde la Guerra Fría. El mensaje es claro: no se trata de si habrá guerra, sino de cuándo, dónde y con qué intensidad.

2. El fracaso de Trump como «garante de la paz» y el regreso de la tensión nuclear

Donald Trump prometió en su campaña que el conflicto en Ucrania se resolvería en 24 horas si él regresaba al poder. No solo eso no ocurrió, sino que las tensiones se han incrementado peligrosamente. La reciente conversación telefónica con Vladimir Putin, donde el mandatario ruso advirtió firmemente que responderá a los ataques ucranianos a aeródromos rusos, expuso que no hay espacio para acuerdos ni mediaciones. El propio Trump reveló que Putin se niega a cualquier cese del fuego. A esto se suma el avance del programa nuclear de Irán, que vuelve a introducir en el escenario internacional el fantasma de un conflicto atómico.

3. Europa se rearma: el regreso del paradigma militar-industrial

La economía de guerra ya no es una hipótesis: es una realidad en construcción. Alemania ha anunciado que invertirá hasta 125.000 millones de euros anuales para su rearme. Francia y el Reino Unido también han elevado su presupuesto en defensa. Estados Unidos, por su parte, ha exigido a sus aliados que contribuyan con un paquete de 800.000 millones de dólares a la OTAN. La industria armamentística estadounidense, en connivencia con el complejo financiero global, se prepara para un ciclo de crecimiento exponencial. El negocio de la guerra está en marcha, disfrazado de defensa colectiva.

4. Ucrania en la cuerda floja: avance ruso desde Sumi y amenaza desde Transnistria

La llamada «operación de verano» de Rusia ha comenzado con fuerza. Las fuerzas rusas avanzan desde el este y desde la región de Sumi, mientras que Moldavia denuncia el posible despliegue de 10.000 soldados rusos en la región separatista de Transnistria. Zelenski intenta mantener el apoyo occidental, pero lo que recibió en su última reunión con la OTAN no fue un memorándum de entendimiento, sino un ultimátum para que acepte condiciones que bordean la rendición. Ucrania enfrenta el dilema de resistir con recursos cada vez más escasos o negociar en desventaja total.

5. El colapso de la economía estadounidense y el nuevo proteccionismo salvaje

Mientras la guerra se expande, la economía de Estados Unidos también muestra signos de fragilidad. El último informe de empleo de ADP reveló la creación de solo 37.000 puestos en el sector privado, el peor registro en dos años. En paralelo, Donald Trump ha propuesto sanciones del 500% a los países que comercien con Rusia, incluyendo a China e India. Si esto se implementara, significaría el fin formal de la globalización. El mundo entraría en una guerra comercial sin retorno, afectando especialmente a las economías emergentes y a los países periféricos como Argentina, Brasil y Sudáfrica.

6. La triple amenaza: OTAN, Ucrania y guerra comercial

Trump enfrenta una triple presión: debe sostener la alianza militar más costosa del mundo, manejar un conflicto que se le va de las manos en Ucrania y evitar que la economía nacional colapse bajo su propio peso. Pero sus decisiones recientes, como prohibir el ingreso a estudiantes de 12 países y vetar viajes desde naciones clave como Irán, Haití o Venezuela, muestran que opta por un giro autoritario antes que por una estrategia diplomática o productiva. En este marco, la figura de Elon Musk incluso ha reaccionado duramente, llamando a los senadores a rechazar el plan fiscal de Trump por considerarlo «una aberración».

7. ¿Y América Latina? Riesgos de una implosión financiera y militar

El sur global observa con creciente preocupación. La dolarización forzada que muchos gobiernos adoptaron en América Latina puede derivar en un colapso financiero ante la debilidad de la moneda estadounidense. A esto se suma la militarización de la región, bajo el argumento de combatir el narcotráfico o controlar migraciones. Los acuerdos con la OTAN, que algunos países como Colombia y Brasil han explorado, podrían arrastrar a la región a una escalada bélica en la que no tiene ningún interés estratégico ni beneficio.

8. Conclusión: la órbita de la guerra se cierra sobre el planeta

La humanidad enfrenta un punto de inflexión. La paz ya no es el horizonte común de las naciones, sino una excepción olvidada. Las lógicas de rearme, represalias, bloqueos y ultimátums dominan la agenda internacional. La OTAN se prepara abiertamente para combatir. Trump ya no es un mediador, sino un detonante. Europa financia su rearme a costa del bienestar social. Rusia se rearma con disciplina imperial. Irán se acerca peligrosamente a la línea roja nuclear. Y China, silenciosa pero vigilante, espera su turno.

El mundo no está al borde de una guerra: está dentro de ella, aunque todavía no lo haya aceptado formalmente.

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