Redacción Perico Noticias // La noticia de que los concejales y funcionarios de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy, liderada por el intendente Raúl “Chuli” Jorge, recibieron un aumento salarial que supera los 5 millones de pesos, ha detonado la indignación de la clase media y los sectores populares. En una ciudad donde las calles parecen campos de batalla, los barrios están abandonados y los servicios colapsan, este escándalo salarial simboliza el agotamiento de un modelo político que ha priorizado sus propios privilegios mientras exige sacrificios a los demás.
Los números no mienten: 1.300.000 pesos de incremento en apenas dos meses (entre septiembre y noviembre) no es solo un “ajuste”, sino un acto descarado de una gestión que, a todas luces, ha perdido la brújula ética y social. Mientras tanto, las tasas municipales y los impuestos aumentan sin control, estrangulando a una población que apenas llega a fin de mes.
El Cansancio de una Ciudad que Clama por Cambios
La reacción en redes sociales refleja el hartazgo de los vecinos: una clase trabajadora que siente que paga la fiesta de una dirigencia insensible y alejada de la realidad. Las calles de Jujuy son un retrato de abandono, mientras los salarios de la casta política crecen a niveles desorbitantes.
- “Ahora sabemos dónde van las tasas e impuestos de patente”, comenta un vecino con rabia contenida.
- “La Avenida Bolivia parece Kiev”, ironiza otro, en referencia a la devastación urbana.
- “Por eso no hay plata para arreglar las calles, cortar el pasto ni tener ropa de trabajo”, apunta otro usuario.
Comentarios como estos no son solo expresiones de enojo: son un grito de cambio de una sociedad que ya no tolera el desmanejo. Las familias jujeñas hacen malabares para pagar impuestos, lidiar con la inflación y sobrevivir a una economía que no da respiro, mientras los funcionarios municipales se otorgan salarios que parecen de ciencia ficción.
El Final de un Ciclo Político para el Olvido
Este escándalo no es un hecho aislado. Es el símbolo del final de una etapa política marcada por el clientelismo, la indiferencia y el abuso de poder. El llamado «Chulismo», tras años de gestión, parece entrar en su fase terminal, dejando una ciudad en ruinas y una ciudadanía harta de pagar los costos de una clase política privilegiada.
Vecinos señalan con claridad lo que se viene:
- “Ya saben a quién NO votar en estas elecciones”.
- “Se burlan de los ciudadanos, tengan memoria que en 2025 se vota”.
- “Nos gobiernan sin códigos ni capacidad para liderar”.
La Clase Media, el Verdadero Pilar de la Ciudad
Mientras los salarios de los funcionarios superan los 5 millones de pesos, la clase media y trabajadora jujeña sigue sosteniendo el funcionamiento del Estado con esfuerzo y sacrificio. Es el vecino que paga su patente, su impuesto al combustible, su tasa municipal, y que recibe a cambio calles rotas, barrios abandonados y una ciudad sucia.
El cansancio social no es para menos: los hospitales carecen de insumos, los docentes y policías reciben aumentos irrisorios, y las familias sienten que cada vez tienen menos a pesar de trabajar más. El contraste con los sueldos de los concejales y secretarios no solo es insultante, es la evidencia de un modelo agotado que ha perdido su legitimidad.
Un Grito de Cambio en Jujuy
Los ciudadanos lo tienen claro: el 2025 será el año del cambio. La memoria social será implacable para quienes se enriquecen a costa del esfuerzo del pueblo. Las urnas hablarán, y el fin del “Chulismo” marcará el inicio de una nueva etapa en Jujuy, donde el progreso, la transparencia y la empatía con el ciudadano común sean la regla y no la excepción.
“Por eso estamos como estamos. Pero ya no más. El pueblo está cansado y sabe quiénes son los responsables. En 2025, el cambio lo hacemos entre todos.”
Jujuy no puede permitirse más funcionarios millonarios y vecinos empobrecidos. La dignidad y la honestidad volverán a gobernar, porque la clase media jujeña ya decidió: se terminó el tiempo de la casta.