“Elon Musk se arrepiente de la motosierra de Milei: una señal de alerta para los libertarios jujeños”

La reciente declaración de Elon Musk, expresando arrepentimiento por haber blandido la motosierra que le regaló Javier Milei durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en febrero, ha generado un sismo político que resuena hasta en los confines de Jujuy. Musk admitió que el gesto «careció de empatía», distanciándose así del símbolo que representaba la promesa de recortar la burocracia estatal.

Este cambio de postura del magnate sudafricano pone en evidencia la fragilidad del emblema libertario de la «motosierra», especialmente en regiones como Jujuy, donde los representantes de La Libertad Avanza (LLA) parecen haber perdido el rumbo.

En Jujuy, la LLA se encuentra estancada, sin referentes legítimos que puedan sostener la bandera del ajuste estatal. Muchos de sus representantes electos provienen del mismo aparato estatal que criticaban, convirtiéndose en lo que juraron combatir: empleados públicos improductivos y parte de la casta política que prometieron erradicar.

La imagen de la motosierra, que alguna vez simbolizó la esperanza de una transformación profunda, ahora se percibe como una amenaza a la supervivencia diaria. El ajuste económico ha impactado directamente en el consumo y en la calidad de vida de los ciudadanos, haciendo que la promesa de un Estado eficiente se transforme en una realidad de recortes sin precedentes.

El arrepentimiento de Musk debería servir como una señal de alerta para los libertarios jujeños. Es momento de reflexionar sobre las verdaderas implicancias de las políticas de ajuste y considerar si están dispuestos a sacrificar el bienestar de la población en pos de una ideología que, en la práctica, ha demostrado ser insostenible.

La motosierra ya no es un símbolo de cambio, sino un recordatorio de promesas incumplidas y de una política que, lejos de liberar, ha oprimido aún más a quienes pretendía salvar.