En 1994 la nación aprobó la ley 24331 de ZONA FRANCA, en ese mismo año el gobierno de Jujuy por ley provincial 4823 adhería, sin embargo tras casi 20 años Jujuy no cumplió con tal disposición.

“Morir de sed teniendo tanta agua”

Jujuy. 03.03.2014

El 18 de mayo del 2014 se cumplirán 20 años de la creación de la Ley Nacional de Zonas Francas, ley a la que, la provincia de Jujuy adhirió en ese mismo año. Sin embargo los enormes beneficios que dicho complejo podría generar para Jujuy, hasta la fecha no alcanzaron ni siquiera un esbozo de interés convirtiéndose en una de las grandes contradicciones de la política fellnerista.

Jujuy, como bién sabido es, es una provincia con enormes dificultades económicas, la misma decidió emprender desde la política el camino hacia el asistencialismo y la dependencia visceral del poder central, hasta quedar administrativamente reducida a una delegación.

En las dos últimas décadas la gestión del FpV encaró la administración en una dirección contraria a los enunciados de los políticos y empresarios de la década del 80, pensamientos resumidos en Jujuy Industrial inserto en el mundo económico.

De esta manera, los deseos de poner a Jujuy en las puertas de los mercados asiáticos y americanos de la costa oeste atreves del Paso de Jama, la inclusión de un cordón productivo industrial anclado en la Zona Franca de los valles de los Pericos junto a una línea minera ubicada en otra Zona Franca de altura, quedó relegada por la elección de los planes sociales (140.000), dejando a un tercio de los jujeños rehenes de un sistema clientelar que sepultó los sueños del desarrollo productivo, proscribiendo la cultura del trabajo.

Sin embargo, los aires de final de ciclo, que admite la propia presidenta de los argentinos, donde el fellnerismo refugió sus últimos años de liderazgo, están presentes en Jujuy.

En consecuencia, tanto desde los sectores opositores, como desde la sociedad civil, surgen ideas e iniciativas para acercar propuestas que impregnen al pos fellnerismo, de alternativas que permitan a la provincia de Jujuy, reinstalarse en el protagonismo productivo nacional.

En este aspecto, reinstalar el debate de la Zona Franca Perico se hace prioritario e impostergable.

Las «Zonas Francas» son espacios en los cuales la mercadería no es sometida al control habitual del servicio aduanero y tanto su «introducción» (importación) como su «extracción» (exportación) no están gravadas con tributos -salvo las tasas retributivas que pudieran establecerse- ni alcanzadas por prohibiciones de tipo económico.

El objetivo de estas Zonas es fomentar el comercio y la actividad industrial exportadora a través de la reducción de costos y la simplificación de los procedimientos administrativos, ofreciendo, además, incentivos fiscales.

Por eso, se espera que nuevamente el tema se reinstale, para acercar alternativas impostergables, ya que los Parque Industriales, serían apenas un complemento en la línea productiva que representa un proyecto libre de impuestos.

La zona Franca permite un abanico de actividades de servicios para  empresas y profesionales para radicarse como “prestadores de servicios” al comercio internacional dentro de un polo especializado en todo tipo de operaciones de comercio exterior y con un amplio radio de acción que abarca el asesoramiento en mercados internacionales, la financiación de proyectos de exportación, los seguros de carga y transporte, el servicio de logística, el soporte legal de transacciones y todos los servicios que con motivos de la operatoria de una zona de libre comercio.

Jujuy, se encuentra en la última encrucijada, la doliente experiencia de haberse transformado en una provincia que expulsa a sus hijos, tal vez sea cambiada por la de una provincia que se ocupa del futuro de sus hijos desde la generación del trabajo digno, la Zona Franca Perico, es una oportunidad imposible de dejar pasar.