En los últimos meses varias empresas multinacionales dejaron de operar de forma directa en el país y tercerizaron la comercialización de sus productos. La salida se argumentó, por un lado, en la inestabilidad económica y en la caída del consumo, y por otro en la necesidad de relocalizar las inversiones.
A pesar de los beneficios económicos que el gobierno de Javier Milei busca dar a las grandes multinacionales para que inviertan en el país, los tiempos que corren invitan a lo contrario: cada vez son más las empresas que deciden dejar de operar en Argentina de forma directa y tercerizar o ceder a otras firmas la comercialización de sus marcas.
El éxodo empresario puede explicarse por varios motivos: por un lado, las compañías entienden que la inestabilidad económica del país continuará y, a esto, se suma una feroz caída en el consumo interno. Por otro lado, varias firmas adjudicaron su salida del país a una reorganización de sus negocios y relocalización de inversiones.
El periodista y economista Raúl Dellatorre publicó recientemente una nota en Motor Económico, donde enumeró que entre las compañías más importantes que abandonaron el país se encuentran Procter & Gamble, más conocida como P&G; Clorox; el banco HSBC; Xerox; y Nutrien, aunque a la lista podrían sumarse algunas petroleras.
La multinacional P&G –que produce artículos de higiene bajo las marcas Gillette, Ariel, Pantene, Vicks, Oral-B, Head&Shoulders, Always y Pampers, entre otras– vendió sus activos en Argentina a la firma nacional Newsan. Si bien esta empresa fabrica electrodomésticos, ahora incursionará en el mercado con estos productos que comercializará bajo licencia de P&G. Algunos se importarán y otros se elaborarán en el país.
En marzo la multinacional Clorox –de capitales estadounidenses y fabricante de marcas como Ayudín o Poett– le cedió la comercialización de sus productos dentro de Argentina y las dos plantes que tiene en el país (una en Buenos Aires y otra en San Juan) al fondo de inversión Apex Capital, radicado en Guatemala.
Meses atrás, además, el banco HSBC le cedió sus activos al Banco Galicia; mientras que el gigante tecnológico Xerox traspasó sus activos en el país al grupo Datco. A ellas se suma la empresa canadiense Nutrien, que produce fertilizantes para el campo, que también está preparando su salida del país.
La petrolera chilena Enap y la norteamericana Exxon Mobil –que tienen áreas de explotación en Vaca Muerta– ya anunciaron su intención de retirarse del mercado, mientras que la nacional Visa se apuntó como la principal interesada en hacerse con los activos de Exxon. Asimismo, la firma brasileña Carmargo Correa puso en venta el paquete de control de la cementera Loma Negra, el cual podría ser comprado por la empresa Pampa Energía, de Marcelo Mindlin.
