Falleció el mítico dirigente peronista Chueco Mazzón de un infarto

 Falleció el mítico dirigente peronista Chueco Mazzón de un infarto
LPO || El legandario dirigente falleció esta noche de un infarto. La noticia conmovió al peronismo.
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El mítico Juan Carlos «Chueco» Mazzón, uno de los hombres más queridos por peronistas de todo el país, falleció esta noche de un infarto. La sorpresiva muerte conmovió a peronistas de todos los sectores -opositores y oficialistas- que compartían la amistad y el respeto por uno de los hombres que más trabajó durante toda su vida por unir al PJ.

Mazzón estaba embarcado por estas horas en la causa de su vida, la unificación del peronismo, en este caso detrás de la candidatura presidencial de Daniel Scioli.

Este legendario santafesino, pero mendocino por adopción, trabajó bajo las ordenes de todos los últimos presidentes del peronismo: Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Kirchner. Ahora trabajaba por ver a otro peronista en la Casa Rosada y de hecho Scioli fue uno de los primeros en lamentar su pérdida.

En el último mandato de Cristina vivió acaso los momentos más ingratos, cuando la Presidenta lo echó de la Casa Rosada porque no soportó que en el cierre de listas de Mendoza el peronismo no le diara a La Cámpora todas las candidaturas que ambicionaba. «Cristina tenes que entender que acá en Mendoza todavía hay un partido», le dijo palabras más palabras menos Mazzón a la Presidenta, cuando esta le exigió que desarmara una lista que habían consensuado todos los actores importantes del PJ mendocino.

Eterno conciliador, siempre trabajó para construir triunfos del peronismo, que nunca lo tuvieron como candidato.

Figura legendaria por su sentido común y picardía para armar escenarios electorales, Mazzón era el ministro sin cartera que se encargaba de articular el peronismo nacional.

Se llevó mucho mejor con Néstor, a quien cariñosamente apodaba «el loco», que con Cristina que recelaba de su autonomía. Pero su gran contrincante en el gobierno fue Carlos Zannini, que no ocultaba su desprecio por lo que el consideraba el «pejotismo».

Hacedor de la carrera de incontables gobernadores, intendentes y legisladores de todo el país, Mazzón fue además un entusiasta impulsor del ingreso de los jóvenes en la política.

Militante desde su juventud sufrió la persecución de la Dictadura y en los setenta formó parte de Guardia de Hierro, la mítica agrupación peronista. Mentor de los inicios políticos de José Luis Manzano, lo acompaño en los 90 como viceministro del Interior.

Luego ocupó cargos de menor relevancia institucional -generalmente una asesoría especial-, pero siempre pegado a los presidentes, convirtiéndose así en un hombre de consulta del peronismo que trascendía las fronteras internas y encontraba el consenso allí donde parecía imposible.

Hiperactivo a sus más de 70 años, solía mantener hasta tres reuniones al mismo tiempo. La muerte lo sorprendió en su casa y cargó con un luto profundo al peronismo, a horas del primer desafío fuerte por el que tanto había trabajando.

Respetado por amigos y adversarios, esta noche la política sintió el golpe por la partida de uno de los de verdad.

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