Francisco Nicolás Contino, nacido el 9 de marzo de 1923 en Tucumán y criado en Yuto, Jujuy, es considerado uno de los precursores de la ecología en el norte del país. Su infancia en un entorno tropical y maderero lo conectó profundamente con la naturaleza, un vínculo que se reflejaría en su extraordinaria obra como ornitólogo, taxidermista, fotógrafo y dibujante.
Aunque solo cursó hasta cuarto grado de la escuela primaria, Contino, apodado cariñosamente «Coco», se dedicó a perfeccionar su conocimiento a través de cursos por correspondencia de fotografía y taxidermia. Este autodidacta excepcional creó una vasta colección de trabajos de taxidermia, y más tarde, su arte trascendió en forma de dibujos a lápiz y tinta china, donde capturaba con precisión y belleza la vida de las aves y otras especies de la región.
Contino fue mucho más que un investigador y artista; fue un verdadero poeta de la naturaleza. Su profundo conocimiento y pasión lo llevaron a colaborar con prestigiosas instituciones como la Universidad Nacional de Salta y el Instituto Miguel Lillo de Tucumán. Además, fue contratado por el Instituto de Investigación de Recursos Naturales Renovables de Salta, donde realizó expediciones por todo el país, desde las Islas Malvinas hasta la Puna jujeña.
En la década del 70, su obra se consolidó con la publicación de Elementos sobre algunos rapaces del N.O. Argentino y Aves del N.O. Argentino, impresas por el gobierno de Salta para preservar el patrimonio natural. Pero quizás su legado más accesible y perdurable sean las tres películas que dirigió: El picaflor de cola larga, Aves altoandinas y Nuestros aliados los pájaros, recientemente digitalizadas y que capturan la esencia de su amor por las aves.
El 5 de septiembre de 2024, la comunidad de Yuto rendirá homenaje a su hijo adoptivo descubriendo una placa en su honor. Este acto no solo celebra su vida y obra, sino que también busca inspirar a las nuevas generaciones a seguir sus pasos, reconociendo la importancia de la sostenibilidad y el respeto por el planeta. Su hermano Ángel, junto a su esposa Celia “Tota” Salinas, estarán presentes en esta emotiva ceremonia, un merecido tributo a un hombre que dedicó su vida a la naturaleza.
Una hoja, al rozar mi mejilla
una lágrima fría virtió
y mi rostro tan triste y marchito
sintió la presencia de Dios.
Francisco N. Contino
Francisco Nicolás Contino falleció el 21 de junio de 1983, pero su legado sigue vivo, recordándonos la importancia de conservar y proteger el mundo natural que él tanto amó y supo plasmar con talento y devoción.
Francisco Contino: El Hombre Que Se Fundió con la Naturaleza
Pocas veces, en mi carrera como periodista, he encontrado a un interlocutor tan etéreo como Francisco Contino. Al conversar con él, uno siente que se desvanece en el aire, como si su esencia misma estuviera fusionada con la naturaleza que tanto amaba. Contino es un poeta en el sentido más puro; no escribe versos, pero vive la poesía con una intensidad que trasciende las palabras.
Nacido en Tucumán en 1923, sería incorrecto decir que Contino pertenece a un solo lugar; es un ciudadano del mundo natural, un contemplador de las verdades fundamentales que rodean su existencia. Hijo de un afilador de sierras, comenzó su vida laboral en un aserradero, pero su destino estaba ligado a las aves que observaba desde niño en Yuto, Jujuy. Con solo tercer grado de primaria, este hombre autodidacta se convirtió en uno de los ornitólogos más destacados del país, llevando a cabo investigaciones que lo elevaron más allá de su humilde origen.
En nuestra conversación, Contino compartió su pasión por la cinematografía, revelando cómo, a pesar de las dificultades, logró filmar ciclos vitales de las aves en el norte argentino. Sus películas, como El picaflor de cola larga y Aves altoandinas, han sido ampliamente reconocidas por su valor científico y artístico. Con humildad, Contino también habló de su trabajo como dibujante para el Instituto Lillo, donde sus láminas de aves se han convertido en piezas fundamentales de estudio.
Francisco Contino no solo buscaba conocimiento, sino que también aspiraba a una finalidad trascendental en su vida. Para él, cada día era una nueva oportunidad de revelación, una jornada para adentrarse más en los misterios del mundo natural. Hoy, vive en Salta, pero sigue huyendo hacia la naturaleza, buscando purificar su espíritu lejos de una sociedad que no comprende.
Contino concluyó nuestra charla con una reflexión poética, un lamento por la búsqueda infinita de la luz en medio de un futuro incierto. Su vida y obra son un testimonio de la profunda conexión entre el hombre y la naturaleza, una búsqueda eterna por comprender el todo desde la soledad y la contemplación.
“Parado en este punto que se llama instante,
veo el pasado que se pierde en el tiempo, lejano, escalofriante
Angustiada mi mente se vuelve para enfrentar el porvenir, de modo desafiante.
Quiero encontrar la luz que mi alma busca
en el camino que sigo vacilante
Pero cuando percibo la claridad distante
el futuro me muestra
un infinito vacío… allá adelante”.
Francisco N. Contino
Francisco Contino es, sin duda, un hombre que se ha elevado más allá de lo terrenal, un verdadero poeta de la naturaleza cuya vida continúa siendo una fuente de inspiración*.
* Reproducción de una nota a Francisco Contino de la revista, Los reportajes de PETS, Sección Mundo Insólito – Gentileza Rubén Loaiza
