Monterrico late al ritmo de una gestión que no descansa. Bajo el liderazgo del intendente Luciano Moreira, la ciudad avanza con firmeza en la resolución de problemas estructurales, sin descuidar los desafíos cotidianos que impactan directamente en la calidad de vida de la comunidad. En ese marco, se concretó una importante visita institucional: el Jefe de la Policía de la Provincia, Milton Sánchez, recorrió junto a Moreira las obras del nuevo edificio policial para el barrio San Vicente, símbolo de una gestión que se planta con decisión ante el delito y apuesta a un estado presente, cercano y eficiente.
Durante el encuentro, el intendente solicitó con énfasis más operativos de prevención en los barrios, poniendo como prioridad la lucha contra el narcotráfico y el fortalecimiento de la seguridad ciudadana. “Nuestra comunidad necesita paz, presencia institucional y un Estado que defienda a los vecinos con hechos”, remarcó Moreira, quien destacó que Monterrico no puede ni quiere ceder un metro ante las redes del delito. La articulación con la fuerza policial es clave en esta etapa de fortalecimiento institucional.
Además, se confirmó una excelente noticia: nuevos agentes de policía se incorporarán a las dependencias de la ciudad, y con ellos, se sumarán motos 0km que optimizarán los patrullajes y la capacidad de respuesta ante emergencias. Esta mejora tangible en los recursos operativos es resultado de gestiones persistentes por parte del intendente, quien no solo exige, sino que también propone, planifica y ejecuta junto a las instituciones provinciales.

La visita al barrio San Vicente fue más que un recorrido técnico: fue una señal clara de presencia política en los territorios. Allí se levanta una comisaría moderna, pensada no solo como un edificio sino como una herramienta fundamental para devolverle tranquilidad a una zona históricamente postergada. Para Moreira, cada obra pública tiene un destino: mejorar la vida de la gente. Y en esa convicción, las políticas de seguridad no se improvisan ni se delegan: se construyen colectivamente.
Este modelo de gestión, centrado en la proximidad con los vecinos y la anticipación a los conflictos, está marcando la diferencia en Monterrico. Con presencia, diálogo, obra pública y planificación, Luciano Moreira encarna una forma de gobernar donde el municipio vuelve a ser el motor del desarrollo local y el garante de la convivencia.
Mientras algunos aún debaten si la política puede transformar realidades, Monterrico ya está transitando ese camino, con hechos, no promesas. La seguridad no es solo represión: es también infraestructura, planificación y decisión. En cada esquina iluminada, en cada calle segura, se respira la voluntad de una gestión que no mira para otro lado.
Monterrico progresa porque su gente y su intendente tiran para el mismo lado.