Perico Noticias entrevistó a Gastón Remy, economista y diputado provincial (PTS–FITU).
A partir de su Informe Fiscal Jujuy – Octubre 2025, conversamos con Remy sobre lo que, según sus números, es la foto cruda del modelo provincial: salarios licuados, caja financiera abundante y deuda que aprieta. “No es fatalidad: es una decisión política”, dispara.
—¿Cuál es la foto fiscal del primer semestre?
—La provincia cerró con un superávit acumulado de $126.808 millones. Ese excedente no se tradujo en mejoras salariales ni en obra: se acumuló y se colocó en el sistema financiero, con un salto de 440% en inversiones hasta $66.615 millones. Se financia pateando pagos a proveedores y tomando nuevas deudas. En criollo: el Estado “pisa” la plata y la manda a rendir intereses mientras pymes y monotributistas pierden contra la inflación.
—¿Qué pasó con los salarios estatales?
—Son la variable de ajuste. Del 2016 al 2024 la masa salarial perdió 42,5% de poder de compra. El último “aumento” que se liquidó fue de $13.000: un kilo de milanesas. Hoy el salario mínimo estatal ronda $700.000 y en docencia $745.000, que apenas cubren el 64% de la canasta (Dipec). Entre 4.500–5.000 municipales jornalizados están peor: $300.000–$400.000. Además, Jujuy paga el básico docente más bajo del NOA y solo 20% del sueldo bruto es remunerativo.
—Si hay superávit, ¿cuánto rinde esa “plata quieta”? ¿Alcanza para salarios?
—Con los fondos acumulados a junio por $482.175 millones, a una tasa mensual del 3,5%, la renta financiera ronda $16.876 millones por mes. Eso alcanza para otorgar un 15% de aumento a toda la administración pública. Plata hay; falta decisión política.
—Mientras se acumula caja, ¿qué pasa con la deuda?
—Subió 13% respecto del primer trimestre y llegó a $672.675 millones; 96% está en dólares. La devaluación empuja ese stock y Cauchari, lejos de aliviar, sigue siendo una carga. Traducido por cabeza (con 800.000 habitantes): unos $840.000 por jujeño. El problema no es solo el monto: es la estructura en moneda dura que te deja sin aire.
—Coparticipación y recaudación propia: ¿se frenaron?
—Desde julio, la coparticipación está estancada. En paralelo, la recaudación provincial muestra una leve suba. Ese combo empuja al gobierno a profundizar el ajuste para sostener el superávit, en lugar de apuntalar ingresos y actividad.
—Jujuy exporta litio. ¿Por qué la caja no “rebalsa”?
—Porque hay una brecha entre lo que se extrae y lo que queda. Las regalías mineras subieron 33% interanual, pero las cantidades exportadas crecieron 51%: pesa la caída del precio internacional del carbonato de litio y, sobre todo, la desigualdad entre mayor extracción de bienes comunes, su impacto ambiental y los magros fondos que efectivamente ingresan a la provincia.
—Usted habla de un “superávit de la miseria”. ¿Qué significa políticamente?
—Que Sadir aplica el mismo libreto que Milei: superávit a costa de licuar salarios y atrasar pagos, pero en Jujuy empezó antes, cuando él era ministro de Hacienda de Morales. El “éxito fiscal” no es gestión eficiente sino la transferencia de ingresos de trabajadores y proveedores al circuito financiero del Estado. No es inevitable: es una elección de gobierno.
—¿Qué salida propone para que “la plata vuelva a los bolsillos”?
—Abrir la caja: publicar todas las inversiones financieras y redirigir los rendimientos a recomponer salarios por arriba de la inflación; terminar con el “negreo” de sumas no remunerativas; pagar de contado a proveedores; auditar la deuda en dólares (Cauchari incluido) y congelar nuevo endeudamiento; discutir un nuevo régimen de regalías que ligue ingresos provinciales al valor agregado y a estándares ambientales. Eso requiere unidad desde abajo, asambleas por sectores y un plan de lucha de los gremios para forzar el giro de política.
—Su veredicto final en una línea.
—Jujuy no es pobre: está empobrecida por decisión política. Si movemos la aguja del lado de salarios, producción y control social de la caja, la salida está. Si seguimos financiando la timba, el costo lo paga la gente.
Entrevista elaborada con base en el “Informe Fiscal Jujuy. Octubre 2025” de Gastón Remy. Las cifras per cápita toman la población de 800.000 habitantes provista por el entrevistador –Perico Noticias–
“Hay plata y hay prioridades: en Jujuy coexisten superávit y salarios de miseria, rendimientos financieros y deudas en dólares que condicionan el futuro. Nuestro planteo es claro: abrir la caja, publicar las inversiones financieras del Estado, redirigir sus rendimientos a recomponer salarios por encima de la inflación, terminar con las sumas no remunerativas y pagar en término a proveedores. Proponemos auditar la deuda y revisar el régimen de regalías del litio para que el mayor nivel de extracción se traduzca en más recursos provinciales con estándares ambientales.
No es destino: es decisión política. Lo demostramos con números. Toca a la ciudadanía evaluar un rumbo que ponga primero el trabajo, el salario y la producción, por encima de la timba financiera. Transparencia, empleo digno y planificación: ese es el camino.”, cerró Remy.