Industria en alerta: el temor a una avalancha importadora que podría arrasar con fábricas y empleos
La Unión Industrial Argentina (UIA) encendió las alarmas tras las recientes declaraciones del presidente electo, Javier Milei, sobre la eliminación de impuestos a las compras del exterior. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, expresó su profunda preocupación por el impacto que esta medida podría tener en la economía nacional, advirtiendo sobre una posible “ola importadora” capaz de destruir el tejido industrial del país y poner en riesgo miles de puestos de trabajo.
“Eliminando los impuestos a las importaciones, las empresas nacionales quedan en clara desventaja. Necesitamos competir en igualdad de condiciones”, sostuvo Funes de Rioja. La propuesta de Milei, según el dirigente, amenaza con abrir las puertas a productos extranjeros que, en muchos casos, cuentan con subsidios estatales en sus países de origen, lo que podría traducirse en una avalancha de bienes a precios con los que las industrias locales difícilmente podrían rivalizar.
La UIA destacó que esta política no solo pondría en jaque a las grandes fábricas, sino también a pequeñas y medianas empresas (PyMEs), que representan una parte fundamental del empleo y la economía argentina. “Sin un marco regulatorio que proteja la producción nacional, estamos dejando desamparado al sector que genera valor agregado y empleos genuinos en el país”, añadió Funes de Rioja.
Además del impacto en el empleo, los industriales señalan que una liberalización indiscriminada de las importaciones podría deteriorar las cadenas de valor locales y debilitar la soberanía productiva, volviendo al país más dependiente de insumos y bienes del exterior.
Por su parte, desde el equipo económico de Milei argumentan que la apertura comercial y la eliminación de impuestos reducirían costos para los consumidores y mejorarían la competitividad de la economía argentina. Sin embargo, la falta de medidas complementarias, como un plan para modernizar la infraestructura productiva nacional, ha generado críticas desde diversos sectores.
La polémica está instalada, y la UIA ya anticipa un escenario de tensiones con el próximo gobierno. La clave, según Funes de Rioja, es encontrar un equilibrio entre fomentar la competencia y proteger los sectores productivos nacionales, para evitar un impacto devastador en la industria argentina.
Mientras tanto, los trabajadores y empresarios de todo el país miran con incertidumbre un futuro que, para muchos, dependerá de cómo se gestionen estas políticas en los primeros meses de la nueva administración.