La arena política argentina está en ebullición. La reciente adhesión de Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, y Ramiro Egüen, de 25 de Mayo, a las filas de La Libertad Avanza (LLA) ha desencadenado un efecto dominó que resuena con fuerza en todas las provincias, especialmente en Jujuy. La oficialización de LLA como partido en esta región ha puesto en alerta a los líderes locales.
La consolidación del gobierno de Javier Milei, respaldada por indicadores económicos favorables y la inminente influencia de Donald Trump en la escena internacional, está redefiniendo las lealtades políticas. Intendentes del PRO, el peronismo y la UCR, conscientes de este cambio de paradigma, evalúan su posición ante la marea violeta que avanza sin tregua.
En Jujuy, la pausa en el desdoblamiento electoral es más que una señal de debilidad; es el preludio de una posible debacle. La oficialización de LLA en la provincia y la creciente influencia de su líder estrella «Javier Milei», sugieren que los concejales libertarios podrían no solo ganar protagonismo en 2027 quedandose con las intendencias, sino anticipar su influencia en el escenario político actual ante el efecto pato rengo que padecerán intendentes y hasta el propio gobernador.
La marea libertaria no muestra signos de detenerse. Los líderes que no reconozcan este cambio de era corren el riesgo de ser arrasados por el tsunami político que se avecina. La pregunta que queda en el aire es: ¿quiénes se adaptarán y sobrevivirán en este nuevo orden y quiénes quedarán relegados al olvido?.
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