«JP Morgan se va, Pimco también: Wall Street abandona el experimento Milei»

«JP Morgan se va, Pimco también: Wall Street abandona el experimento Milei»


Argentina arde y no precisamente por el termómetro del invierno: arde por dentro, en su sistema financiero, su balanza externa y su credibilidad ante el mundo. Esta semana, el mayor banco de Wall Street, JP Morgan, dio una señal inequívoca: recomendó salir de la Argentina. Su veredicto es lapidario: atraso cambiario y riesgo electoral. Traducido a idioma crudo: el modelo de Milei no cierra ni en Excel.

Como si no bastara con ese campanazo, el mega fondo Pimco –una de las usinas de inversión más grandes del planeta– habría desarmado posiciones por 1.600 millones de dólares, marcando el inicio de un éxodo de capitales que podría desangrar el mercado local en cuestión de semanas. El famoso «carry trade» –esa bicicleta financiera que aprovecha tasas altísimas con un tipo de cambio contenido artificialmente– está siendo desmantelado por quienes lo construyeron. Y eso siempre significa lo mismo: corrida cambiaria en puerta.

El «riesgo electoral» del que hablan los traders no es otra cosa que incertidumbre democrática traducida a código financiero. Significa que Wall Street no cree que el experimento anarcocapitalista tenga la musculatura política y social para sostenerse más allá del corto plazo. Ven que la motosierra no genera estabilidad sino desesperación. Y que lo que parece «orden macroeconómico» es, en realidad, una olla a presión sostenida por alambres, represión y relato.

Pero lo más inquietante es la mención al «atraso cambiario». Cuando los grandes fondos dicen que el dólar está «barato», no lo hacen por ideología sino por negocio. Saben que el valor del peso actual no refleja la verdadera debilidad estructural del país: atraso exportador, brecha creciente, escasez de reservas, caída de la actividad y dependencia de ingresos financieros volátiles. En otras palabras: el tipo de cambio oficial es una fantasía y el mercado lo sabe. Solo falta que alguien grite: «el rey está desnudo».

  "Preska no falló contra la Argentina: falló para hundirla"

Este panorama deja a la Argentina al borde de una nueva crisis de confianza internacional. ¿Qué inversor serio va a poner un dólar en un país del que los propios bancos globales recomiendan escapar? ¿Qué exportador va a liquidar si sabe que se viene un salto devaluatorio? ¿Qué ciudadano no va a correr por dólares cuando hasta Pimco y JP Morgan abandonan el barco?

La administración Milei se jactó de «volver a los mercados» con una mística de ajuste heroico. Hoy, los mercados le devuelven la sonrisa con una bofetada. Porque no hay blindaje ideológico que resista la lógica del capital: cuando no hay confianza política ni garantías institucionales, los dólares vuelan.

La Argentina se acerca, otra vez, al abismo. No por culpa de «la casta», ni del populismo, ni del déficit fiscal, sino por un experimento que cree que puede gobernar sin política, sin soberanía monetaria y sin tejido social. Wall Street ya votó: y no votó por Milei.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *