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Periodismo: “Ser o Morir en el Intento” Por Jorge Lindón

Jujuy. 07.06. 2014 – Alcanzar la profesión de periodista en una provincia autoritaria, es casi una utopía. Las condiciones para el desarrollo de la actividad requieren principios republicanos, que en Jujuy la política viene evitando”
DÍA DEL PERIODISTA
«¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península?… Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal, con el título de la Gaceta de Buenos Aires.»
Mariano Moreno, Gaceta de Buenos Aires del 7 de Junio de 1810
Por Jorge Lindón
La creación del periódico la Gaceta, allá por 1810, nació para difundir los actos de aquella primigenia organización política. Siempre, el pueblo vencedor ha impuesto no solo su versión de la historia, también el relato de su dinámica.
Al periodista, en los tiempos contemporáneos, se le exige desde el poder político, ética y objetividad; cualquier otra versión en esta década de la mordaza, ha sido descalificada.
En nuestra provincia también se registran restricciones a la libertad de expresión, aplicada por diferentes mecánicas de presión que hasta ahora permite dejar en pié un relato monocorde.
Uno de los mecanismos de restricción a la verdad en Jujuy, es permitir la concentración de medios, de cuyo poder se cooptó parte del gobierno. Es el camino que algunos empresarios de medios usaron para adquirir representatividad.
El crecimiento solo muy pocos medios ha sido posible por la discrecionalidad de la pauta oficial que ellos mismos disponen.
De este modo, la verdad queda subordinada a los políticos de turno que dominan la construcción del relato.
En una provincia donde la actividad privada decrece, no es posible que haya un legítimo desarrollo de nuevos medios, ya que no hay una cartera de clientes sólida que haga posible el desarrollo de una idea de negocio sin depender de la pauta oficial.
A través de los años, la oposición no supo brindar a los periodistas un camino que proteja el derecho a la información, ya que ellos se mostraron tolerantes ante tal impedimento ejercido desde siempre por el fellnerismo, dejando a la prensa sumida en conjeturas y especulaciones.
La legislatura este año realizó presentaciones pidiendo transparencia al estado provincial, los intentos resultan demasiados tibios y sin eficacia, demostrando ausencia de creatividad y un raquítico compromiso republicano para hacer respetar la ley 4444.
Cuando la organización social Tupac Amaru se presentó en las redacciónes de un par de diarios de la capital, la oposición puso el grito en el cielo, pero solo en el ámbito legislativo, donde todo se desvanece.
En Perico días atrás la Multisectorial integrada por sectores opositores se mostró intolerante con el multimedio más importante del Dpto. El Carmen. Llegaron a hasta las puertas del canal 2 para insultar y objetar la posición periodística que sostiene ese medio, donde no hay ningún dirigente del lugar que no haya sido recibido alguna vez por esa empresa.
Sin embargo, ninguna expresión política señaló el amedrentamiento como un ataque a la libertad de expresión. ¿Acaso la oposición solo ve la paja en el ojo ajeno?
En definitiva en Jujuy, es la política, el muro más duro que un periodista debe superar para alcanzar el desarrollo de su profesión. Por ejemplo, además de ser imposible acceder a la información del estado, el propio gobernador bajó en índice de precios tres años atrás, reduciendo a La DIPPEC aun anexo parasitario del INDEX de Moreno, pasaje del oscurantismo “K” donde Jujuy sumó complicidad.
Todas estas manobras son escollos para la investigación y la mejora de la calidad periodística, ya que suprimen la fuentes, negando el dato para una construcción objetiva.
La ley de medios, una conquista apreciable de la era K, en Jujuy quedó desvirtuada, ya que no se cumplen muchas de sus disposiciones, como la regulación razonable de la pauta oficial; recurso público que hoy se otorga con absoluta discrecionalidad, premiando a los amigos del poder, condicionando la supervivencia de algunos medios, reduciendo periodistas formados a comunicadores militontos “Prensa rentada”, en un escenario donde la supervivencia puede más que el mito romántico de ejercer el periodismo ético desde el infierno del desempleo .
Sin dudas que el periodismo, para su desarrollo demanda fuentes, en cuyas ausencias se requieren múltiples triangulaciones, para acercar a la sociedad la mejor información posible en un marco de negación permanente.
Tarea demasiado ingrata muchas veces; padecer humillaciones, desaires, recibir cartas documentos, descalificaciones, persecuciones, represalias, amenazas y hasta el absurdo de ser presionados para revelar nuestras fuentes; no solo por organismos del estado, sino de políticos, Instituciones, empresas y organizaciones sociales, que no aceptan interrogantes sobre el uso de la cosa pública, ni cuestionamientos sobre servicios públicos.
Todas estas afirmaciones, fueron constatadas y dadas a conocer por FOPEA, en el programa PPT, donde quedó constancia del clima tóxico que respira el periodismo en Jujuy.
El oficialismo presentó en el Senado un proyecto de ley para incorporar la «cláusula de objeción de conciencia» al Estatuto del Periodista Profesional, tal y como lo había solicitado la presidenta Cristina Kirchner.
El proyecto fue presentado por las senadoras del FpV Liliana Fellner y Nanci Parrilli y proponía modificar la ley 12.908 para que los periodistas puedan «negarse a participar en la elaboración o propagación de informaciones contrarias a los principios de la comunicación».
También cuando «se sientan presionados y obligados a participar en la obtención, elaboración y difusión de informaciones contrarias a los principios deontológicos de la profesión, sin que ello pueda suponer perjuicio alguno o sanción».
En el caso particular de Jujuy, desde el periodismo consideramos que esta media, que no fue tratada, debería tener su correlato en la política, ya que nadie se atreve a contradecir la bajada de línea del hermano de la senadora. Estos proyectos en Jujuy no tienen efecto, ya que los medios están concentrados en pocas manos, y el resto hace lo que puede para sobrevivir en una provincia que poco ofrece a sus ciudadanos, llegando a enajenar su moral por un empleo.
Recordemos que la ley de medios dejó a los medios en la categoría constitucional de “interés público”, con lo cual la comunicación es un servicio, lo que implica que informar no es un negocio, por lo cual la pauta oficial es fundamental para medios no especializados en desarrollos de negocios.
Esta concepción deja menos espacio para el periodismo, ya que al ser un servicio, la rentabilidad tiene menos oportunidades.
Por último, es importante sostener, el valor del periodista en la sociedad, ya que por vocación en un explorador permanente de las circunstancias. El periodista tiene una posición crítica e indagatoria inclaudicable las 24 hs del día, aún cuando su producción es retaceada en su difusión o sus trabajos esperen por la aprobación editorial, siempre estará aportando datos, noticias e indicios, con los cuales sus semejantes organizan e interpretan la realidad.