A medida que el debate sobre la implementación de la boleta única de papel avanza en Argentina, Jujuy se encuentra en una encrucijada política, ¿adherirá o no a la recinte norma sancionada a nivel nacional?. Aunque la UCR incluyó este cambio en su plataforma electoral allá por el 2013 y el peronismo ha criticado el sistema electoral vigente por sus vicios, ambos partidos han mostrado resistencia a implementar este sistema en la provincia. Con las elecciones legislativas de 2025 en el horizonte, Jujuy debe reflexionar sobre los beneficios y desafíos que podría traer la adopción de este nuevo modelo electoral, especialmente en un contexto de limitaciones económicas y promesas de reformas que nunca se concretaron.
Aspectos positivos de la boleta única para Jujuy en 2025:
- Reducción de costos electorales:
Con una economía provincial ajustada, la boleta única podría representar un ahorro significativo. La impresión y distribución de boletas tradicionales implica altos costos, lo que en Jujuy es un gasto difícil de justificar en medio de necesidades urgentes en salud, educación e infraestructura. - Mayor transparencia y equidad electoral:
La implementación de la boleta única minimizaría riesgos de fraude, como el robo o la destrucción de boletas, prácticas que han sido motivo de denuncias en el pasado en Jujuy. Esto garantizaría que todas las opciones políticas estén disponibles de manera igualitaria para los votantes, favoreciendo la competencia justa. - Agilización del proceso electoral:
En una provincia con regiones rurales extensas, la boleta única simplificaría el proceso de votación y reduciría tiempos tanto para los electores como para el escrutinio. Esto permitiría resultados más rápidos y confiables, algo vital en una provincia que depende mucho del resultado de cada elección para definir su rumbo político. - Facilita la fiscalización en áreas rurales:
Jujuy tiene zonas rurales de difícil acceso donde a menudo los partidos más pequeños tienen problemas para fiscalizar adecuadamente. La boleta única elimina la necesidad de reposición constante de boletas y facilita el control de las elecciones por parte de todos los actores políticos. - Menos dependencia de estructuras políticas tradicionales:
La boleta única reduciría el peso de las maquinarias políticas tradicionales que controlan el proceso electoral en Jujuy. Los partidos con menos recursos tendrían la misma visibilidad que los grandes partidos locales, lo que nivelaría el campo de juego y abriría espacio a nuevas opciones.
Aspectos negativos de la boleta única para Jujuy en 2025:
- Desafío para votantes en zonas rurales:
Jujuy tiene una población significativa en áreas rurales con menor acceso a educación y formación política. El cambio al sistema de boleta única podría generar confusión entre estos votantes, que están más habituados al sistema tradicional de boletas partidarias, lo que podría traducirse en un aumento de votos nulos o mal emitidos. - Impacto en los partidos locales:
Los partidos locales, como los que tradicionalmente dominan en Jujuy, podrían verse afectados por la boleta única, ya que perderían el control de su propia boleta y visibilidad. Esto beneficiaría más a los partidos nacionales que ya tienen una mayor presencia mediática, debilitando el protagonismo de los actores políticos jujeños. - Resistencia de los actores políticos tradicionales:
Tanto el peronismo como la UCR en Jujuy han demostrado históricamente resistencia a cualquier cambio significativo en el sistema electoral. La implementación de la boleta única enfrentaría grandes obstáculos políticos, lo que podría retrasar su adopción o generar tensiones internas en el proceso. - Riesgo de errores en la votación:
En un contexto de alto analfabetismo y limitado acceso a la educación electoral, el sistema de boleta única, que requiere la selección de múltiples cargos en una sola boleta, podría incrementar la tasa de errores y votos anulados, afectando negativamente el resultado en una provincia donde cada voto cuenta. - Menor presencia simbólica de los partidos:
La boleta tradicional es un símbolo de identidad política, particularmente en Jujuy, donde las estructuras partidarias tienen un rol importante en la vida política local. La boleta única podría diluir esa identidad y dificultar la identificación de los votantes con sus candidatos locales, en especial aquellos menos conocidos.
El dilema político en Jujuy
El 2025 será un año crucial para Jujuy, con elecciones legislativas que podrían marcar un cambio de rumbo para la provincia. La discusión sobre la boleta única está en el centro de un debate más amplio sobre la modernización del sistema electoral, la transparencia y el costo del aparato estatal en un contexto de crisis económica.
Sin embargo, este debate también está impregnado de promesas no cumplidas. Tanto la UCR como el peronismo han hablado de la necesidad de reformar el sistema electoral para hacerlo más justo y equitativo, pero en la práctica han mantenido el status quo. La boleta única aparece, entonces, como una oportunidad para modernizar la democracia en Jujuy y reducir los vicios del sistema actual. Pero también enfrenta grandes desafíos en una provincia con estructuras políticas profundamente arraigadas, un electorado vulnerable al cambio y partidos locales que dependen de la visibilidad que les otorgan las boletas tradicionales.
El debate está planteado, y Jujuy deberá decidir si está lista para afrontar este cambio en 2025 o si seguirá resistiendo una reforma que, aunque prometida, aún parece lejana.