Jujuy sin brújula: la caída de las PASO dejará al peronismo acéfalo y a Morales en el limbo

El avance del gobierno de Javier Milei en la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) sacudió el tablero político y dejó en evidencia las fracturas dentro del peronismo. La posibilidad de que Axel Kicillof desdoble las elecciones en Buenos Aires marca un quiebre definitivo con el liderazgo de Cristina Fernández de Kirchner y la generación camporista, abriendo el camino para una nueva reconfiguración del poder.

En Jujuy, el impacto es aún más profundo. La eliminación de las PASO evidencia la incapacidad del peronismo local para ordenar sus internas de manera institucional, dejándolo en un estado de acefalía política. Sin una estructura clara ni liderazgos consolidados, el partido queda a la deriva en una provincia donde la falta de renovación y la crisis de representación ya eran problemas estructurales.

La decisión también deja en fuera de juego a Gerardo Morales, quien había construido su estrategia política bajo el esquema electoral tradicional. Con la eliminación de las primarias, sus ambiciones de mantenerse como un actor relevante en el escenario nacional se ven debilitadas. La contradicción es evidente: mientras el pueblo jujeño soporta el ajuste con la esperanza de romper el ciclo de decadencia, Morales sigue maniobrando en un juego de poder que ya no responde a las nuevas reglas impuestas por Milei.

El fin de las PASO reconfigura el mapa político de Jujuy y Argentina. Mientras Kicillof gana margen de maniobra y el kirchnerismo sufre una erosión de liderazgo, en Jujuy el peronismo se hunde en la incertidumbre y Morales enfrenta un callejón sin salida. La pregunta ahora es: ¿quién recogerá los pedazos de una oposición fragmentada y de una dirigencia que parece haber perdido el rumbo?.