Katopodis, nuevo objetivo del Frente para la Victoria

 Katopodis, nuevo objetivo del Frente para la Victoria

Los voceros del Frente Renovador desmienten la mayoría de las versiones sobre fugas y bajas. Fue el caso de los trascendidos sobre el alcalde de Olavarría, José Eseverri, con quien sonrió y se abrazó Sergio Massa en la Sociedad Rural de la localidad bonaerense, mientras Ricardo Gallo, colaborador político de Eseverri en la 7ma. Sección Electoral, dejaba trascender una reunión con Carlos Zannini en la Casa Rosada para que apoyara la candidatura de Florencio Randazzo. Luego, el caso de Leandro Costa, el candidato de Massa en Escobar, formalizó su pase al PRO, y se fotografió junto a Mauricio Macri. Entonces comenzó con más insistencia la versión acerca de Gabriel Katopodis, intendente de San Martín que aclaró que se marchará si Massa acuerda con Mauricio Macri. Ahora comienza a entenderse los límites dentro del massismo, impuestos por ‘inventos’ de Massa como fue Katopodis.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Frente para la Victoria avanza en un intento de quitarle al Frente Renovador un alcalde municipal que le adeuda su elección al propio Sergio Massa, Gabriel Katopodis, de San Martín, donde nació Massa.

La operación Katopodis parece a cargo del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y precandidato a gobernador, Julián Domínguez.
Katopodis necesita mucho apoyo ante la amenaza de Ricardo Ivoskus, candidato de la alianza UCR-PRO, que crece en las encuestas traccionado por los apoyos de Mauricio Macri y Ernesto Sanz.
Dicen que detrás de Domínguez llegará Florencio Randazzo, quien en el pasado fue bastante cercano a Katopodis, además de ministro de Interior y Transporte de la Nación y precandidato presidencial por el Frente para la Victoria.
En ese contexto, interesantes algunos fragmentos de la columna de Julio Blanck en el diario Clarín:
«Macri está convencido de que al final puede tener los votos de Massa sin necesidad de pactar con él y manchar así el amarillo pretendidamente virginal del PRO.
Cristina y Scioli , milagro del cielo, coinciden en algo: operan para vaciar a Massa de dirigentes –en especial los intendentes bonaerenses– apuntando a llevarse todos los votos posibles y sobre todo la estructura capaz de fiscalizar la elección. 
Hace un año Massa era el objeto del deseo electoral de una ancha porción de la sociedad.
Hoy, el apreciable caudal de votos que conserva es la gran tentación de los que encabezan la disputa por el poder.
Como firme presidenciable entonces, o transformado en objeto de rapiña política ahora, Massa sigue siendo una pieza central del tablero electoral.
La maniobra de pinzas coincidente del kirchnerismo y de Macri apunta a que Massa no llegue a ser candidato, que se baje antes, que abandone la carrera. Hay que desconocer por completo el carácter de Massa para suponer que eso pueda suceder blandamente.
Unos y otros confían en que, sin Massa en el escenario, anticiparían las condiciones de un eventual balotaje y podrían salir ventajosos del reparto de esa porción millonaria de la torta.
Si se proyecta la intención de voto sobre el padrón electoral, se concluye que en caída y todo Massa retiene hoy no menos de tres millones de votos.
(…) El deporte favorito de la política, en estos días crueles, es adivinar quién será el próximo massista en emigrar.
Ayer formalizó su regreso al oficialismo el áspero intendente de Merlo, Raúl Otacehé, prototipo de barón del Conurbano cuyo reclutamiento le había costado a Massa un fuerte costo interno.
También ayer un massista fundacional, el intendente de Olavarría José Eseverri, se reunió con Florencio Randazzo y lo bañó de elogios.
Algo así había hecho tiempo atrás Joaquín De la Torre, alcalde de San Miguel, que también caminó junto a Massa desde el primer paso.
De la misma cofradía es Gabriel Katopodis, intendente de San Martín, que por las dudas mandó avisar que sigue con Massa. 
Si hay que guiarse por los pronósticos de la Casa Rosada y sus operadores corrosivos, el próximo nombre de la lista sería Facundo Moyano, cuadro promisorio y apellido simbólico.
(…) Y para terminar de podarle las intenciones se hace correr con insistencia la versión de que hasta Francisco De Narváez va a bajar su candidatura.
De Narváez lo niega con el énfasis que pone en todo: “Soy candidato a gobernador por el Frente Renovador”. 
De Narváez, involucrado ayer en un episodio bochornoso que puede complicar su plan político, está concentrado sólo en la Provincia. Y vuelve a reclamar una gran interna opositora para alumbrar un único rival que enfrente al kirchnerismo. 
La llave de esa puerta la tiene Macri, torea De Narváez: “Mauricio debe decidir si compite para ganar o para salir segundo”.
(…) Massa, en tanto, todavía tiene que asegurarse la financiación electoral.
Sólo para la logística en la Provincia, sumando PASO y general, harían falta 60 millones de pesos.
Y al menos 100 millones más para desplegar para una campaña razonable.
¿Quién pone tanta plata si no hay perspectivas serias de pelear hasta la última urna?
Dentro de 12 días vence la inscripción de alianzas.
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