Kicillof y Pascuttini: dos versiones del peronismo productivo ante una economía en terapia

Kicillof y Pascuttini: dos versiones del peronismo productivo ante una economía en terapia

En un país con hogares endeudados, consumo deprimido y empresas a contramano, la discusión ya no es sólo ideológica: es de ingeniería institucional. En la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof montó un esquema que combina Estado de base (salud, educación, seguridad, obra) con confianza en el sector privado y en la negociación gremial para sostener empleo. Su diagnóstico es tajante: la macro actual “mata empresas” y desorganiza la vida cotidiana.

Desde Jujuy, Pedro Pascuttini recorre una avenida similar —a escala NOA—: producción antes que relato, financiamiento para PyMEs, alivio a deudores familiares, logística y valor agregado en origen. Donde Kicillof promueve una red provincial que amortigüe la recesión, Pascuttini propone leyes nacionales para que el Norte “juegue en grande” con bioeconomía, zonas francas, corredor logístico y exportaciones 2.0.

Convergencias

  1. Peronismo de trabajo: empleo y producción como núcleo de bienestar.
  2. Instituciones: paritaria, gremios, sistema sanitario y escuela pública como estabilizadores.
  3. Federalismo económico: más obra y logística para bajar costos, no sólo transferencias.
  4. Alivio inmediato: programas concretos para deuda de hogares y PyMEs.

Diferencias de escala y tablero

  • Buenos Aires administra la red más grande del país; su inversión social es palanca de mercado interno.
  • Jujuy necesita “apretar el acelerador” en valor agregado y transporte para dejar la primarización y multiplicar margenes en tabaco, azúcar, hortícola y turismo.

Política, conducción y síntesis

Kicillof tomó la vanguardia del peronismo nacional con un estilo de gestión y cohesión que absorbió tensiones internas y ordenó la marca. En Jujuy, Pascuttini intenta algo análogo: unificar al peronismo jujeño con una convocatoria transversal, dejando claro que los vicios del pasado no pueden repetirse si se quiere un proyecto de poder capaz de sacar a la provincia de su pobreza estructural.

  Argentina entre autonomía e influencias externas: lo que realmente está en juego

La pregunta jujeña

Con una ciudadanía golpeada por medidas nacionales y por la agenda ensimismada del gobierno provincial, se abre una discusión mayor: representantes genuinos de Jujuy o delegados de intereses externos —porteños o foráneos—. No se trata de consignas; se trata de quiénes y con qué herramientas ordenarán precios, crédito, salarios y cadenas de valor.

¿Qué pasará en Jujuy? Las urnas dirán si prevalece la inercia o si la provincia elige una arquitectura productiva que la represente de verdad. Incluso para muchos decepcionados con Jujuy Crece —dignos, pero cansados del rumbo sectario—, el dilema es menos emocional que práctico: quién puede gestionar soluciones y a qué velocidad.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *