La Agencia Nacional del Cannabis proyecta que en 2025 el país ya exportará para uso medicinal

 La Agencia Nacional del Cannabis proyecta que en 2025 el país ya exportará para uso medicinal

El titular de Ariccame adelantó a LPO que a partir de marzo estarán otorgando licencias para la producción.

Por Marcia Dell Oca // La semana pasada tuvo lugar la primera mesa de trabajo de la Agencia Nacional del Cannabis en la órbita del Ministerio de Economía. Su lanzamiento se hizo esperar ocho meses desde la promulgación marco de la ley 27.669 en mayo del año pasado. Originariamente la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) fue concebida por el equipo de Kulfas e iba a ser parte del área de influencia del Ministerio de Desarrollo Productivo, pero la renuncia del ex ministro, el paso de Scioli y la integración de Producción bajo el ala de Massa postergó su puesta en marcha.

Su titular, Francisco Echarren, hasta ahora intendente de Castelli, explicó a LPO que hace mes y medio fue convocado para presidir el organismo con el mandato de hacer funcionar al organismo de forma expeditiva. «La idea de Massa es facilitarles a las empresas el frente administrativo con una ventanilla única para todos los trámites para su habilitación. Nos propusimos una agenda ambiciosa para que antes de abril las empresas e inversores ya pueden acercarse a solicitar una licencia, los intendentes sabemos ser la cara en el mostrador y dar respuestas a necesidades concretas y eso es lo que vinimos a hacer, resolver las inquietudes de las pymes y todas las empresas del sector para que funcionen dentro de las normas».

Ariccame nació para controlar la producción y el uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis, el cáñamo industrial y sus productos derivados. Originariamente debía articular la regulación y reglamentación con seis ministerios, pero las fusiones de Producción y Agricultura con Economía lo limitaron a cuatro: éste y Seguridad, Ciencia y Tecnología, y Salud. Por lo que cada uno de ellos designó a un miembro en el directorio. A Echarren lo acompañan Mercedes Lo Gioiosa, Valeria Rudoy y Marcelo Morante, respectivamente. Como la ley es previa a la fusión, también se suma en representación de la Secretaría de Agricultura, Gabriel Giménez. Los cinco tendrán mandato hasta 2027 renovables por cuatro años más.

«Acabamos de terminar la primera reunión de directorio y nos propusimos una agenda ambiciosa. Esta semana vamos a convocar a las provincias para que designen a sus representantes para el Consejo Federal para poder tener la primera reunión oficial en marzo, la idea es resolver ahí la instrumentación de la normativa. En febrero vamos a diseñar todos los requerimientos administrativos y legales para facilitarles la habilitación a las empresas dentro de lo razonable, tenemos que diseñar el proceso y también el organigrama, así que estamos con búsquedas internas para completar el equipo. En principio vamos a ser unas veinte personas, y buscamos personas dentro de la administración pública de los cuatro ministerios competentes porque se trata de un sector complejo y preferimos personal embebido en el tema», explicó Echarren.

La misma ley que dio vida a la Araccme, sancionó la creación del Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal, que se constituye por un representante de la Nación y uno por cada provincia y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

«Tenemos que ser pragmáticos, por eso este mes va a ser de consultas amplias con el sector para minimizar la burocracia y a la vez cumplimentar todos las exigencias legales. Massa me dio el mandato de ser desde el Estado inteligentes y eficientes para que despegue un sector que puede generar solo en un año 5.000 puestos de trabajo, principalmente en gente joven; y en el que podemos ser líderes regionales porque tenemos conocimiento, tecnología y mercado interno. En el mundo esta industria superó en empleo a la industria vitivinícola», agregó.

Las tareas de la Agencia Nacional del Cannabis le dan poder de policía como ente regulador, pero lo cierto es que el control de los cultivos, su fiscalización fitosanitaria y las inspecciones requerirán del respaldo provincial y municipal. Por eso, el Consejo Federal será el organismo clave para la puesta en marcha de la agencia que, además de otorgar licencias a productores e industrias procesadoras, deberá garantizar la trazabilidad de las semillas para la producción de cannabis medicinal y de cáñamo industrial. Y también deberá supervisar la importación y exportación de esta industria.

El funcionario explicó a este medio que considera el modelo del desarrollo del cannabis medicinal de Marruecos como un buen ejemplo del derrame que puede generar la industria en otros sectores. En particular por capacidad para dinamizar las economías regionales.

La industria del cannabis tiene particular relevancia en las economías del Norte Grande, Cuyo y parte de la Patagonia y de zona central. No en vano, a la agencia la preceden proyectos provinciales en el sector en La Rioja San Juan, Jujuy, y más recientemente Misiones y Entre Ríos.

«La Agencia viene a ayudar a una industria que ya tuvo un desarrollo autónomo, a regular y a controlar, pero no a entorpecer. De hecho, Massa seguramente en las próximas semanas anuncie alivios fiscales para el sector. El objetivo es ayudarlo a despegar, no nace con espíritu de recaudación. Hay entre 8 y 10 proyectos para el cáñamo industrial, que es sustituto de plásticos; y otros 45 para el cannabis medicinal. Sabemos que hay empresas listas para invertir, fondos de inversión interesados y toda una industria complementaria desde la genética de semillas hasta la industrialización de la planta. Queremos impulsarla, pero poniendo orden a una industria que ya surgió y que en un año y medio o dos años debería estar exportando y generando divisas», dijo Echarren.

Internacionalmente, el sector es liderado por empresas de Canadá y los Estados Unidos, así como por Israel, que ya tiene firmados acuerdos de cooperación con Cannava, la empresa de cannabis medicinal de Jujuy, empresa que a su vez tiene acuerdos para poder exportar a España.

«Nuestro gobierno debiera estimular para que la industria se desarrolle industrialmente, más que para la exportación del cáñamo como commodity. El desafío es que genere exportaciones con valor agregado, de calidad. Y creemos que en 10 años esta industria puede estar generando divisas en el orden de los 10.000 millones de dólares», precisó el funcionario.

«Por el momento, como la Agencia no estaba conformada al momento de la sanción del Presupuesto, no disponemos de un presupuesto propio, sino de Economía, más adelante la Jefatura de Gabinete nos lo va a reasignar», concluyó Echarren 

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