Redacción Perico Noticias // En un giro inesperado, el ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, propuso una medida que podría impactar directamente en el precio de la carne, beneficiando a los consumidores. La desregulación del mercado de los cueros, anunciada recientemente, apunta a romper el monopolio que históricamente ha controlado este sector, un movimiento que, aunque audaz, ha encendido polémicas y cuestionamientos.
El principal afectado sería el grupo Curtarsa, vinculado a la familia Galperin, que domina buena parte del negocio de los cueros en Argentina. Durante años, este mercado estuvo protegido por barreras que limitaban la competencia internacional, encareciendo los costos para los frigoríficos y, en consecuencia, para los consumidores. La decisión de Sturzenegger busca abrir el juego, permitir la libre exportación de cueros sin intervención, y dar un respiro a las cadenas de valor de la carne, que se han visto asfixiadas por costos desmedidos.
¿Cómo impactará esta medida en el precio de la carne?
La relación entre el precio de los cueros y el costo de producción de carne no siempre es evidente, pero los frigoríficos han argumentado históricamente que las restricciones sobre los cueros les impiden competir en igualdad de condiciones. Al liberar este mercado, los frigoríficos podrían reducir sus costos operativos, trasladando parte de este alivio al precio final de la carne.
De concretarse, la medida podría representar un cambio significativo en un país donde el asado es parte esencial de la cultura y donde los aumentos en el precio de la carne siempre generan tensiones sociales y políticas. Sin embargo, los críticos argumentan que la desregulación podría favorecer a grandes exportadores sin garantizar una baja real en los precios internos.
Una jugada arriesgada con fuertes implicancias políticas
El movimiento de Sturzenegger no solo afecta a los consumidores y frigoríficos, sino que también golpea de lleno en un área de influencia económica manejada por grupos de poder establecidos. El grupo Galperin, que ha sido señalado como beneficiario directo de las regulaciones vigentes, enfrenta ahora el desafío de competir en un mercado más abierto, algo que podría redibujar el mapa de actores dominantes en el sector.
El gobierno frente a un dilema
El impacto político de esta medida no debe subestimarse. La apertura del mercado de cueros representa una apuesta por un modelo económico más liberal, pero también despierta tensiones dentro de sectores que históricamente han estado protegidos. El gobierno, en este contexto, deberá definir si respalda la medida y cómo gestiona las posibles consecuencias sociales de esta desregulación.
La medida de Sturzenegger, aunque polémica, podría marcar un antes y un después en la economía argentina. La pregunta ahora es si esta apuesta realmente logrará el objetivo de bajar el precio de la carne o si quedará como otro intento fallido de reforma en un país donde los intereses económicos y políticos suelen jugar un rol determinante en la vida cotidiana de los ciudadanos.
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