Según un informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), en el sexto mes del año hubo 348.777 trabajadores registrados en el rubro, lo que representa un descenso de 0,4% en relación a mayo.
La construcción viene siendo uno de los sectores más golpeados por la política de ajuste que viene aplicando el gobierno de Javier Milei. Mes a mes, y sobre todo si se compara con el 2023, un rubro clave a nivel nacional viene perdiendo terreno y la caída no encuentra piso, profundizando un escenario de desplome sostenido, y la incertidumbre reina en millones de trabajadores, que ven peligrar su principal fuente de ingresos y con ello el riesgo de poder sostener a su familia.
En ese sentido, el empleo formal en la industria cayó en junio por décimo mes consecutivo. De este modo, durante ese período, se perdieron 95.891 puestos de trabajo en el sector.
Según un informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), en el sexto mes del año hubo 348.777 trabajadores registrados en la construcción, lo que representa un descenso de 0,4% en relación a mayo.
En términos interanuales, el retroceso fue del 21,2%, muy similar a los que se habían verificado en abril y mayo. Esto representó el segundo peor junio en los últimos años, sólo superado por el dato de pandemia de 2020.
EL EMPLEO, EN MÍNIMOS HISTÓRICOS
«La cantidad de puestos de trabajo registrados en junio se encuentra entre los registros más bajos de la serie histórica, superando apenas iguales meses de los años 2020 y 2021, esto es en pleno impacto de la crisis desatada por la pandemia del Covid-19», acotó el informe.
Otro dato que resaltó el IERIC fue el menor nivel de ocupación en el segundo trimestre, en comparación con el primero, ya que esta dinámica no se condice con la estacionalidad de la actividad sectorial.
La dinámica del empleo sigue de cerca la evolución de la demanda de Cemento Portland, que verificó en el segundo trimestre una merma interanual del 32%, configurándose de esta manera como la segunda caída más pronunciada de la serie histórica iniciada en 2004, apenas superada por la marca correspondiente al segundo trimestre de 2020.
Por otro lado, el salario promedio de los trabajadores registrados de la Industria de la Construcción llegó a ubicarse en junio en los $1.067.732,4, cifra que incluye el pago del medio aguinaldo.
De este modo, la media de las remuneraciones nominales percibidas por los trabajadores presentó una expansión interanual del 246,7%, contra una inflación del 271,5% en el mismo período.
Esto último refleja que, si bien se recuperó poder adquisitivo, el mismo no alcanzó para compensar y superar el aumento considerable del Índice de Precios al Consumidor, por lo que las condiciones de vida para los trabajadores de la industria siguen siendo complejas.
Frente a este panorama, los únicos rubros de la economía que están viendo números favorables son los extractivistas. El resto de las actividades en el país profundizan un deterioro marcado desde hace meses y el actual contexto de recesión, quie incrementó las cifras de pobreza, indigencia y desempleo, amenaza con destruir del todo al grueso del aparato productivo, imposiblitando las condiciones de crecimiento en Argentina.
Un país sin industria fuerte ni mercado local competitivo carece de posiblidades de desarrollarse adecuadamente. Claramente, es el sendero marcado por La Libertad Avanza, pririzando los intereses de una élite privilegiada en detrimento de la dignidad del pueblo trabajador.
