Por Perico Noticias // El modelo económico de Javier Milei, basado en un ajuste extremo y la promesa de un orden financiero liberal, está mostrando grietas que podrían redefinir el panorama político en las elecciones de 2025. La caída abismal del consumo, el deterioro del salario mínimo y la nostalgia por los niveles de bienestar que caracterizaron a los gobiernos kirchneristas, especialmente entre los sectores populares, plantean una interrogante crucial: ¿puede Cristina Fernández de Kirchner resurgir como una opción política viable frente al desgaste del oficialismo libertario?
Indicadores de una economía en caída libre
La consultora Scentia registró en octubre una alarmante caída del 20% en el consumo interanual, con todos los rubros afectados. Entre los más golpeados se encuentran los productos impulsivos (-29,1%), higiene y cosmética (-25,8%) y bebidas alcohólicas (-22,3%). Incluso productos esenciales como alimentos y productos de limpieza reportaron descensos superiores al 17%. Estos números no solo reflejan un ajuste en los hábitos de consumo, sino un empobrecimiento estructural que está pulverizando el poder adquisitivo de los argentinos.
El salario mínimo, vital y móvil, que debería ser una herramienta para garantizar mínimos de dignidad, se encuentra hoy peor que durante la crisis de 2001. Según CIFRA, desde la asunción de Milei en 2023 hasta octubre de 2024, el salario mínimo perdió un 28,4% de su poder de compra, alcanzando niveles inferiores a los de los años noventa. En términos concretos, una familia tipo no puede cubrir ni la mitad de la canasta básica alimentaria con este ingreso.
La nostalgia por el «consumo kirchnerista»
Si bien el kirchnerismo enfrenta cuestionamientos por su manejo de la economía, es innegable que logró durante gran parte de su gestión un modelo de consumo interno vigoroso. Sectores populares todavía recuerdan con añoranza una época en la que los aumentos salariales superaban a la inflación, y el salario mínimo alcanzaba niveles que permitían acceder a bienes y servicios básicos.
Esta nostalgia puede ser un punto clave para Cristina Fernández de Kirchner si decide lanzarse en 2025. Con un Milei que, a pesar de sus promesas de dinamismo económico, muestra indicadores que reflejan un deterioro social sin precedentes, el kirchnerismo podría capitalizar el descontento.
El desafío de la Generación Z: atrapados en la narrativa libertaria
La Generación Z, que representa un segmento importante del electorado, se encuentra atrapada en una narrativa incendiaria que domina las redes sociales. Este grupo, que no vivió los años de mayor consumo kirchnerista, está cautivado por el discurso disruptivo de Milei y las soluciones rápidas que promete. Sin embargo, los números de la economía podrían romper este hechizo si la caída del poder adquisitivo comienza a impactar de manera directa en sus vidas.
En 2025, el gran desafío para Cristina o cualquier figura de la oposición será romper esta burbuja comunicacional y conectar con las necesidades materiales de esta generación. La nostalgia del consumo no será suficiente si no se traduce en un proyecto claro y convincente para el futuro.
Cristina, ¿la gran rival de Milei?
El desgaste del modelo de ajuste de Milei podría abrir un camino para Cristina Fernández de Kirchner en 2025, siempre y cuando logre consolidarse como la figura que represente un retorno a los días de mayor consumo y poder adquisitivo. Sin embargo, este posible resurgimiento dependerá de varios factores:
- El impacto real del ajuste en la clase media y baja.
- La capacidad del kirchnerismo para reinventarse y conectar con la Generación Z.
- La efectividad de las medidas de Milei para estabilizar la economía.
La elección de 2025 no será solo un enfrentamiento de modelos económicos, sino una lucha por conquistar el relato de un país mejor. Si Cristina logra posicionarse como la líder que garantiza estabilidad y bienestar, y Milei continúa siendo identificado con un modelo de ajuste que precariza aún más a la población, el escenario podría inclinarse a su favor.
¿Será el consumo el verdugo de Milei y la plataforma de Cristina? Los indicadores sugieren que el descontento crece y, con él, la posibilidad de que los argentinos opten por un giro en las urnas.
