La política local de Perico, una vez más, se encuentra inmersa en una paradoja que no deja de sorprender a propios y extraños. En un acto que algunos califican de «suicidio político» y otros simplemente de «torpeza», los concejales de la UCR que responden al intendente Pascual Ficoseco han aprobado la interpelación de la Secretaria de Gobierno, Fernanda Azcurra, por graves hechos de inseguridad y la polémica habilitación de la empresa Worldcoin. Pero lo que podría parecer una acción correcta desde el punto de vista de la transparencia, se ha transformado en una maniobra que expone con crudeza la incapacidad del oficialismo para manejar sus propias crisis.
Walter Cardozo: de enemigo a salvador de la transparencia
La interpelación, presentada por Walter Cardozo, un edil de la oposición que representa al PJ, ha sido aprobada con entusiasmo por los mismos que lo han criticado históricamente por sus constantes pedidos de informes y su postura crítica hacia la gestión de Ficoseco. En una jugada que parece estar diseñada más por inexperiencia que por estrategia, los concejales oficialistas han elevado a Cardozo al pedestal de la transparencia y la legalidad, dándole una oportunidad de oro para posicionarse como el defensor de la justicia en la ciudad.
Es irónico, por no decir patético, que aquellos que han señalado a Cardozo como una figura nefasta y oportunista ahora lo sitúen en el altar de la moral política. El oficialismo ha logrado lo impensable: coronar a su propio verdugo y celebrar, sin darse cuenta, que todo su esquema de poder se tambalea. La UCR se ha disparado en el pie, erosionando aún más la débil estructura de un gobierno que parece incapaz de controlar sus propias crisis.
Inseguridad, corrupción y datos biométricos: el combo explosivo que desgasta al oficialismo
La interpelación a Azcurra no solo la señala a ella como la responsable directa de la creciente inseguridad en Perico, sino que indirectamente apunta a todo el gabinete de Ficoseco. Con delitos que proliferan en las calles, accidentes viales por falta de controles y comercios clandestinos vendiendo alcohol, el oficialismo parece estar más enfocado en protegerse de las críticas que en solucionar los problemas que agobian a la ciudadanía.
El caso de Worldcoin es, quizás, el ejemplo más claro de esta incapacidad. La empresa, cuestionada a nivel mundial por sus prácticas en el manejo de datos biométricos, ha encontrado en Perico un refugio donde, aparentemente, la normativa sobre protección de datos es flexible o, peor aún, inexistente. El oficialismo, en lugar de tomar cartas en el asunto de manera efectiva, ha decidido exponer sus propias falencias al apuntar a la habilitación como un error grave… ¡que ellos mismos permitieron!
Si la empresa realmente incurre en violaciones a la privacidad de los ciudadanos, será el oficialismo quien deba rendir cuentas, ya que ha sido bajo su mandato que se permitió su instalación. La crítica hacia Azcurra, por tanto, es también una autoinculpación, un reconocimiento de que el gobierno de Ficoseco no tiene el control ni de la seguridad, ni de la protección de los datos de los ciudadanos.
Un futuro sombrío para el oficialismo y un 2025 decisivo
A medida que se acercan las elecciones de 2025, el desgaste del oficialismo es cada vez más evidente. La ciudadanía, harta de la indiferencia con la que se abordan sus problemas, podría estar preparando un golpe de timón que cambie la historia de la ciudad. Las maniobras políticas torpes, como la de aprobar la interpelación presentada por un adversario político que termina fortaleciéndose con la misma, solo aceleran el declive de un partido que alguna vez fue dominante.
La UCR de Perico ha quedado expuesta, no solo por su incapacidad para resolver los problemas que más preocupan a la sociedad, sino también por su falta de astucia política. Han entregado el crédito de la transparencia y la justicia a Walter Cardozo, un opositor al que antes denigraban, mientras celebran la posible caída de su propia funcionaria, Fernanda Azcurra, sin darse cuenta de que con ella cae también la credibilidad de todo el gobierno.
En 2025, Perico podría ser testigo de un cambio rotundo. La sociedad, harta de las internas políticas y la falta de soluciones, podría optar por una renovación que deje atrás las viejas mañas y abrace un futuro más transparente y justo.