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La guerra contra las bitcoins; cierre de su mayor mercado

Por Bill Bonner
«¿Vendieron las bitcoins como les aconsejé?» Su economista favorito tiene cuatro hijos. Algunos invirtieron en las bitcoins. Pensaron que era el dinero del futuro.
«Cuidado», les advirtió su padre. «Los gobiernos siempre intentan predecir el futuro, e intentan evitar que ocurra. Y perder el control de la emisión de moneda es algo que los gobiernos no piensan aceptar. Es algo que de ninguna manera va a ocurrir sin lucha».
El miércoles saltaron las noticias de que la batalla ha comenzado.
El Gobierno de Estados Unidos ha lanzado un ataque por un flanco, han cerrado la web Silk Road, que ha sido descrita como «un bazar del mercado negro».
Un bazar del mercado negro no suena como algo especialmente negativo: menos intermediarios de los que preocuparse. Pero también suena como algo que el Gobierno quisiera parar. ¿Quién recauda impuestos en el mercado negro?
Como Silk Road es donde muchos entusiastas de las bitcoins convirtieron su dinero en bienes y servicios, el cierre de este mercado supone reducir drásticamente el valor de la nueva moneda.
Volveremos rápidamente a este asunto. Pero antes, veamos cómo se comportaron los mercados esta semana.
Wall Street presentó ligeras caídas esta semana. El oro se hundió el martes más de un 3%, que ha recuperado al final de la semana.
¿Hacia dónde va el mercado? Es difícil de decir. Un día sube un poco, otro día sube otro poco. No hay una tendencia definida. Mejor volvamos a hablar de Silk Road y de las bitcoins.
Probablemente ya esté cansado de oírnos comentar sobre cómo el Gobierno de Estados Unidos ha fracasado. El Quantitative Easing no ha facilitado una recuperación económica real. Los rescates no crean compañías sólidas. Las tasas de interés cercanas a cero no favorecen el uso eficiente del capital. El déficit no impulsa la creación de empleo.
Pero los argumentos sobre si Obama ha fracasado son inútiles, a menos que entendamos cuáles son los auténticos objetivos de estas políticas. ¿Recuperación? ¿Pleno empleo? ¿Más inversiones? Eso al Gobierno no le importa.
Fijémonos en el empleo, por ejemplo. Es realmente fácil crear puestos de trabajo. Ayer tuve una conversación que lo explica muy bien:
«¿Sabías que Francia casi no tenía desempleo en los 30 años siguientes al final de la Segunda Guerra Mundial?», me dijo mi amiga Elizabeth. «Entonces, después de Miterrand, la tasa de paro empezó a ser siempre muy alta».
«Sarkozy, Chirac, todos los presidentes prometen crear puestos de trabajo. Al parecer, con muy poco éxito. Y fíjate, Miterrand creó tantas leyes para proteger a los trabajadores que, ahora, nadie quiere contratar empleados en Francia. Es demasiado caro.»
«Pensarás que la gente se da cuenta de lo que está pasando. Hay una relación muy obvia entre el incremento de los costos y de todas las demás desventajas de contratar a alguien con la alta tasa de desempleo. Si de verdad quisieran fomentar el empleo, terminarían con algunas de estas leyes.»
Una de las ideas erróneas de los activistas ultra-liberales es que los funcionarios del Gobierno son estúpidos. Para nada, sólo lo parecen porque sus políticas logran los resultados contrarios a sus objetivos iniciales. Cuantas más leyes apruebas para proteger a los trabajadores, por ejemplo, peor les va. Esto se puede ver con facilidad en Estados Unidos, donde los ingresos medios reales de los trabajadores son ahora más bajos de lo que eran hace 50 años. Los activistas en contra del Gobierno proclaman que han fracasado.
Pero no se enteran. Toda actividad política se orienta a obtener más poder, mantener el poder y usar el poder para transferir riqueza, estatus y más poder a simpatizantes y allegados. No importa que hablemos de creación de puestos de trabajo o de ayuda exterior. El verdadero propósito siempre es el mismo, incluso cuando muchos de los que están metidos en el Gobierno no se dan cuenta.
Las bitcoins representan una amenaza a la capacidad del Gobierno de desplumar a las personas, manipulando el valor de las divisas. Este «privilegio exorbitante», como De Gaulle lo llamó, vale billones de dólares. Es esencial para otras muchas políticas y pretensiones, incluidas la manipulación de las tasas de interés, el control de la oferta monetaria y el control de la inflación (el cálculo del IPC les permite manipular los costos y el valor del dinero también).
¿De verdad cree que están haciendo todo esto por unos geeks de internet? El Gobierno nunca falla, son el colectivo con más éxito de todo el planeta.
Saludos,
Bill Bonner.
Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros «Financial Reckoning Day» y «Empire of Debt» que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos. Sus columnas hacen parte de la Revista Inversor Global. Para saber más, lo invito a hacer click aquí
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