En una reciente presentación en Rosario durante la actividad titulada “La Argentina imposible,” el economista Martín Manzanelli trazó un panorama sombrío para el futuro económico del país. Según Manzanelli, las proyecciones para el 2025 auguran un escenario de estancamiento, marcado por la falta de crecimiento económico y un endurecimiento en los ajustes fiscales. En sus palabras, el contexto actual anticipa tiempos difíciles para los argentinos, con una economía que sigue sin encontrar el impulso necesario para revertir años de crisis acumulada.
Un Diagnóstico Desolador
Manzanelli fue claro al señalar que la falta de crecimiento no es un problema pasajero, sino la consecuencia de políticas económicas que, lejos de apuntar a una recuperación sólida, han profundizado los desequilibrios estructurales. Con una economía caracterizada por altos niveles de inflación y endeudamiento, el margen de maniobra para el próximo año parece cada vez más estrecho. Según el economista, este camino solo conduce a un mayor costo de vida para los ciudadanos y a la disminución del poder adquisitivo, una tendencia que, de no revertirse, podría desembocar en una nueva etapa de crisis social.
Ajustes Inminentes y el Impacto en la Población
El economista también advirtió sobre la inminencia de más ajustes fiscales, una medida que el gobierno parece dispuesto a implementar para cumplir con las exigencias de los organismos internacionales y mantener el financiamiento externo. No obstante, estos ajustes podrían resultar en recortes significativos en áreas clave como educación, salud y asistencia social, afectando directamente a los sectores más vulnerables de la población.
Una Economía en Espera
Para Manzanelli, el crecimiento es una meta que se ve cada vez más lejana, dejando a la economía argentina en un estado de “espera”, donde las políticas reactivas han reemplazado a las estrategias de largo plazo. Sin una visión clara y una planificación económica integral, la posibilidad de una recuperación sostenida parece improbable en el corto plazo, situando la luz al final del túnel aún más allá del 2025.
¿Es Posible Un Cambio de Rumbo?
El análisis de Manzanelli resalta la necesidad urgente de un cambio estructural que permita una redistribución más equitativa de los recursos y una reactivación del mercado interno. Sin embargo, las condiciones actuales y la falta de consenso político dificultan esta transformación. Ante la perspectiva de un 2025 de ajustes y estancamiento, la pregunta sigue siendo si Argentina podrá encontrar un camino que alivie las tensiones sociales y económicas que enfrenta, o si deberá adaptarse a un futuro incierto y con pocos signos de mejora a corto plazo.
