La Quiaca dejó de ser frontera y empezó a ser poder: Velázquez metió al norte argentino en la mesa de los BRICS

La Quiaca dejó de ser frontera y empezó a ser poder: Velázquez metió al norte argentino en la mesa de los BRICS

La Quiaca dejó de ser frontera y empezó a ser puerta. Y esa diferencia, que parece poética, es en realidad política, económica y estratégica.

En menos de un año, el intendente Dante Velázquez hizo algo que muy pocos municipios del interior profundo logran hacer: romper el cerco de lo local y colocar a su ciudad en foros de decisión internacional. Primero Brasil, abriendo vínculos municipales y de gestión directa con alcaldías de la región. Ahora Rusia, en el Foro Internacional Municipal de los Países del BRICS, donde La Quiaca no fue observadora: fue protagonista, fue Argentina, fue voz del norte, y fue una de las seis intervenciones de cierre en un encuentro que reunió a más de 100 países y 500 empresas de todo el mundo. Eso no es turismo diplomático. Eso es posicionamiento geopolítico. Eso es ir a donde están los capitales, los acuerdos y las oportunidades, y hablarles de frente.

WhatsApp Image 2025 11 01 at 14.15.49
El evento se llama Foro Internacional Municipal de los Países del BRICS 2025 (International Municipal BRICS Forum

Y La Quiaca habló.

La Quiaca ya no se ofrece al mundo: se sienta en la mesa del mundo

En Rusia, Velázquez llevó tres mensajes potentes, muy claros, muy quirúrgicos:

  1. El norte argentino existe y está listo.
    No como postal folklórica, sino como plataforma de inversión. La Quiaca se presentó con narrativa de ciudad estratégica de frontera, de nodo de tránsito, pero también de identidad productiva propia. Ese es un cambio de paradigma: La Quiaca deja de ser “periferia” y se empieza a mostrar como “punto de apoyo”. Y en la agenda global eso pesa, porque el capital internacional busca nodos de acceso, cruces logísticos, corredores bioceánicos y destinos con relato cultural auténtico.
  2. La Manka Fiesta como marca país.
    Velázquez hizo entrar a la Manka Fiesta en un foro internacional pensado para desarrollo local, innovación y cooperación. Eso es inteligencia política: transformar una fiesta popular, con raíz de intercambio, trabajo comunitario e identidad andina, en un activo de posicionamiento global. La Manka ya no se cuenta sólo como tradición: se presenta como plataforma cultural y económica, como feria de intercambio de saberes, oficios, producción, artesanía y economía real de los pueblos de frontera. Es decir: la Manka como producto exportable. La cultura deja de ser nostalgia y pasa a ser industria.
  3. Turismo como industria, no como promesa.
    El mensaje fue directo: La Quiaca no quiere vivir del turismo; quiere que el turismo viva en La Quiaca. Hotelería, gastronomía de base regional, corredores paisajísticos, servicios guiados, circuitos culturales, conectividad vial y aérea, centros logísticos para visitantes internacionales del sur andino. Eso es diversificación económica territorial. Eso es trabajo privado local. Eso es dólares que ingresan por territorio y se quedan en territorio.
WhatsApp Image 2025 11 01 at 14.09.25 1
San Petersburgo, Rusia, sede del foro y punto de encuentro de más de 100 países y cientos de empresas interesadas en proyectos territoriales y turismo.

Esto es exactamente lo que escuchan las empresas globales cuando van a un foro de BRICS: ¿Dónde están las próximas puertas de entrada? ¿Dónde está el próximo corredor? ¿Dónde está el próximo caso de “alto valor simbólico + bajo costo de entrada + potencial de escala”? La Quiaca fue presentada como esa respuesta.

De Brasil a Rusia: el plan no es improvisado, es internacionalización

Lo que parecía, hace unos meses, una agenda diplomática de cortesía —viajar a Brasil, reunirse con alcaldías, meter a La Quiaca en diálogos sobre integración municipal— en realidad era el primer paso de una estrategia más grande: internacionalizar la ciudad, pero sin intermediarios.

Velázquez trazó una línea: La Quiaca se vincula con Brasil en términos municipales, técnicos, de gestión directa. No “espera la bendición” de Buenos Aires para levantar la mano. Habla como ciudad que construye su propio destino regional.

  Jujuy en la mesa de Milei: Sadir promete “diálogo constructivo”, pero gobierna sobre ruinas propias

Rusia es el segundo paso, y es todavía más grande: La Quiaca se sentó en una cumbre del espacio BRICS, que hoy es una plataforma de intercambio económico que mira más allá de la lógica tradicional atlántica. Ahí hay capital público y privado no subordinado a las lógicas históricas del norte financiero clásico. Ahí hay inversión en infraestructura, conectividad, turismo de base territorial, corredores energéticos, rutas comerciales alternativas.

Traducido a negocio: La Quiaca llevó su carpeta donde hay billetera.

WhatsApp Image 2025 11 01 at 14.10.30 1

Convenios firmados: Paraguay, Entre Ríos, México

Esto es crucial. En el foro se firmaron acuerdos de cooperación con Paraguay, con Entre Ríos y con México. ¿Por qué es importante esto?

  • Paraguay: puerta de intercambio productivo, ruta comercial fluvial, articulación norte-sur.
  • Entre Ríos: puente interno argentino para integración logística y turística. Federalizar vínculos es sacar a La Quiaca del rincón y meterla en la red país.
  • México: salto continental directo. Es empezar a construir turismo e intercambio cultural andino–mesoamericano sin pedir permiso a los viejos esquemas centralistas.

Eso, para una ciudad de frontera histórica que siempre fue mirada como borde y no como actor, es revolución.

Son palabras grandes, sí. Y son correctas.

WhatsApp Image 2025 11 01 at 10.44.02 1

La Quiaca ya está jugando el corredor bioceánico en clave propia

Hablemos de estrategia dura.

El norte argentino lleva años escuchando hablar del corredor bioceánico. Siempre prometido, siempre dibujado, siempre lejano. Velázquez lo está reformulando con una categoría clave: “corredor perpendicular”. ¿Qué significa esto? Que La Quiaca no sólo quiere ser paso entre Atlántico y Pacífico: quiere convertirse en polo de captura e irradiación de flujo turístico, logístico y cultural entre bloques. No solo tránsito: anclaje.

Esto tiene impacto directo y concreto:

  • Infraestructura hotelera: hace viable hablar de ocupación sostenida.
  • Gastronomía de valor agregado: exportar identidad culinaria andina a visitantes internacionales con ticket alto.
  • Artesanía/industria cultural: transformar producción cultural en cadena productiva formalizada.
  • Conectividad vial y aérea: justificar y negociar mejoras en rutas, accesibilidad, señalización, seguridad del visitante, estándares internacionales.

Cuando un intendente logra que un foro de 100 países escuche que su ciudad es el punto de apoyo cultural del Ande sur, que su fiesta madre (la Manka Fiesta) es símbolo de unión de los pueblos, que su territorio es llave logística y que su administración está abierta a cooperación público-privada, ese intendente está haciendo exactamente lo que hacen las ciudades que después, cinco años más tarde, aparecen en catálogos de inversión turística y en acuerdos de infraestructura de escala.

Y esto hay que decirlo con la frialdad que miran los inversores: La Quiaca está dejando de vender pobreza heroica y está empezando a vender destino estratégico.

La hermandad latinoamericana no es discurso vacío: es red de contención

En el foro, Velázquez no habló solo de pavimento, hotelería y flujos. También habló de identidad, de soberanía cultural y de cooperación entre pueblos latinoamericanos. Agradeció públicamente el acompañamiento de referentes políticos de la región —como la legisladora ecuatoriana Patricia Núñez— y subrayó una idea potente: “El futuro se construye con unidad, respeto y trabajo conjunto”.

Eso, que suena cálido, en realidad tiene un peso concreto: La Quiaca está tendiendo acuerdos políticos directos con otros territorios latinoamericanos que también buscan salir de la dependencia absoluta de las capitales y negociar de territorio a territorio. Eso acelera intercambio turístico, pero también habilita circuitos culturales, ferias, festivales y mercados comunes. Eso genera flujo. Y donde hay flujo, hay economía.

Esto no es folclore. Es planificación de escala.

Lo que está haciendo la gestión Velázquez es alinear cuatro vectores:

  1. Identidad propia fuerte (Manka Fiesta, frontera viva, pueblo andino con historia).
  2. Inserción internacional directa (Brasil, BRICS en Rusia, cooperación con Paraguay/México/Entre Ríos).
  3. Oferta concreta al capital (turismo, infraestructura, corredores logísticos, marca ciudad).
  4. Relato emocional de dignidad y apertura (“La Quiaca se abre al mundo con la fuerza de su gente”).
  “El peronismo tiene candidato”: Kicillof se planta para 2027 y desplaza la nostalgia

Cuando esos cuatro vectores se mueven juntos, se genera algo que en marketing territorial se llama posicionamiento irreversible. Significa: de acá en más, La Quiaca deja registro en agendas de inversión y turismo como un punto emergente. Y cuando entrás en esa lista, ya no sos sólo paisaje. Sos oportunidad.

La Quiaca se está vendiendo ante el mundo, sí. Pero, por primera vez, se está vendiendo en sus propios términos.

WhatsApp Image 2025 11 01 at 10.44.02

Durante años nos enseñaron a mirar La Quiaca como el extremo norte, la línea final, el límite. Hoy La Quiaca está redefiniendo su marca política y económica: no es el borde; es el inicio.

Dante Velázquez viajó a Brasil a abrir vínculos municipales. Fue a Rusia a sentarse en el Foro Internacional Municipal de los Países del BRICS, tomó el micrófono de cierre frente a más de 100 países y 500 empresas, habló de la Manka Fiesta como símbolo de trabajo y unión de los pueblos, firmó convenios reales con Paraguay, Entre Ríos y México, y volvió con una agenda explícita: transformar el turismo en industria, transformar la identidad en activo económico y colocar a La Quiaca como pieza esencial de un corredor bioceánico que ya no se mira solo en dirección este-oeste, sino también en sentido cultural-sur a norte.

Esto no es casualidad. Esto es gestión internacional aplicada a una ciudad que decidió dejar de pedir permiso para existir.

Y el mensaje hacia afuera es clarísimo: La Quiaca está abierta. El que entienda ese punto temprano va a estar primero en la fila cuando empiece el derrame de inversión turística e infraestructura que este tipo de aperturas, siempre, termina generando.

La Quiaca ya no sueña con el mundo. La Quiaca empezó a negociar con el mundo. Y eso cambia todo.

¿Desde que asumió Javier Milei, ¿tu situación económica personal?

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *