La Quiaca endeudada “No puedes engañar al pueblo todo el tiempo”
La Quiaca 28 de diciembre del 2020 // Al parecer los quiaqueños cíclicamente deben pagar por los errores de sus representantes. El propio intendente Blas Gallardo, en conferencia de prensa realizada la semana pasada, ofreció un resumen de gestión, donde aseguró que debe afrontar una deuda de $17 millones de pesos, de los cuales ya habrían pagado $2 millones con fondos genuinos, provenientes de los aportes tributarios de los vecinos.
Abraham Lincoln sostenía: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.”
Citamos a Lincoln para introducir a los quiaqueños a la verdadera dimensión de la deuda pública del municipio de La Quiaca. Las obligaciones millonarias obedecen a ejecuciones establecidas por la justicia, la cual ya embargó el 40% de la recaudación diaria para hacer frentes a despidos irregulares realizados durante la gestión del ex intendente Daniel Suarez. Se conoce el oficio que establece $3,5 millones de pesos como también la fecha del origen de cada juicio; pero la composición del resto del Déficit debería presentarla el Intendente en las rendiciones de cuentas trimestrales que debe cursar por ley al CD, paso procesal que todavía no se cumplió; además de declarar las obligaciones y necesidad de financiamiento en El Presupuesto 2021.
Sin embargo, durante la conferencia de prensa, no se habló de los nuevos juicios que la gestión de Blas Gallardo generó, los cuales surgen como consecuencia de varios despidos arbitrarios de agentes públicos, cuyas costas demandarán enormes sumas que recaerán sobre las espaldas de los quiaqueños.
Pero además, las denuncias que se presentarán desde el CD ante el Tribunal de Cuentas y la Justicia Penal, por malversación de fondos públicos por el pago a funcionarios irregulares (Directorio de Andina Telecomunicaciones SE, Director de Rentas de la Municipalidad, Juez de Faltas, concejales (3) y asesores del CD); generarán efectos negativos sobre el erario público.
Las omisiones mencionadas –falta de acuerdo con el CD-, como las comisiones ejecutadas –despidos de agentes de planta-, son exclusiva responsabilidad del intendente Blas Gallardo, quien debió proceder a derecho, sin ejercer abuso de poder, intentando quebrar la normativa vigente.
Blas Gallardo decidió ofrecer su palabra solo a medios de comunicación que considera amigos, negando entrevistas a otros, por suponer animosidad crítica de los mismos.
La justicia recientemente falló a favor de los empleados municipales despedidos irregularmente en tiempos de Suarez, fundando la sentencia en:
- VALIDEZ DE LAS ORDENANZAS DE DESIGNACION – SU IRREVOCABILIDAD O INDEROGABILIDAD POR DECRETO
- ESTABILIDAD DE LOS ACTORES
- DESIGNACION ACORDE CON NORMAS PRESUPUESTARIAS
- DERECHO ADQUIRIDO de LOS ACTORES
- ACTOS PROPIOS
Estos mismos argumentos, estarán presentes en la sentencia sobre los despidos que realizó Blas Gallardo con varios agentes públicos. La ausencia de acuerdo por parte del CD para nombrar al Directorio de Andina Telecomunicaciones, al Director de Rentas y el Juez de Faltas representa un grave incumplimiento a los deberes de funcionario público.
La malversación de fondos que realizó el Intendente, al liquidar haberes a tres concejales no reconocidos por la justicia, los cuales juraron de nuevo, ratificando la sentencia del STJ, en consecuencia aceptaron la irregularidad de sus actos durante todo el año 2020 por usurpación de títulos y honores, además de involucrar al personal del CD designado por los mismos para tareas administrativas; suponen la participación necesaria del Intendente, quien es el responsable inexcusable del usos de los fondos públicos.
Pues, Blas Gallardo podría haber evitado cometer los actos aquí mencionados, reportando una gestión sin corrupción, pero hoy bajo ningún punto de vista jurídico puede alegar inocencia. Blas Gallardo depende para gobernar de la fidelidad de Jorge Tejerina, Felisa Nieves y Daniel Flores quienes a su vez tienen sus destinos atados a sentencias que dictaminará a su tiempo la justicia.
