En un hecho de enorme relevancia para el noroeste argentino y para el país entero, la ciudad de La Quiaca ha sido formalmente integrada a la Federación Argentina de Municipios (FAM), y desde esa plataforma estratégica, participó por primera vez del encuentro internacional de la Federación Latinoamericana de Ciudades, Municipios y Asociaciones de Gobiernos Locales (FLACMA), realizado en Maricá, Río de Janeiro, junto a alcaldes y representantes de municipios del bloque BRICS.
El intendente Dante Velázquez, con la firme convicción de que La Quiaca debe ocupar un rol central en el siglo XXI, llevó la voz de la frontera más norteña de la Argentina a uno de los foros más relevantes del municipalismo global. Allí, compartió paneles y espacios de planificación junto al alcalde de Maricá, Washington Quaquá, referente mundial en políticas locales disruptivas, que van desde el transporte gratuito hasta programas de soberanía alimentaria e inclusión ciudadana basada en una renta básica universal.

“La Quiaca no es una ciudad más, es una tierra bendita de oportunidades, una frontera viva que une a los pueblos y a los desafíos del presente. Nuestro ingreso a la FAM y nuestra presencia en FLACMA no es un viaje, es una siembra. Estamos sembrando dignidad, integración y futuro”, expresó Velázquez.
La intervención de La Quiaca en Maricá no fue simbólica. Velázquez expuso sobre la necesidad de crear una Mesa Permanente de Municipios de Frontera dentro de FLACMA, una instancia inédita que permitiría abordar de manera integral y regional problemáticas como la migración, el tránsito de mercancías, los corredores logísticos bioceánicos y la cooperación técnica y ambiental. En un mundo cada vez más interconectado, La Quiaca levanta la mano para ser parte de las decisiones, no solo de sus consecuencias.
De la invisibilización al protagonismo

Durante décadas, La Quiaca fue tratada como un extremo, una periferia olvidada. Hoy, desde su altura geográfica, reclama su altura política. El encuentro en Maricá le permite a esta ciudad no solo tejer vínculos con potencias emergentes como Brasil, India, China o Sudáfrica, sino también convertirse en nodo estratégico de la integración regional.
Velázquez lo dijo con claridad: “Nuestra historia nos avala. Desde la época de la división entre el Virreinato del Río de la Plata y el Alto Perú, La Quiaca fue clave. Hoy tenemos que recuperar ese rol, ya no como pasado glorioso, sino como presente potente. La Ruta Bioceánica Interoceánica debe empezar y terminar aquí. No es un favor: es justicia histórica”.
La Quiaca en el radar del mundo
FLACMA, conducida actualmente por Washington Quaquá, encarna un nuevo paradigma donde los municipios son actores centrales del desarrollo, y no simples ejecutores de políticas verticales. En ese marco, La Quiaca aparece como un caso ejemplar de cómo una ciudad puede internacionalizar su agenda desde lo local, con planificación, identidad cultural y vocación de justicia social.
“El cambio climático, la erradicación de la pobreza, el derecho al desarrollo, el acceso a tecnología y conectividad: todo eso no se resuelve desde los escritorios centrales, se resuelve donde la gente vive. Por eso el protagonismo municipal es clave, y La Quiaca lo está demostrando”, planteó Velázquez ante líderes de toda América Latina.
Orgullo quiaqueño, mensaje nacional
En una Argentina golpeada por la centralización, el ajuste y la fragmentación institucional, el ingreso de La Quiaca a la FAM y su presencia en el círculo de municipios BRICS representa un mensaje poderoso: el desarrollo es posible desde el interior profundo, desde la frontera, desde la cultura, desde abajo.
Los pasos que se están dando no son improvisados. Se trata de una estrategia clara: convertir a La Quiaca en puerta logística, corredor bioceánico, destino turístico y polo cultural de alto valor agregado. “Si no lo decimos nosotros, nadie lo dirá por nosotros”, afirmó Velázquez. Y lo dijo en nombre de todos los quiaqueños.