“La Rebelión Federal: Gobernadores en pie de guerra contra el ajuste de Milei”

Una fotografía que lo dice todo: 22 gobernadores sentados en torno a una misma mesa, sin distinción de colores políticos, pero unidos por una preocupación común: evitar el colapso financiero de sus provincias frente al brutal recorte de transferencias por parte del gobierno nacional. La postal tomada en el Congreso sintetiza el clima de hartazgo: la paciencia de los mandatarios provinciales llegó al límite

La razón inmediata del malestar es la falta de respuesta concreta de la Casa Rosada frente a la crítica situación fiscal que atraviesan las jurisdicciones. Los recursos que antes llegaban por ley —como el Impuesto a los Combustibles— han sido retenidos o recortados por decisión de un Poder Ejecutivo que prioriza el superávit a costa del interior. La tensión escaló al punto de que las provincias han comenzado a advertir que podrían entrar en default interno si no se revierte el ajuste.

Los mandatarios buscan una salida legislativa: impulsar un proyecto de ley que garantice el reparto automático y equitativo del Impuesto a los Combustibles, al igual que el Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), con criterios de coparticipación vigentes. “No podemos permitir que el federalismo se vacíe de contenido mientras el ajuste se concentra sobre quienes sostienen los servicios esenciales en el país real”, afirman en off algunos de los firmantes.

El bloque de gobernadores reúne a líderes de distintos espacios: peronistas dialoguistas, radicales incómodos con el rumbo nacional, y jefes provinciales que hasta hace poco coqueteaban con el oficialismo libertario. Todos ahora coinciden en lo esencial: el experimento económico de Javier Milei pone en riesgo el funcionamiento básico del Estado en las provincias.

Entre los temas más urgentes se encuentran los aguinaldos, sueldos de docentes, policía y salud, obras públicas paralizadas, subsidios al transporte y sistemas educativos en jaque. “Nos están empujando al abismo. Si esto sigue así, las provincias no van a poder pagar los sueldos de julio”, advierte un gobernador del norte.

La foto del Congreso deja claro que el “Pacto de Mayo” fue papel mojado. Aquellos que firmaron confiando en un mínimo gesto de gobernabilidad, hoy se enfrentan a una gestión que los ha dejado solos ante la tormenta. El intento de Milei de recentralizar el poder financiero encuentra ahora una reacción colectiva que podría convertirse en una grieta institucional de alto voltaje.

En este contexto, la batalla por el Impuesto al Combustible es mucho más que un reclamo fiscal: es la línea de resistencia de un sistema político federal que, en silencio, ha comenzado a alzar la voz.