La reconversión tabacalera ya comenzó y es para unos pocos

 La reconversión tabacalera ya comenzó y es para unos pocos

Jujuy 31 de diciembre 2020 // El sector tabacalero ingresó en un etapa de concentración histórica de su producción, como también está reduciendo infraestructura aplicada al proceso industrial de la materia prima –este año cooperativa realizará el proceso propio y el de la industria-.

Desde hace dos décadas que el gobierno nacional mediante el Programa de Reconversión de Áreas Tabacaleras PRAT, el cual si bién resulta a los ojos de los productores un organismo más dentro de la estructura burocrática de gestión del Fondo Especial del Tabaco, a lo largo del tiempo, esta demostrando que algunos deberes atinentes al objeto “reconvertir” lo viene realizando con los gobiernos provinciales y los dirigentes tabacaleros.

La concentración de la producción, en manos de pocos productores es una tendencia irreversible, sobre todo en la provincia de Jujuy, la cual perdió su gravitación histórica, ya que la provincia de Salta ocupa el centro de la escena, tanto en la colocación de exportaciones, como también en la formación de precios –La Cooperativa de Jujuy por su bajo volumen y dependencia financiera quedó como una subsidiaria y La Cámara del Tabaco reducida a una dependencia, que ejecuta las políticas que diseña el estado-.

Jujuy quedó desplazada, hoy es solo un mercado opcional; en el mejor de los sentidos complementario de aquellas transacciones que Salta no desea asumir. En el nuevo contexto, con menos productores activos, con menor superficie de cultivo, una caída significativa de los volúmenes históricos de acopio y ausencia de financiamiento, muy diferente a la realidad de Salta que aumenta cada año el volumen de producción; tanto La Cámara del Tabaco, como la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, resultan instituciones prescindibles, solo son cascarones en cuyo interior no hay objetivos que señalen un norte para los productores, debido a la pérdida constante de terreno ante el ímpetu del gobierno.

La inclusión del FET en el presupuesto nacional, disponible para el gobierno por transferencia directa, signado a su vez dentro del presupuesto 2021 de la provincia como recurso especial, quedó en un laberinto jurídico, que permite ante descuentos de coparticipación nacional y faltante de caja en Jujuy, disponer de los mismos por 365 días. Además hacia la mitad del 2021 La Cooperativa de Tabacaleros deberá enfrentar un préstamo, que gestionó con apoyo del gobierno, con lo cual el FET podría verse comprometido –unos $1.600 millones de pesos-. En la encrucijada  la institución posee dos caminos; o pide a un comprador un anticipo o el gobierno deberá transferir recursos del FET, ya que el destino son “los productores”.

El sector tabacalero, según la tendencia de los saldos productivos, sigue el camino de la concentración, los nuevos productos que salen al mercado, reemplazando al cigarrillo tradicional demandan menores cantidades de materia prima, de mayor calidad, realizada con protocolos que solo un grupo de productores pueden alcanzar-alta tecnificación y reducción de costos en la cadena del proceso-, lo que se traduce en menos mano de obra.

La actividad tabacalera en la provincia de Jujuy, dejó de ser aquella economía regional capaz de brindar contención laboral a miles de familias, el tejido social que supo sustentar desde el derrame de la producción y el proceso, hoy se ve altamente deteriorado. El jornal oscilará para esta temporada entre; dólares U$s 15 a 17, como también los insumos siguen la huella de la inflación, más aún los importados, con un mercado internacional competitivo a pesar de la brecha cambiaria, estos indicadores llevan a los productores a depender del FET, el cual quedó en manos del estado, siendo además los precios de acopio cada vez más bajo, con lo cual la rentabilidad es solo el punto de llegada para unos pocos.

En las últimas semanas se escuchó al gobernador de la provincia con insistencia hablar de cáñamo como posible sustituto del tabaco; durante la gestión de Eduardo Fellner se había señalado a la stevia; pero al parecer la sustitución del plástico en tiempos donde la protección ambiental es un tema transversal, el cáñamo comienza a ser considerado como una alternativa recomendable.

Entre todas las incertidumbres que rodean al sector, solo hay una constante, la cual es menos alentadora aún que carecer de un horizonte; la concentración. En la actividad hoy se cuestionan si la lucha antigranizo vale la pena sostenerla, tal vez el azar, resulta más auspicioso que un posible siniestro, ya que buscan en aras de la supervivencia bajar costos. El estufado como el uso de herramientas tecnológicas se encaminan a servicios tercerizados porque ya es tarde para la organización comunitaria de los recursos productivos, modalidad que pudo ser un paliativo para bajar costos operativos.

Sintetizando, el 2021 demanda la reinvención del sector tabacalero, pero desde el ímpetu de sus verdaderos protagonistas “los productores”, quienes lo forjaron a través de tres generaciones. Hoy los tabacaleros son rehenes del estado, es el sector político quien fue cooptando la actividad, aprovechando las internas que los productores no pudieron resolver.

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