Redacción Perico Noticias // La reciente estrategia de la Casa Rosada, que impulsa la candidatura de Carlos «Camau» Espínola en Corrientes, refleja una intención clara de disputar territorios tradicionalmente dominados por la Unión Cívica Radical (UCR). Este movimiento no solo busca fortalecer la presencia oficialista en provincias clave, sino también anticipa una dinámica electoral que podría replicarse en otros distritos, como Jujuy.
En Corrientes, la UCR ha mantenido una hegemonía significativa, con Gustavo Valdés reelecto en 2021 con más del 76% de los votos. Sin embargo, la postulación de Espínola, respaldada por el oficialismo nacional, indica una estrategia para erosionar este dominio y presentar una alternativa competitiva.
Paralelamente, Javier Milei y su espacio, La Libertad Avanza (LLA), han manifestado su intención de disputar espacios controlados por la UCR. La reciente fractura interna en el radicalismo, con sectores que se alinean o se oponen a las políticas de Milei, ha debilitado la cohesión del partido. Esta situación ofrece una oportunidad para que LLA capitalice el descontento y presente candidatos propios en provincias como Jujuy.
En Jujuy, la UCR, bajo el liderazgo de Gerardo Morales, ha mantenido el control provincial. No obstante, la creciente influencia de Milei y las divisiones internas en el radicalismo podrían poner en riesgo esta hegemonía en las próximas elecciones. Una eventual derrota de la UCR en Corrientes serviría como un precedente que podría replicarse en Jujuy, facilitando la expansión de LLA en territorios antes considerados bastiones radicales.
La estrategia de Milei de disputar espacios a la UCR se basa en aprovechar las fracturas internas del partido y presentar una alternativa que capitalice el desencanto con la política tradicional. La situación en Corrientes y Jujuy ejemplifica esta dinámica, donde la combinación de divisiones internas en la UCR y el avance de fuerzas emergentes como LLA podría redefinir el mapa político provincial y nacional en el futuro cercano.