Los límites del relato Afuera, el rey está desnudo

 Los límites del relato Afuera, el rey está desnudo

El fallo en contra de la Argentina de la Cámara de Apelaciones de Estados Unidos nos enseñó una obviedad: en el exterior no rayamos la cancha. Si no reencausamos nuestra política internacional a través del diálogo y la negociación, la economía recibirá el golpe.

De las fronteras de la Argentina hacia adentro, el microcosmos k parece estar a salvo. El relato se escribe a pluma firme y va convenciendo a su rebaño de una verdad revelada que jamás debe ser puesta en entredicho. Ante el contratiempo de las PASO, rápidamente se crea un mundo dividido entre «titulares» y «suplentes» (como describió Cristina de Kirchner en su discurso post derrota electoral). Es como si se separaran las aguas y de un lado estuvieran los dignos de pertenecer -los que no muestran discrepancia, los que construyen- y del otro el resto.

La historia se reconstruye y el presente es tan dinámico como cambiante. El problema es que -como decía el filósofo francés Jean-Paul Sartre- «El infierno es el otro». El límite del relato aparece cuando Argentina sale al mundo. Las reglas del exterior son inflexibles y no permiten soluciones fuera del libreto.

Puertas adentro, si faltan recursos, el Gobierno recauda a través del impuesto inflacionario. Si quiere subir el gasto público por encima del 30%, la presión tributaria se lleva a niveles que nos posicionan por encima del promedio de países desarrollados de la OCDE. Si eso no alcanza, se deja desactualizado el piso de Ganancias para recaudar más. Eso sí, cuando esto se transforma en un tema «piantavoto» de cara a las elecciones de octubre, se sale a buscar una solución urgente.

No, no crea que se va a frenar el cuantioso gasto público, y menos cuando el Gobierno está en campaña. En este universo paralelo las respuestas están siempre fuera del guión. Subir las retenciones a las mineras, pero por sobre todo aumentar el recargo de las tarjetas de crédito en los gastos en el exterior parecen ser las posibles soluciones. Se está barajando llevar ese monto del 20% de las compras al 50%, lo que dejaría al dólar tarjeta con una cotización muy cercana a la del blue.

Por más patriótico que suene veranear en Mar del Plata, la realidad detrás es que el Gobierno necesita dólares para pagar la importación de energía -que este año llegaría a US$ 13 mil millones-, hacer frente a la deuda y las importaciones.

Del otro lado, y a un año del freno a la fuga de capitales, el Banco Central no puede contener la hemorragia. Las reservas pasaron de US$ 43.000 millones a US$ 27.000 millones en lo que va del año.

El 2014 no asoma como una oportunidad para revertir esta tendencia, dada la posibilidad de que haya que pagar el Cupón PBI y la debilidad de la balanza comercial.

«A fines de 2014 el Estado Nacional deberá pagar cerca de US$ 5.000 millones por el cupón de crecimiento, de los cuales más de US$ 3.500 millones deberán ser cancelados en divisa y el resto en pesos. De acuerdo al INDEC, la expansión del nivel de actividad en la primera mitad del año fue del 5,1% interanual, lo que implica que la economía -muy probablemente- crezca más de 3,22% gatillando el pago de cupón PBI», señalaron en la consultora Analytica.

A esto se suma el hecho -dijeron- de que el real brasileño se devaluó más de 20% en los últimos 4 meses y alerta a la industria nacional, ya que se trata del principal destino de las exportaciones industriales y es una amenaza para el mercado interno. Vea el gráfico a continuación:

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EL REY ESTÁ DESNUDO

De pequeño mi abuelo me narraba el cuento «El traje nuevo del emperador», de Hans Christian Andersen, antes de irme a dormir. La moraleja describía a un líder al cual convencían de que le habían hecho su vestimenta con las mejores telas del mundo. Tan buenas eran que sólo podían ser vistas por los ojos de los virtuosos. A la hora del desfile y de enseñar su ropaje, el grito del público no se hizo esperar: «¡El rey está desnudo!».

El hecho es que a Cristina la pueden convencer sus asesores de que la economía está vestida con los mejores trajes, pero cuando salimos al mundo nos damos cuenta de que está desnuda.

Podemos convencernos entre nosotros de lo bien que andamos, pero si el riesgo país supera los 1.000 puntos -cuadruplicando a Brasil y Uruguay- algo no cierra.

«La deuda se pagará en la moneda, en la fecha y por el monto que corresponde», dijo anoche el dúo Hernan Lorenzino (ministro de Economía) y Axel Kicillof (viceministro de Economía) en el programa «6-7-8», respecto del fallo contra el país de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos. La idea del Gobierno es mantener las condiciones que se establecieron en el canje y en la que entró el 93% de losholdouts. No obstante, afuera los argumentos patrióticos y las imposiciones oficialistas no surten efecto.

Usted y yo sabemos que lo que hacen los buitres (comprar bonos a precio de remate en países quebrados para luego en los juicios obtener un mayor rédito) no es lo más ético. Sabemos con quiénes tratamos. No se trata de «defender intereses imperialistas». Sin embargo, ya estamos en el baile y por responsabilidad propia. Sólo nos queda una instancia: todas las velas prendidas a la Corte Suprema de EE.UU. para que tome el caso (sólo acepta 20 por año). Si deja firme la sentencia o rechaza estudiarla, estos US$ 1.300 millones en juicio podrían traducirse en los reclamos de los que ya entraron al canje y recibieron menos, provocando una catarata de demandas.

El Gobierno ganó tiempo. El tema será tratado después de octubre y no tendrá impacto en las urnas. Fuera de las especulaciones políticas, la economía sigue a la sombra de la mala praxis y de la subestimación del poder del diálogo. 678 no llega a Estados Unidos.

En declaraciones a radio Mitre, Claudio Loser, economista argentino y ex director del FMI, opinó que el fallo adverso podría haberse evitado si el Gobierno se «sentaba a discutir» con los bonistas.

«La estrategia general de la Argentina no fue buena. Podrían haberse sentado a discutir las cosas y cerrado este capítulo en una forma muy rápida», agregó. Además, añadió que el fallo «es constitucional y no va a tener consecuencias en otros países», por lo que, «deja a la Argentina sola».

Afuera no rayamos la cancha. Afuera, el rey está desnudo.

Para debatir éste y otros temas de la economía argentina, lo invito a seguirme en Twitter: @IgnacioRos.

Saludos cordiales,

Ignacio.

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