La ciudad tabacalera de Monterrico, en la provincia de Jujuy, está marcando un precedente en la gestión de la seguridad vial. Bajo el liderazgo del intendente Luciano Moreira y con una firme decisión política, la ciudad ha logrado un impacto notable: registrar ocho lunes consecutivos sin accidentes de tránsito ni víctimas fatales.
El logro responde a la implementación de un plan estratégico denominado “0 Accidentes, 0 Fallecidos”, que tomó una medida controversial pero efectiva: el cierre de boliches los domingos. Este cambio, en conjunto con un sólido trabajo entre el municipio y la Policía de la Provincia, ha transformado las madrugadas del lunes en un momento de tranquilidad para la comunidad de Monterrico, un lugar que antes enfrentaba una preocupante recurrencia de siniestros viales durante el inicio de la semana laboral.
Una decisión política con impacto social
“Solo era decisión política”, afirma Moreira, enfatizando que las soluciones para problemas estructurales muchas veces dependen de la voluntad de los dirigentes de priorizar el bienestar ciudadano por encima de intereses particulares. El cierre de locales bailables los domingos no solo disminuyó el riesgo en las calles, sino que también fomentó un cambio cultural en la población joven, quienes ahora disfrutan de un entorno más seguro.
Los resultados no dejan lugar a dudas: en estas ocho semanas consecutivas, Monterrico ha despertado los lunes sin noticias de accidentes ni fallecimientos vinculados al tránsito. Este cambio significativo ha sido elogiado por vecinos, instituciones locales y actores políticos, quienes destacan la importancia de esta política como un ejemplo a seguir para otras localidades con problemáticas similares.
La colaboración como clave del éxito
El éxito del plan no habría sido posible sin una estrecha cooperación entre el municipio y las fuerzas de seguridad. Operativos de control en puntos estratégicos, patrullajes preventivos y la constante comunicación con los ciudadanos han sido pilares fundamentales para garantizar la eficacia de esta política.
Además, el municipio ha desarrollado campañas de concientización sobre el consumo responsable de alcohol y el respeto por las normas de tránsito. Estas iniciativas han logrado generar una mayor sensibilización en la comunidad respecto a la importancia de la seguridad vial, fortaleciendo el compromiso colectivo hacia el cambio.
Un modelo para otras ciudades
El modelo de Monterrico no solo es un triunfo local, sino también una invitación a que otras ciudades adopten medidas similares para combatir los accidentes de tránsito, especialmente en las madrugadas críticas posteriores a los fines de semana. El liderazgo de Luciano Moreira ha sido reconocido como un ejemplo de cómo las decisiones políticas concretas pueden marcar la diferencia en la vida de las personas.
Con un enfoque basado en la prevención, la colaboración y la firmeza en la ejecución de políticas públicas, Monterrico se consolida como un faro en la gestión de seguridad vial en la región. La pregunta ahora es: ¿serán otras localidades capaces de seguir el camino iniciado por esta ciudad jujeña?
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