Macri: “La Argentina se está poniendo de pie”

 Macri: “La Argentina se está poniendo de pie”
ElParlamentario.com || Durante 61 minutos, el presidente de la Nación expresó un discurso en el que buscó infundir optimismo, asegurando que “el país está cambiando”, pidió no atender a quienes “ponen palos en la rueda” y destacó las obras puestas en marcha. Le pidió al Congreso una serie de leyes que necesita que se aprueben y reclamó “menos relato y más verdad”. Aseguró además que “en 2017 la economía va a crecer”.
El presidente de la Nación, Mauricio Macri, inauguró por segunda vez en su gestión un nuevo período de sesiones ordinarias en el Parlamento, ante un escenario cubierto de carteles críticos de parte de la oposición, a la que cuestionó por poner “palos en la rueda”. Reconoció las dificultades atravesadas durante el primer año de gestión y pidió a los argentinos “no aflojar”, asegurando que “la Argentina se está poniendo de pie”.

En una alusión claramente electoral, pidió ratificar “nuestra convicción por el cambio” y no escuchar “las voces de aquellos que nunca quisieron el cambio”. Asimismo remarcó que en 2017 “la economía va a crecer”.

Al inaugurar este miércoles el 135° período de sesiones ordinarias, el presidente Macri arrancó su discurso refiriéndose a la relación entre el Poder Ejecutivo y el Congreso, expresando su deseo de que este año “podamos repetir mucho de lo que vivimos en el anterior: un trabajo responsable y colaborativo”, en el que “pudimos ir más allá de nuestras legítimas diferencias, y aprobar leyes necesarias para comenzar a resolver muchos problemas”. En ese contexto convocó a “seguir avanzando”.

Agradeció a los argentinos “por entender que para conseguir los cambios que necesita el país hace falta tiempo”. Reconoció que “siempre supimos que el camino iba a ser difícil” y le apuntó a quienes “no quieren que las cosas cambien, que se resisten, que ponen palos en la rueda”, pero pidió no desanimarse y “seguir avanzando, aferrados a nuestras convicciones y valores; convencidos de que somos mejores de esta vida que estamos llevando”. Aseguró entonces que “los argentinos tuvimos que poner el hombro, pero estamos logrando cambios”.

En un discurso iniciado a partir de las 11.26 y que tuvo un claro tono de campaña, el mandatario habló de las obras en marcha: rutas, puentes, aeropuertos, cloacas, energía. “Eso que faltaba hacer y nadie hacía, porque nadie se animaba al largo plazo, a cambiar las cosas en serio; a construir las bases para construir el país que queremos”. “Era más fácil mirar el corto plazo, que puede ser atractivo, pero se agota y deja muchas personas peor que antes”, aseguró.

Dijo que “estamos construyendo la estructura fundamental de un país que nos contenga a todos: a los argentinos del presente y del futuro” y aseguró que “superamos lo más difícil en esta transición”. “El país está cambiando -aseguró-. Argentina se está poniendo de pie”, enfatizó, cosechando el primer aplauso de su discurso.

Fue cuando se mostró optimista respecto de 2017, como así también para 2018 y 2019: “Cada año vamos a estar mejor, porque estamos sentando bases sólidas y duraderas”, dijo, asegurando que el desafío más grande es “sacar a millones de argentinos de la pobreza”.

Para ello, sostuvo que “necesitamos más acuerdos y más realidades; menos exaltación y menos símbolos. Menos relato y más verdad”, enfatizó.

El presidente recordó “los obstáculos que encontramos” y remarcó que la situación “requiere del aporte de todos”. Lamentó “nuestra tendencia en empantanarnos en problemas y rechazar las soluciones posibles”. Pidió “acabar con el estancamiento que nos ha estancado y dar plazo a una cultura del diálogo”.

“A algunos les parecerá menos épico, pero no asumimos la presidencia para que nos hagan un monumento”, destacó, precisando que “no creemos en los liderazgos mesiánicos. Venimos a aportar soluciones, dialogando y trabajando juntos; sigamos colaborando unos con otros”.

Recordó luego los tres “sueños” que el año pasado había presentado como ejes de su gestión: pobreza cero, combatir el narcotráfico y unir a los argentinos. “Hoy quiero compartir esos avances en la hoja de ruta, para que todos los argentinos sepamos adonde vamos y el país que proyectamos”, precisó.

Macri señaló que su principal preocupación y prioridad es reducir la pobreza, y dijo esperar que su Gobierno se evalúe por el éxito que tenga en ese objetivo. Refiriéndose a “los que necesitan una respuesta más urgente”, dijo haber recibido “un país donde uno de cada tres argentinos está en la pobreza o la exclusión total”. “Es mucho más que un número, son personas”, remarcó.

“Pese a los miedos que muchos querían imponer”, dijo haber mantenido los beneficios y fortalecido derechos sociales, principalmente en jubilaciones, asignaciones familiares y tarifas sociales. “Hicimos realidad muchos derechos que estaban solo en los papeles”, dijo, y destacó haber creado “nuevos derechos, como la pensión universal a los adultos mayores. Agregó que “con casi 9 millones de asignaciones familiares, alcanzamos el valor más alto desde la apertura de este régimen”.

Destacó luego la implementación del plan El Estado en tu Barrio, y aseguró que “la presencia del Estado también se traduce en obras de infraestructura social”, habló luego de la cantidad de villas y barrios precarios, donde vive 12 millones de argentinos, y prometió que este año se mejorará la situación de más de 480 mil familias, urbanizando 381 establecimientos informales.

“Recibimos el país donde solo el 41% del país tenía cloacas”, dijo y prometió que al finalizar su mandato el 75% la tendrá, y el 100% en las zonas urbanas tendrán agua potable.

Destacó haber creado la cobertura universal de salud, y destacó el fortalecimiento de las obras sociales sindicales, reconociendo “una deuda histórica que reclamaban”. La columna vertebral del sistema de salud, dijo, es la atención primaria, y destacó entonces la presencia de Luis, el médico de La Rioja que hizo 30 días seguidos guardia, para atender las emergencias. “Eso demuestra todo lo que tenemos por hacer, pero también el enorme compromiso de nuestros médicos por cuidarnos”.

Anticipó luego el lanzamiento del plan para personas con discapacidad.

Aseguró que la vivienda y la salud son fundamentales, pero remarcó que el valor de la educación y prometió llevar adelante una “revolución educativa en todo el país”. Macri aseguró que “la educación nos une”, advirtiendo que “hoy la mitad de los chicos no termina el secundario” y anunció el lanzamiento del plan Asistiré, para detener la deserción e ir a buscar a los que abandonaron la escuela. “Nazcan donde nazcan, todos los chicos tienen que tener las mismas oportunidades”, puntualizó, prometiendo conectar 2.000 a Internet a través del Arsat 2.

Valoró luego el “rol fundamental de las universidades públicas”, por lo cual fue aumentado el presupuesto, aseguró, y consideró “clave” el papel de los docentes, de los que dijo necesitar “docentes motivados y reconocidos; enseñen donde enseñen, tienen que poder realizarse y tener un salario digno”. A continuación dijo que hay que apoyarlos, especialmente cuando son víctimas de agresiones, y tras poner algunos ejemplos, un diputado kirchnerista le gritó el nombre del titular de Suteba, amenazado los últimos días. “Para cuidar a los docentes… No creo que Baradel necesite que nadie lo cuide”, ironizó el mandatario, desatando aplausos del oficialismo, y pidió sancionar una ley que agrave las penas a aquellos que agredan a los docentes. “Y para mejorar hay que medir”, dijo, por lo que reclamó al Parlamento tratar el proyecto de creación del Instituto de Evaluación de la Calidad Educativa.

Luego destacó que cada 36 horas una mujer muere por violencia de género, ante lo cual recordó que “todos nos unimos en el grito #NiUnaMenos”, por lo que sostuvo que poner “fin a la violencia machista” se debe “terminar con los patrones culturales que naturalizan la agresión contra la mujer”, y dijo que el elemento fundamental para hacerlo es la educación. Por eso dijo haber puesto en marcha el Plan Nacional contra la Violencia de Género.

Valoró a continuación la puesta en marcha de la Ley de Reparación Histórica de nuestros abuelos, a través de la cual “hoy casi un millón de jubilados tienen lo que les corresponde”.

Recordó luego que para reducir la pobreza, la Argentina tiene que crecer, y hace 5 años que no generamos empleo. “Hay mucha gente que sufre, pero estamos saliendo”, insistió, garantizando que “en 2017 la economía va a crecer”, e hizo votos porque sea un crecimiento sostenido año a año. Habló entonces de la necesidad de tener “bajo control a la inflación”, a la que calificó como “tóxica”, porque “destruye los salarios de los trabajadores, dificulta ahorrar, paraliza la inversión y nos impide mirar a largo plazo”.

Cuestionó a los gobiernos anteriores que “la fomentaron y la quisieron esconder”. Se diferenció diciendo que “nosotros la enfrentamos y hoy está en un claro camino descendente”. Destacó el papel del BCRA en la materia y dijo que el año pasado en el segundo semestre la inflación fue del 8,9%, “que anualizada es la más baja desde 2008”.

“La tendencia es clara”, remarcó, por lo que sostuvo que “empresarios y trabajadores deberían tener en cuenta las nuevas metas que se ha impuesto el Banco Central para 2017 de una inflación de entre el 12 y el 17%, recordando que la entidad monetaria se fijó un objetivo para 2019 de menos del 5%. “Sabemos que eso es posible con un Banco Central independiente”, aseguró.

“Ya probamos con alta inflación; la economía crece menos, y los salarios siempre son alcanzados y superados por ella”, puntualizó, recordando luego la actualización del mínimo no imponible dispuesta el año pasado. “Corrimos las escalas sin caer en el populismo irresponsable”, enfatizó.

Destacó luego la salida del default “que nos aisló durante 15 años”, lo que “nos permitió incorporarnos al mundo. Hoy el país se financia en el mercado, a tasas menores”, destacó, mencionando luego la baja del déficit fiscal, y aseguró que “después de años de manipulación sancionamos un presupuesto con números reales”. Puso también como ejemplo de que “la confianza aumenta” el “éxito del sinceramiento fiscal”.

Macri pidió a continuación “trabajar para ser cada día más competitivos”, y entre otras cosas destacó el papel del campo. “La Argentina tiene grandes oportunidades en distintos sectores”, señaló, garantizando que “los argentinos que trabajan en el campo tienen potencial para ganar lugar en los supermercados del mundo”, señaló, destacando el aumento de tractores, cosechadoras y sembradoras. “Estamos teniendo la cosecha más alta de trigo, de 180 millones de toneladas”, enfatizó.

En otro pasaje resaltó la implementación del Plan Nacional de Turismo, la Ley de Autopartista y la Ley Pyme, pero reclamó al Congreso la aprobación de la ley de emprendedores. Asimismo anticipó el envío al Congreso de una ley de protección de datos personales, para que la Argentina se convierta en un polo tecnológico.

Aseguró luego que en 2016 aumentaron las exportaciones, tras lo cual habló de la necesidad de implementar “una reforma tributaria seria y profunda para dejar de aplastar a quienes crean y tener un sistema más equitativo, progresivo y simplificado”.

“Las actitudes oportunistas nos han impedido consensuar una reforma”, admitió, y se quejó porque estuviera pendiente aún de la Ley de Coparticipación, que debió haberse aprobado hace 20 años.

A continuación resaltó la necesidad de lograr mayor competitividad, que “no se consigue con una devaluación, ni a costa de los trabajadores”; sino “desatando trabas en un camino largo y duradero”. Puso como ejemplo el acuerdo por Vaca Muerta. “Para crecer necesitamos más crédito, a menores tasas, plazos más largos y en nuestra moneda. Esto se reduce con confianza, con tiempo. Con bancos públicos más comprometidos en el desarrollo de pymes”, admitió.

“También con mejores regulaciones”, y pidió la aprobación de la ley de Mercado de Capitales.

Al referirse luego a la ciencia, la tecnología y la innovación, dijo que “queremos que los científicos puedan hacer cada vez más y mejor investigación”, y habló de la necesidad de implementar un puente entre ellos y los sectores productivos.

Tras destacar al Plan Belgrano y al Proyecto Patagonia, señaló que “las economías regionales necesitan infraestructura para crecer”, y dijo que el Gobierno está implementando “el plan nacional de transporte más ambicioso de la historia, que va a mejorar la seguridad de todos los argentinos y generar decenas de miles de puestos de trabajo”. Remarcó que “en cuatro años esperamos construir 2800 kilómetros de autopistas, los mismos que teníamos cuando llegamos; ya hay 1.600 en construcción, y para el fin de este año vamos a tener 25.000 kilómetros de ruta en obras. ¡Algo inédito en la historia de la Argentina!”.

Luego destacó la reconstrucción ferroviaria y la modernización de aeropuertos.

Respecto de la energía, aseguró que comenzó a normalizar el sector. “Después de una década de despilfarro y corrupción, empezamos a normalizar el sector energético”, señaló, desatando la reacción de parte de la oposición y la ovación de sus partidarios: “Sí se puede”, corearon, de pie.

“En este proceso no dejamos a nadie atrás: hoy casi cuatro millones de usuarios reciben tarifa social: uno de cada 3 hogares”, destacó, para agregar luego que “declaramos el año 2017 como el de las energías renovables”.

Con relación a la inseguridad, dijo que su gobierno comenzó por reconstruir las estadísticas criminales, “y comenzamos a trabajar juntos con los gobernadores”, poniendo como ejemplo la ciudad de Rosario, donde se redujo la tasa de homicidios en un 2 0% y en más de un 30 la cantidad de robos calificados. En Buenos Aires, dijo estar asistiendo el Gobierno nacional a 31 municipios, con más de 6000 efectivos federales.

Destacó que “juntos hemos recapturado a más de 2.300 prófugos de la justicia”.

El primer mandatario destacó que “si queremos resolver el problema de la inseguridad, debemos dar un debate serio sobre el nuevo sistema de responsabilidad penal juvenil”.

Pidió asumir “el compromiso juntos Argentina sin narcotráfico”, y destacó haber declarado la emergencia nacional en materia de adicciones.

“Estamos trabajando en los puntos más complejos en nuestras fronteras, e incorporamos un tercer radar”, sostuvo, destacando que “vamos a recuperar el control del territorio que el Estado fue perdiendo”.

Aseguró que “en 2016 incautamos más de 30% de cocaína y sub productos y 600% más de éxtasis”, valorando el acompañamiento del Congreso en leyes como la de flagrancia, para terminar con la llamada “puerta giratoria”. Pidió más adelante “debatir proyectos como la ley contra el paco, la reforma del Código Procesal Penal, la ley de extinción de dominio de los bienes de narcocriminales y la reforma del sistema nacional penitenciario”.

“Nuestra Justicia necesita cambiar”, dijo, resaltando la necesidad de una justicia independiente, que de respuestas rápidas a la gente, y destacó la aprobación de varias leyes comprendidas en el programa Justicia 2020, y reclamó a los jueces “avances”. Puso como ejemplo que “a más de dos años de su muerte, queremos saber qué pasó con el fiscal Nisman y con su denuncia”.

“El diálogo no es solo nuestra metodología; es nuestra manera de entender la política y la vida”, señaló y destacó la devolución a las provincias del dinero que les correspondía, “porque queremos una Argentina federal”. En tren de diferenciarse de sus antecesores, dijo que “hablamos con los periodistas, y respondemos a las preguntas”.

“Dejamos de hacer de los medios públicos y de los programas culturales herramientas partidarias o ideológicas”, señaló, poniendo como ejemplo el uso “partidario” de “buenas iniciativas como Tecnópolis”.

Sostuvo que “la cultura nos tiene que unir”, y remarcó que “la Argentina ha vuelto al diálogo”, destacando que “los funcionarios de mi Gobierno y yo personalmente seguimos tocando timbre para escuchar directamente lo que la gente nos tenga que decir”.

Admitió como “una de las decepciones del año 2016” el “escaso avance” de la reforma política, y calificó de “vergüenza” que en el siglo XXI “sigamos votando con un sistema arcaico que se presta a la trampa”. Pidió al Congreso esforzarse para que en 2019 “alejemos la trampa de la política”.

Sobre la corrupción dijo que detrás de ella hay “millones de argentinos sin cloacas, rutas destrozadas y tragedias que se pudieron haber evitado, como la de Once”. “Hoy la obra pública dejó de ser un sinónimo de corrupción”, aseguró, puntualizando que “gracias a los ahorros, a partir de licitaciones transparentes y contratación de proveedores como corresponde se ahorraron en transporte 32 mil millones de presos”. Ese dinero, dijo, “alcanza para construir el puente Chaco-Corrientes, que tanto esperamos, y el puente Santa Fe-Paraná, o más de 65 metrobuses del largo del que estamos haciendo en La Matanza”.

Insistió en que “la corrupción se combate con transparencia e integridad”, y destacó la aprobación de las leyes de información pública y la del arrepentido.

Pidió profundizar las políticas de integridad pública. Citó a continuación el caso del Correo, sin nombrarlo puntualmente, y recordó haber pedido a la Oficina Anticorrupción crear un mecanismo para separar su actuación ante cualquier suspicacia frente a un potencial conflicto de intereses.

“Quiero que todo sea transparente y abierto y que nadie dude de las decisiones que toma este presidente”, señaló y anunció la publicación en los próximos días de dos decretos sobre juicios y contrataciones para la gestión de conflictos de intereses. “La ética y la transparencia no es solo una obligación del sector público, sino que compromete al sector privado”, dijo, por lo que pidió al Congreso debatir y sancionar la ley de responsabilidad empresaria.

En su discurso ante el Congreso, Macri dedicó un párrafo a las relaciones exteriores, asegurando haber establecido “relaciones maduras y pragmáticas con todos los países del mundo”, y en ese sentido destacó las visitas de dignatarios de otros países, entre ellos cinco integrantes del G-7. Reivindicó además el reclamo argentino respecto de la soberanía en Malvinas. “El diálogo fortalece nuestra posición”, aseguró, destacando el protagonismo “en la región y en el mundo” por parte de nuestro país. Argentina empieza a ser reconocida “por sus virtudes, y no por sus defectos”, aseguró.

Macri sostuvo que “por primera vez en años hay un gobierno que quiere cuidar a todos los argentinos”. Luego dijo estar contento de que “hace 15 meses empezamos a caminar en la dirección que nos merecemos”, y pidió “convencernos que somos la generación que vino a cambiar la historia, que mira al siglo XXI diciendo queremos poner la Argentina ahí”.

“Este mundo es un mundo lleno de incertidumbre”, advirtió, pidiendo “dejar de tener una agenda pequeña, mezquina; no hay más lugar para cinismos, hay que creer, realmente tenemos que actuar”, destacó.

Macri admitió que “cuanto más viajo por el país, más estoy convencido de que tenemos todo lo que se necesita para salir adelante”, y apuntó que “basta mirar lo que hemos hecho estos 15 meses, echando bases para construir un país serio. La Argentina está creciendo: basta que nos regalen el presente para robarnos el futuro”, reclamó.

“Me emociona mucho cada vez que veo que somos millones los argentinos que creemos lo que estamos haciendo, que el cambio es posible”, señaló, y dijo que las palabras que más le quedaron fueron: “No aflojes, Mauricio”.

“Y yo les digo hoy: no aflojemos, ratifiquemos nuestra convicción por el cambio, y no escuchemos las voces de aquellos que nunca quisieron el cambio, y que ni siquiera hacen autocrítica de lo que hicieron en el pasado”, exclamó el mandatario. Agregó que “lo necesitamos todos, porque esto que hemos comenzado, producir este cambio en serio, no es cuestión de un líder, de una coalición; es algo que está en el corazón de todos los argentinos. Por eso hoy les digo: la Argentina se está poniendo de pie, y más que nunca tenemos que confiar en nuestra capacidad de hacer, el entusiasmo de hacer”.

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