Massa tuvo que negociar con Ritondo para tratar el presupuesto y repartir las comisiones
Sergio Massa usó el despacho del aún presidente de la Cámara Emilio Monzó para recibir a los jefes de Juntos por el Cambio y acordar su proclamación como presidente de la Cámara, el tratamiento del presupuesto en diciembre y un reparto equilibrado de los cargos en las comisiones.
El miércoles el recinto se abrirá para tomarle juramento a los diputados electos, elegir autoridades y delegar en el presidente de la Cámara la distribución de los casilleros en las comisiones, pero respetando la proporción de cada fuerza política en el recinto.
Y sin siquiera un bloque confirmado oficialmente, la certeza es que ninguno reuniría una mayoría propia y más de 240 de los 257 responderán a dos fuerzas políticas. Así las cosas, Massa no tuvo más opción que acordar con el aún oficialismo para confirmar que ocupará el sillón de Monzó desde el 10 de diciembre.
Acompañado por el jefe del bloque Todos Máximo Kirchner, Cristina Álvarez Rodríguez y Cecilia Moreau, el tigrense logró además que Cristian Ritondo, Mario Negri y Maximiliano Ferraro, jefes del PRO, la UCR y la Coalición Cívica, respetaran para el oficialismo las presidencias de las Comisiones de «gestión». Para diciembre sólo serían necesarias las de Presupuesto (podría presidirla Carlos Heller) y Legislación General. El resto se armará en Marzo.
No fueron invitados los bloques chicos que serán decisivos como Consenso Federal (7 identificados con Roberto Lavagna, aunque el mendocino José Luis Ramón se iría a Todos), los 4 de Córdoba Federal, los 3 del Frente para la Concordia de Misiones y el rionegrino y la neuquina que armaron dupla y los 2 de izquierda.
Con la polarización más vigente que nunca, la vice primera y la tercera de la Cámara serán para un diputado de JxC y los elegidos serían Álvaro González (PRO) y algún radical cercano a Alfredo Cornejo, como Luis Petri o Claudia Najul. El peronista José Luis Gioja bajaría un escalón y sería vice segundo.
No hubo ascenso de terceras fuerzas como ocurrió en el Senado, donde Cristina Kirchner sumó a los santiagueños, le cedió la presidencia provisional y aseguró mayoría propia.
En Diputados fue todo más difícil. Los siete diputados del Frente Cívico por Santiago se sumarán a Todos, pero no así los misioneros; y si bien pasarán la barrera de los 120, podrán ser primera minoría pero por ahora no llegan a controlar el recinto. Hacen falta 129 y bien disciplinados.
JxC contaba con 119 y sólo da por perdido al santacruceño a Alfredo Carambia y a la tucumana Beatriz Ávila, aunque la tentarían para quedarse con identidad propia. Pablo Ansaloni, de Uatre, prometió tomar una decisión después de reunirse con su seccional, pero todavía no dio definiciones y el peronismo lo espera cuando haya que votar. Los 5 o 6 leales a Emilio Monzó por ahora no sacan los pies del plato.
Por ahora no hay un temario definido, porque Alberto Fernández, esta misma tarde, estudiaba con sus asesores que leyes necesitará con urgencia para diciembre y qué chances hay de sancionarlas con una Cámara de Diputados tan pareja.
Con el presupuesto no tendrá obstáculos: ingresará el 12 de diciembre y Negri y Ritondo se comprometieron a dar quórum para tratarlo el 18 y que el Senado lo sancione después de navidad.
Pero la UCR y el PRO no están dispuestos a aprobar una ley de emergencia económica o el retorno de los superpoderes, como se conoce a la facultad de reasignar partidas que tiene el presidente si pasar por el Congreso. En 2016 fueron limitadas progresivamente y Alberto casi no podrá retocar nada sin aval legislativo.
El recinto recién se abriría en enero, al principio o al final del mes, aunque la oposición advirtió que no será fácil garantizar la presencia de empleados. A propuesta de Máximo, otro acuerdo entre las dos orillas de la grieta es dividir en dos la Comisión de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia. Habrá una de Mujer y Diversidad y otra de Familia, Niñez y Adolescencia. La agenda de género necesita más exclusividad.