«Milei en caída libre: FMI en duda, inflación descontrolada y un plebiscito suicida que podría sellar su destino»

El ocaso de Milei: inflación recalentándose, FMI en duda y la posibilidad de una implosión política

La presidencia de Javier Milei enfrenta su momento más crítico. El escándalo del Criptogate, que vinculó al presidente con una red de estafas financieras en criptomonedas, ha puesto en jaque la credibilidad del gobierno y ha complicado las negociaciones con el FMI, las únicas capaces de evitar el colapso de la economía. Con la inflación en ascenso, el dólar fuera de control y la creciente desconfianza de los mercados, Argentina está al borde de un shock hiperinflacionario.

En un intento desesperado por recuperar la iniciativa, Milei evalúa la posibilidad de convocar a un plebiscito revocatorio de su mandato, en un intento de revalidar su liderazgo antes de que el malestar social y político lo devore. Sin embargo, este movimiento, lejos de fortalecerlo, podría acelerar su caída, ya que enfrenta un rechazo generalizado dentro del Congreso, la Justicia y la sociedad civil. La imagen del «león libertario» se ha transformado en la de un gobernante acorralado, sin respaldo internacional y con su propia base electoral en proceso de desintegración.

El FMI en duda y la amenaza de un colapso financiero

Las conversaciones entre Luis Caputo y el FMI están al borde del naufragio. Si bien el gobierno mantiene la narrativa de que las negociaciones avanzan, fuentes cercanas al organismo aseguran que la desconfianza hacia la administración Milei es total. La crisis de confianza es tal que ni siquiera Washington parece dispuesto a salvar al gobierno argentino. La revelación de que allegados al presidente ofrecían negocios con él por 90 millones de dólares en criptomonedas ha generado un nivel de escepticismo que podría traducirse en una negativa definitiva por parte del FMI para destrabar nuevos desembolsos.

Mientras tanto, la economía argentina sigue en caída libre. La inflación de febrero habría repuntado a niveles superiores al 5%, después de una desaceleración ficticia impulsada por la brutal recesión. El dólar paralelo volvió a dispararse y el riesgo país superó los 800 puntos, llevando a la deuda argentina a cotizar en valores de default técnico. En este contexto, Caputo los últimos días ya ha quemado más de 600 millones de dólares en reservas en un intento desesperado por frenar la corrida cambiaria, pero el efecto ha sido efímero y la crisis cambiaria parece imparable. El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central,  Santiago Bausili, mantuvieron este viernes una reunión virtual con la directora adjunta del FMI, Gita Gopinath, en el marco de las negociaciones para un nuevo programa de financiamiento que refuerce las reservas del BCRA, pero otra vez se fueron con las manos vacías.

El plebiscito: ¿maniobra política o suicidio electoral?

Acorralado por la falta de financiamiento y el desgaste de su imagen, Milei busca una salida política desesperada: plebiscitar su propia gestión. La idea detrás de esta jugada es tratar de reafirmar su apoyo popular para presionar a la oposición y al establishment financiero. Sin embargo, los riesgos son enormes:

1. El plebiscito no tiene efectos vinculantes, lo que significa que no garantizaría estabilidad ni confianza en los mercados.
2. Podría desencadenar un efecto boomerang, convirtiéndose en una derrota simbólica que acelere la caída del gobierno.
3. Requiere un respaldo político que Milei no tiene, ya que el Congreso y la Justicia podrían bloquear la consulta popular.

La realidad es que sin confianza, no habrá acuerdo con el FMI. Y sin financiamiento externo, la situación económica puede deteriorarse de manera exponencial en las próximas semanas, llevando al país al umbral de una nueva crisis de gobernabilidad.

¿El principio del fin?

Las alarmas ya han comenzado a sonar en la comunidad internacional. Los medios extranjeros han pasado de presentar a Milei como un «fenómeno disruptivo» a retratarlo como un presidente aislado, acorralado por los escándalos y sin capacidad de gestión. Incluso en los círculos más cercanos a Donald Trump y Elon Musk, referentes con los que Milei intentó posicionarse en la escena global, el silencio es ensordecedor. Nadie está dispuesto a salvarlo.

Mientras tanto, el malestar social crece. El aumento de la pobreza, la caída del poder adquisitivo y la falta de una salida clara a la crisis podrían generar un efecto dominó que derive en un estallido social. Si el FMI finalmente decide no acompañar a Milei, su suerte estará echada. Y Argentina, una vez más, se enfrentará a la incertidumbre de un futuro político y económico completamente impredecible.