En una nueva victoria para el gobierno, el oficialismo logró blindar el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario, tras una jornada intensa de debate en la Cámara de Diputados. El presidente Javier Milei, fiel a su política de ajuste del gasto público, mantuvo firme su decisión de bloquear una ley que, según el oficialismo, «condenaría al país a un mayor déficit y ataría de manos las finanzas públicas.»
El bloque oficialista, que apoyó sin fisuras el veto, celebró lo que califican como un paso hacia «la responsabilidad fiscal y la reestructuración necesaria del sistema educativo». Según sus portavoces, la propuesta vetada ponía en riesgo el equilibrio fiscal, ya que pretendía destinar fondos adicionales a las universidades públicas sin un análisis riguroso sobre su impacto financiero y su viabilidad a largo plazo.
Por otro lado, la oposición, que intentó sin éxito revertir la decisión, criticó la medida como «un golpe a la educación pública». A pesar de estos cuestionamientos, el oficialismo mantuvo su postura firme, enfatizando la necesidad de priorizar la eficiencia y la calidad en el uso de los recursos públicos, particularmente en un contexto económico complejo.
Este desenlace reafirma la capacidad del gobierno de Milei de imponerse en temas clave, consolidando una agenda que busca desregular el Estado y reducir el gasto público, incluso frente a críticas opositoras. El veto blindado representa una señal clara de que el gobierno no dudará en seguir adelante con medidas que, aunque controversiales, consideran indispensables para garantizar la sostenibilidad fiscal del país.
