Monterrico, epicentro del carnaval y el sentir de las comadres: Moreira y la revolución cultural del norte

El carnaval en los Valles de Jujuy ha encontrado un nuevo faro en Monterrico, una localidad que, bajo la gestión del intendente Luciano Moreira, se consolida como el corazón vibrante de las tradiciones norteñas. Esta vez, el jefe comunal no solo organizó un evento masivo, sino que dio forma a una cosmovisión renovada del carnaval, donde el protagonismo absoluto recae en las mujeres y su ritual de hermandad: el Topamiento de Comadres.

Con más de 15.000 personas, el histórico evento transformó a Monterrico en el epicentro del carnaval femenino, otorgando identidad, legitimidad y un nuevo significado a esta ancestral celebración. Lo que alguna vez fue un encuentro íntimo entre mujeres hoy se erige como un hito cultural institucionalizado, una manifestación de fuerza colectiva que encuentra en Moreira a un líder capaz de leer el pulso de su gente y dar respuestas que resuenan en la identidad de su pueblo.

Moreira y el arte de interpretar el sentir popular

Desde su llegada a la intendencia, Luciano Moreira ha demostrado una cualidad que lo distingue: su empatía con la comunidad. No gobierna desde un despacho, sino desde las calles, interpretando las demandas y los anhelos del pueblo. Esta vez, la apuesta fue clara: elevar el Topamiento de Comadres al nivel de una celebración masiva, institucionalizada y con una propuesta artística de primer nivel.

El convocante Armando Marcelo, ícono de la música tropical, fue la pieza clave para que más de 40 agrupaciones de comadres colmaran la histórica calle Italia, bajo la sombra de la tipa centenaria que vio consolidarse esta tradición. La convocatoria fue arrolladora, dejando en evidencia que la ciudad está lista para asumir el rol de capital del carnaval de los Valles, un título que le pertenece por derecho propio.

Monterrico y el renacer de una identidad carnavalera

El carnaval, más allá del festejo, es un espejo de la identidad de los pueblos. Lo que hizo Moreira en Monterrico es más que un acierto logístico: es la siembra de una nueva cosmovisión, donde la voz de las comadres deja de ser un susurro para convertirse en un grito de autonomía, tradición y resistencia cultural.

En este marco, el intendente redobla la apuesta y no deja que la euforia decaiga: anunció una tercera noche de corsos gratuitos, con la participación de la Comparsa Pernambuco de Salta, el grupo Ternura, y la llegada estelar de la campeona correntina Ara Porá y el conjunto musical Brasil y Rivadavia. La fiesta no solo continúa, sino que crece y se consolida, confirmando que Monterrico ha dejado de ser un actor secundario en la escena carnavalera para convertirse en referente indiscutido de la región.

Una ciudad que se adueña de su destino

Si algo ha quedado claro con esta convocatoria histórica es que Monterrico ya no espera que le asignen un rol en la cultura del norte: lo está construyendo a su manera. La gestión de Moreira no solo fortalece las tradiciones, sino que las resignifica y las proyecta hacia el futuro, logrando que el pueblo sea protagonista de su propia historia.

Las comadres ya tienen su capital y su fiesta, y Monterrico, con su gente al frente, sigue escribiendo su destino con alegría, identidad y un carnaval que no conoce límites.