En tiempos donde la política parece agotada y los discursos caen en saco roto, Monterrico marca un hito en la historia institucional de Jujuy: con la gestión de Luciano Moreira, nace el modelo de gobierno 24/7, un estilo de trabajo incansable que rompe con la vieja lógica del abandono y transforma la gestión en una herramienta real para cambiarle la vida a la gente.
El ejemplo más reciente habla por sí solo. Este 24 de marzo, feriado nacional y jornada de reflexión, mientras la mayoría de las oficinas públicas descansaban, el municipio de Monterrico seguía en movimiento. Equipos municipales desplegados en la zona de San Vicente sobre Ruta Provincial N° 42, instalaban nuevas luminarias LED en una acción concreta que traduce gestión en hechos. “Si el clima afloja, seguimos. No hay excusas para postergar lo que los vecinos esperan hace años”, dijo el intendente tabacalero, marcando el pulso de una administración que no descansa.

Y esto no es un hecho aislado. La planificación sigue su curso con el inicio de obras en Ruta Provincial N° 45, y la próxima extensión de la red de alumbrado público, una deuda histórica que hoy empieza a saldarse con determinación. En cada acción, se ve una línea de trabajo coherente: recuperar la ciudad, revalorizar lo público y devolverle a los vecinos la confianza perdida en la política.
Porque lo que está pasando en Monterrico no es solo obra pública: es una revolución simbólica. Es la vuelta de la democracia a los barrios, pero no desde los discursos, sino desde los hechos. Es la gestión puesta al servicio del vecino, sin feriados ni pausas, con una convicción que contagia. Moreira no solo está cumpliendo lo prometido, está reescribiendo la relación entre el Estado y la comunidad.

En medio de la jornada por el Día de la Memoria, donde se rememora la necesidad de un país con justicia, verdad y compromiso cívico, el trabajo silencioso pero visible del municipio adquirió otro valor. Monterrico no repite consignas, las convierte en realidades. Y el mensaje es claro: la política vale cuando se vive en tiempo real.
Más temprano ese mismo día, el intendente se reunió nuevamente con el gobernador Carlos Sadir, ratificando su protagonismo en la agenda provincial. Porque cuando hay gestión concreta, la voz de los territorios se escucha fuerte.
Hoy Monterrico está demostrando que sí se puede gobernar de otra manera. Que no hay que resignarse al abandono ni al cinismo. Que el Estado puede ser cercano, activo y eficiente. Que la política no debe descansar cuando el pueblo trabaja. Y que una ciudad que brilla de noche, es también una ciudad que sueña de día.