Redacción Perico Noticias // Los municipios de Jujuy enfrentan un 2025 plagado de incertidumbre, atados a una coyuntura nacional y provincial que agrava sus ya limitadas capacidades de gestión. Con la prórroga del Presupuesto 2023 a nivel nacional y la ausencia de una ley de coparticipación en la provincia, los intendentes quedan atrapados entre la presión fiscal y la necesidad de mantener servicios básicos en un contexto de agotamiento económico y social. En un año electoral, las preguntas abundan, pero las respuestas son pocas y, en su mayoría, desalentadoras.
La Maldición de la Coparticipación: Postergados y Condenados
Sin una ley de coparticipación provincial, los municipios de Jujuy están condenados a la discrecionalidad del Gobierno provincial. Mientras algunos reciben inyecciones millonarias, como los 2.000 millones de pesos otorgados al municipio de San Salvador para pavimentación, el resto, especialmente los del interior, se ven obligados a peregrinar diariamente a Casa de Gobierno en busca de fondos. Este sistema no solo perpetúa la dependencia, sino que también expone la falta de equidad en la distribución de los recursos.
La ausencia de una política clara para el desarrollo integral de los municipios alimenta un círculo vicioso: los intendentes aplican nuevos impuestos, tarifazos y tasas para compensar la falta de ingresos, lo que genera mayor descontento en una ciudadanía ya agotada por el ajuste.
Impuestos Inconstitucionales y Tasas Fantasma
El rechazo judicial al intento del municipio de San Pedro de cobrar tasas en las facturas eléctricas, alineado con una estrategia nacional de incremento de ingresos, marcó un precedente que amenaza a otras localidades. Sin embargo, los municipios continúan explorando vías cuestionables, como impuestos disfrazados de servicios, para sostener sus finanzas.
El SEPROSA, presentado como un seguro de salud pública, se ha convertido en otro ejemplo de una medida impopular disfrazada de solución, que agrega presión sobre los bolsillos de los jujeños sin garantizar una mejora en los servicios. Estas estrategias, lejos de resolver problemas, solo profundizan el descontento social y la desconfianza hacia las autoridades.
Un Año Electoral con el Ajuste Como Protagonista
La cercanía de las elecciones pone a los municipios en una situación delicada. Sin recursos suficientes y con un sector privado pequeño y asfixiado, los intendentes tienen pocas herramientas para ofrecer soluciones concretas. El turismo, una de las apuestas de la provincia, enfrenta una perspectiva sombría: con el fin del impuesto PAÍS, viajar al extranjero es más accesible, lo que deja al turismo regional como una opción poco competitiva.
En este contexto, adelantar elecciones, una estrategia planteada por algunos sectores, parece más una apuesta desesperada que un movimiento estratégico. Sin logros tangibles que mostrar, muchos municipios corren el riesgo de ser derrotados por un electorado cansado del fracaso perpetuo.
La Oposición: ¿Qué Pueden Ofrecer?
Para los opositores, este escenario representa una oportunidad, pero también un desafío monumental. ¿Cómo seducir a un electorado hastiado y desencantado? La respuesta no puede limitarse a promesas vacías ni a críticas al oficialismo; deben plantear una agenda audaz y realista que incluya:
- Una Ley de Coparticipación Justa: Proponer un marco que garantice la distribución equitativa de recursos entre los municipios.
- Reformas para el Sector Privado: Reducir la presión fiscal y ofrecer incentivos para fomentar la inversión local.
- Transparencia y Eficiencia en el Gasto Público: Auditar las empresas estatales deficitarias y plantear estrategias para mejorar su rendimiento o redefinir su rol.
- Turismo y Economía Regional: Apostar por un turismo cultural y sostenible que aproveche la riqueza histórica y natural de Jujuy, sin depender exclusivamente del mercado externo.
- Desarrollo Minero Responsable: Garantizar que la actividad minera genere un derrame real en las economías locales, a través de regalías y empleo genuino.
El Fantasma de la Derrota
Si los municipios, y por extensión el gobierno provincial, no logran implementar políticas que aborden las necesidades reales de la población, el resultado en las urnas parece inevitable: una derrota que reflejará no solo el rechazo al oficialismo, sino también el hastío de los jujeños frente a décadas de promesas incumplidas y ajustes eternos.
Un Futuro en Juego
El 2025 será un año decisivo para Jujuy y sus municipios. En un contexto donde el ajuste y la precariedad son protagonistas, la política deberá reinventarse o enfrentar un rechazo masivo. Los intendentes y candidatos tienen en sus manos la oportunidad de demostrar que es posible cambiar el rumbo, pero el tiempo corre, y el margen de error es cada vez más estrecho.